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LOS “PUROS” Y LA PRENSA ENSARAPADA
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LOS “PUROS” Y LA PRENSA ENSARAPADA

Los puntos de vista de todo simpatizante de la Cuarta Transformación, son respetables, porque la lucha por el bien de México y el respaldo social que se brinda al presidente López Obrador, es el mismo en cada uno de nosotros.

En ocasiones, estas visiones particulares chocan en nuestra vida cotidiana, o en redes sociales. El debate generado por estos desencuentros puede ser ríspido, pero mientras se mantenga dentro de los niveles de respeto adecuados, da como consecuencia una visión más amplia sobre el problema que se aborda.
Digo esto, porque la postura de quien esto escribe, choca contra la opinión de un grupo de simpatizante de la Cuarta Transformación, que mantiene una opinión diferente.
Veamos.

Se dice que los puestos de representación que se abren en los procesos electorales, deben ser ocupados por personas con reconocida trayectoria dentro del Partido. Morena debe impulsar perfiles propios, antes que dar oportunidad a los recién llegados.

Esto choca contra la visión personal que tiene el presidente López Obrador, sobre la naturaleza del Movimiento de Transformación. El presidente habla de un Partido de “puertas abiertas”, donde todos caben y tienen iguales derechos y obligaciones.

La antigüedad importa, pero las posibilidades de ganar un proceso electoral, tienen peso determinante.
La antigüedad es algo propio de las burocracias partidistas. No es el único elemento a tomar en cuenta para sacar candidatos. Yo puedo tener 20 años dentro de un Partido Político y sin embargo, ser conocido únicamente por la gente que vive en mi casa.

Quiero ser candidato para un puesto de elección, pero mi capital político es escaso y no gano la encuesta interna por lo mismo. Puede haber otro que llegó a Morena mucho después que yo, pero que ha tenido más juego político con otro partido, o como político independiente. La gente lo identifica y conoce mejor y con seguridad ganará la encuesta interna.
Cuando esto sucede, los veteranos en Morena se inconforman (no todos) y comienzan a hablar de preferencia y “dados cargados”. De inmediato culpan a la dirigencia nacional del Partido, olvidando que hay comités organizadores de elecciones en cada Estado, cuando se llegan los tiempos de algún proceso electoral. Son ellos quienes se encargan de procesas las precandidaturas, organizar las encuestas para definir candidato, e impulsar durante el proceso electoral a quienes llevan la representación del Partido.

La dirigencia de Morena participa también, respaldando a todos los candidatos y brindando apoyo a los comités y dirigencias estatales.

Para cada puesto en disputa interna, hay un único espacio. Un solo ganador. Quienes pierden en la consulta, no siempre quedan satisfechos y de ese descontento, comienzan a generarse posturas que no necesariamente corresponden a la realidad. Se habla de favoritismos. De exclusiones y de preferencias. Pero generalmente, sin prueba alguna.
Esto lo aprovecha la oposición, para echarle gasolina al fuego. Se fomenta la insatisfacción, para dividir a un movimiento que se distingue por actuar en unidad.
La prensa reaccionaria, que ha sido desenmascarada y desacreditada en buena medida, impulsa la división al interior de Morena, con la intención de debilitar al Movimiento y al gobierno del presidente López Obrador.

El fin de semana pasado, se dio un ejemplo claro de este intento desestabilizador, por parte de los periodistas que mejor saben esconder sus intereses en favor de la causa conservadora.
Álvaro Delgado, director de área en el portal Sin Embargo, publica una nota en la que asegura que Mario Delgado, impulsa la candidatura a gobernador del estado de Coahuila, de un personaje ligado a Felipe Calderón y que entra de última hora a jugar por esa representación.

Aquí hay que precisar algo. Tanto simpatizantes como militantes en Morena, reprochamos a diario al portal Latinus, el que sea financiado por un priista reconocido, como lo es Roberto Madrazo. El dinero que se paga a Brozo y a Carlos Loret, tiene su origen en ese financiamiento.

Resulta que el Portal Sin Embargo, es propiedad de la familia Valladares. Priistas de toda la vida, radicados y con fuerte influencia económica y política, en San Luis Potosí. Los sueldos de Álvaro Delgado y del director general del portal, Alejandro Páez Varela, salen de ese financiamiento. De un priismo muy afín a la persona de Enrique Peña Nieto.

Este portal no es descaradamente anti Cuarta Transformación. Cuidan su imagen, pero son especialistas en dar golpes secos en el momento oportuno.

Lo que publica Álvaro Delgado la semana pasada es falso. Luis Fernando Salazar, efectivamente militó 22 años en el PAN, pero desde hace casi 4 años, es militante de Morena.
No es la primera vez que va por una candidatura. En el 2021, fue candidato de Morena a la alcaldía de Torreón y salió de la contienda por las mismas causas que afectaron a Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón. No haber reportado a tiempo gastos de campaña. Una sanción del Tribunal Electoral.

En esa ocasión nadie se inconformó por esa candidatura. Es más, se reprobó la actitud del Tribunal.

Hoy las cosas son distintas y hay una campaña en contra de Mario Delgado, culpándolo de esta situación.
Se dice, en base a los escrito por Álvaro Delgado, que está imponiendo a un panista en Coahuila, lo cual es falso.

Hasta ahora, solo hay precandidatos y éstos se han propuesto a título personal.

Es más, en las encuestas sobre preferencia de voto, el precandidato de Morena con más posibilidades de triunfo, es Ricardo Mejía, Subsecretario de Seguridad Pública del Gobierno de México, a quien vemos los jueves en la conferencia mañanera, rindiendo el parte sobre la atención y solución a los delitos cometidos en el país.
Luis Fernando Salazar se destapa como precandidato por decisión personal, al igual que otros políticos de Morena. Es mentira que lo esté lanzando la dirigencia del Partido. Habrá ENCUESTA para definir candidato en su momento. Hoy no hay nada dispuesto, o impuesto.

Dentro de Morena, los partidarios del “escalafón”, piden que los puestos, cargos y candidaturas, sean asignados a militantes de tiempo. Aunque esa disposición no está considerada en el Estatuto del Partido.

Que la burocracia de Morena, haga suyos esos espacios.

Son un grupo que trata de implementar un método que bien podría llamarse “examen de pureza militante”. Una categorización de la militancia, de acuerdo a la antigüedad.
Mientras más años hacia el pasado tengas dentro del Movimiento, mayor es tu “limpieza” política. Y los cargos por tanto deben estar a tu alcance.

Esto choca con la visión personal del presidente, sobre lo que es en realidad el Movimiento. Una casa de puertas y ventanas abiertas, donde todos caben. Donde las oportunidades son iguales para todos.

A final de cuentas, son las ENCUESTAS las que deciden. Es el Pueblo quien vota para elegir a sus representantes. Y todos pueden inscribirse sin restricción alguna.
Eso es lo que está pasando actualmente.

Las protestas de los “puros” en contra de los “nuevos”, son en realidad una disputa por los cargos. No por los encargos, que se definen democráticamente por el método de encuestas. Quieren el pastel completo, alegando un “abolengo” que les viene de años.

En este momento de transformación, al país los reconstruimos todos. Nuevos y viejos. Recién llegados y veteranos. Cada uno aportando su granito de arena. Eso es lo que ha señalado el presidente López Obrador en varias ocasiones.

No hay “pureza” que esté por encima de los derechos democráticos de los demás. Ese pensamiento que segrega, es absurdo.

Hay una campaña orquestada en contra de la dirigencia de Morena, que usa este falso criterio como bandera. La orquestan quienes pretenden hacerse con el poder dentro del Partido. Son quienes se oponen al método de la encuesta para definir candidatos. Los que forman y encabezan pequeños grupos que tienen como único objetivo tirar a la actual dirigencia.
Lo que publicaron Álvaro Delgado y el portal Sin Embargo, beneficia a estos grupos internos dentro del Partido. Pero también a una oposición que intenta golpear a Morena, desde diferentes flancos.

Dividir al Partido es la meta.

Por eso fue grato ver a Mario Delgado y a Citlalli Hernández, participar en un evento, con el respaldo pleno de Claudia, Marcelo (a distancia), Adán Augusto, Monreal incluso, acompañados de la plana mayor del Partido.

Hay unidad en Morena, a pesar de los intentos de división externos y de la visión exclusivista de los “puros”.
En Morena todos caben.

Malthus Gamba

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