Ahorra PEMEX miles de dólares por cancelar contrato a calificadora Fitch Ratings
El pasado 02 de marzo, como parte de la optimización en la contratación de servicios de calificación realizada, Pemex informó, mediante un documento enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que dejará de utilizar a la empresa Fitch Ratings para evaluar su deuda a partir del 04 de marzo de 2021.
“Lo anterior obedece a la optimización en la contratación de servicios de calificación de valores adoptada por Pemex para hacer frente al complejo contexto económico actual”, dice el documento.
La agencia calificadora Fitch Ratings que, entre otros descomunales errores, otorgaba la más alta calificación en 2008 a Lehman Brothers, sólo semanas antes del colapso económico mundial protagonizado por la firma de inversiones, califica ahora a Pemex como ‘BB-‘ con perspectiva estable, “derivado del deterioro en su perfil crediticio y su dependencia financiera con el país”, aseguran los expertos de la firma que no ha logrado prever muchas de las catástrofes financieras mundiales.
En un vano intento por hacer que prevalezca un ambiente de privatización en el sector energético, la calificadora asegura que los bonos de Pemex deben ser considerados como “basura”, al “representar un alto riesgo para los inversionistas”. Fitch es la única calificadora que considera a la paraestatal como un “ángel caído”, al declarar que ha perdido su “grado de inversión”.
En teoría, las agencias calificadora evalúan la capacidad de pago de una empresa o nación y emiten calificaciones dependiendo de sus riesgos o estatus financiero, sirviendo dichas evaluaciones para poder contratar un crédito en los mercados o tener mejores condiciones de financiamiento.
Sin embargo, la realidad es muy distinta pues, dado la estrecha relación existente entre las calificadoras, los fondos de inversión y los bancos internacionales, es evidente que las calificaciones emitidas obedecen más a la especulación financiera y los intereses de los grandes capitales que a la realidad imperante en las empresas productivas.
Como se desprende de la información surgida de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el negocio de las agencias calificadoras es sumamente jugoso, pues tan sólo en esta dependencia se han firmado contratos por 6.4 millones de dólares en la última década, con unicamente tres calificadoras: Moody’s, Fitch Ratings y Standar & Poor’s. Desde 2009, año de crísis económica mundial, México ha pagado a Fitch Ratings 1.7 millones de dólares, a Standar & Poor’s, 1.9 millones y a Moody’s 2.8 millones.
Curiosamente desde que el Presidente Andrés Manuel López Obrador desestimara la baja evaluación otorgada por Fitch en abril de 2020 a la petrolera, expresando que los parámetros de las calificadoras ya no son la Biblia para México, ésta agencia no ha vuelto a ofrecer mejores condiciones crediticias a Pemex.
“La cancelación de los servicios de Fitch ratings no representa ningún obstáculo o riesgo para futuras emisiones de valores de Pemex, ya sea en el mercado nacional o internacional, pues sigue contando con los servicios de calificaciones crediticias necesarios que exige el marco regulatorio nacional e internacional para la emisión de valores, proporcionando con ello certidumbre a los inversionistas”, asegura Octavio Romero Oropeza, Director de Pemex.