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El Milagro Mexicano: Salud pública-Capítulo 8
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El Milagro Mexicano: Salud pública-Capítulo 8

En los capítulos anteriores tratamos temas de economía, desarrollo, infraestructura, combate a la incidencia delictiva, educación y así como en estos temas, el Milagro Mexicano está cambiándolo prácticamente todo. Hoy les ofreceremos información sobre el sistema de salud, otro de los pilares principales en los que se podrá sostener y continuar este milagro en el futuro.

En 2019 el Presidente Andrés Manuel López Obrador, hizo una gira para evaluar la situación que prevalecía en 80 hospitales del sistema de salud del país y constató la falta de equipamiento, la insuficiencia de medicamentos, la carencia de médicos, enfermeras y especialistas. Los mil hospitales imaginarios que presumió construír Calderón cada año, no solamente no existían, sino que había dejado más de 350 cascarones en construcción completamente abandonados, de los que ya se habían pagado contratos para desarrollarlos, se habían repartido moches y nunca se terminaron.

Como lo informó el gobierno ese año, el sistema de salud estaba en el suelo y se diseñó un programa para levantarlo gradualmente durante los 6 años del gobierno. Sin embargo nadie contaba con que nos alcanzaría la pandemia en el 2020 y que llegaría con un sistema de salud colapsado, sin camas ni respiradores para atender a los enfermos, con un déficit de 70 mil especialistas, porque los gobiernos anteriores no abrieron las plazas necesarias para que se estudiara medicina y enfermería, además sin la estructura que teníamos en los años 70’s para desarrollar vacunas, un campo en el que México era una potencia y que los neoliberales lograron destruir hasta desaparecerla.

A pesar del comportamiento deleznable que tuvieron los medios convencionales, los intelectuales asintomáticos y los políticos de la derecha, intentando sabotear toda la acción del gobierno y la ciudadanía para enfrentar este grave problema, para así provocar más decesos entre la población y lograr desacreditar a la administración pública, los mexicanos nos organizamos trabajando como una máquina bien aceitada para evitar un desastre mayor al que tuvimos.

Nuestro escenario era de lo más complicado. El sistema de salud no estaba preparado ni para atender las necesidades normales de la población, mucho menos una situación de emergencia nacional generalizada. Gracias a la permisividad que los neoliberales habían tenido con las empresas que venden basura alimentaria, nuestra sociedad presentaba las tasas más altas de comorbilidades sensibles al Covid, como diabetes e hipertensión arterial entre otros agravantes.

Así con lo que había y con el esfuerzo de todos encabezado por la Secretaría de Salud, los médicos y enfermeras en activo, la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Conacyt y las Fuerzas Armadas, se consiguieron los respiradores que se necesitaban, se amplió la capacidad de atención de los enfermos, se trajeron, distribuyeron y aplicaron gratuitamente más de 200 millones de vacunas, cubriendo a toda la población que decidió utilizarlas.

Se desarrollaron respiradores en México y se inició la creación de la vacuna mexicana Patria que ya está lista para utilizarse como refuerzo y por la que ya no pagaremos cantidades de locura a las farmacéuticas internacionales.

Y mientras este milagro se iba concretando para proteger a todos los habitantes ¿Qué hacían los neoliberales?

Criticaban, denostaban, mentían, desorientaban provocando más enfermos y más decesos de los que deberían haber sucedido. Sus “especialistas”, esos que se encargaron de destruir el sistema de salud, se reunieron para armar un plan en el que según ellos, la pandemia se controlaría en 8 semanas, que fue el hazmerreir de los científicos internacionales. El mismo cínico de Felipe Calderón, que se encargó durante años de mentir descaradamente sobre la construcción de hospitales en su gobierno, se atrevió a burlarse del esfuerzo titánico que estábamos emprendiendo, cuando dijo que al ritmo que estaban vacunando a la gente, terminaríamos en el año 2154; al poco tiempo lo vimos formado recibiendo la vacuna gratuita que pagamos entre todos.

Todo esto se hizo sin contratar la deuda adicional que nos ofrecía el Fondo Monetario Internacional, siendo uno de los muy pocos países del mundo que no se endeudaron con esta excusa. Se pagó todo con nuestros impuestos y por adelantado, evitando la debacle económica que están enfrentando hoy todos los países que sí se endeudaron por esta causa.

El gobierno informó puntualmente como ningún otro en el mundo, sobre las acciones que se llevaban a cabo todos los días; la cobertura de camas, los enfermos, cantidad de respiradores, personas que recuperaban su salud, los fallecimientos, medidas de prevención, vacunas y su aplicación hasta en los sitios más alejados del país, así como hasta el más mínimo detalle de la aplicación de la estrategia, respondiendo los cuestionamientos diarios y los buscapiés de toda la prensa basura, que buscó sin éxito sabotear este enorme esfuerzo nacional.

Los mexicanos vencimos juntos la pandemia y salimos fortalecidos. Hoy se crean 10 mil plazas nuevas cada año, además de las que ya se abrían antes, para que los médicos se especialicen en algún campo de la medicina, se asignan becas en el extranjero para muchos de ellos y hemos comenzado a levantar el sistema de salud en forma seria y eficiente a pesar de las resistencias y los obstáculos que pusieron los traficantes de medicamentos, los medios tradicionales y los mercenarios de la derecha.

El presupuesto asignado hoy al sistema de salud es del doble del que se manejó en 2011 con Calderón y un tercio más alto del que se asignaba en 2018, alcanzando 1 billón 600 mil millones anuales.

A partir de la centralización del sistema en todos los estados que estén de acuerdo con ello y basados en la estructura del IMSS Bienestar, hoy el sistema de salud pública cuenta con 38 mil médicos generales y familiares, 36 mil médicos especialistas, 7,900 odontólogos, 8,700 residentes, 77 mil enfermeras generales, 12,500 enfermeras especialistas, 46 mil auxiliares de enfermería, 67 mil camas totales, más de 14,000 unidades de atención ambulatoria, 761 hospitales, 41 mil consultorios, 1,900 quirófanos, 34 aceleradores lineales, 329 mastógrafos, 45 equipos de resonancia magnética, 151 tomógrafos y 7,600 ventiladores mecánicos.

El programa de optimización del sistema ha iniciado ya en 12 estados y en los que iniciaron primero hoy se surten ya el 99% de las recetas completas de medicamentos, se cuenta con todos los médicos generales, especialistas y personal de enfermería que se requieren y se cubre al total de la población esté o no asegurada en el IMSS.

Para finales del 2024 todos los Estados que se hayan adherido al sistema IMSS Bienestar, estarán ya en esta misma situación y los habitantes de ellos recibirán una cobertura del 100% de sus necesidades en atención, intervenciones, tratamientos y medicamentos en forma gratuita.

Hoy no solamente sabemos con qué contamos y qué nos falta, sino que estamos trabajando duro para cubrir nuestras carencias en forma muy rápida, preparando nuevos médicos, especialistas, personal de enfermería, trayendo todos los medicamentos que hacen falta sin importar desde dónde o cuánto cuesten. Ya no hay un cuadro básico negociado con los fabricantes mercenarios, hoy se busca surtir gratuitamente lo que haga falta a los pacientes sin restricción de precio o fabricante en el mundo.

Actualmente también estamos comenzando de nuevo a fabricar nuestras propias vacunas y ya hacemos los respiradores mecánicos que requerimos. Todo esto lo estamos haciendo sin contratar deuda adicional, sin pagarle moches a los funcionarios corruptos del pasado, sin estar en manos de mercenarios que importaban medicinas obsoletas para vendérnoslas a precio de oro, como lo hacían con los tratamientos de la hepatitis C, que no la curaba, habiendo medicinas nuevas que sí lo hacen y otorgando contratos de base a decenas de miles de médicos y enfermeras que antes estaban como eventuales para que cuenten con buenos ingresos y todas sus prestaciones.

Para quienes estén interesados en consultar directamente las fuentes de donde se tomaron los datos que aquí expusimos, les sugerimos referirse a la página de la Secretaría de Salud, La Organización Mundial de la Salud, la página de Hospital John Hopkins y la página web del Instituto Mexicano del Seguro Social.

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