La derecha secuestró la lucha feminista y convirtió el ‘Paro Nacional de Mujeres’; en un acto político
La convocatoria a un Paro Nacional de mujeres, convocado para el próximo 9 de marzo, presagia un nuevo descalabro para la derecha conservadora.
Y esto es una posibilidad real, precisamente por la forma en que se está organizando el evento.
Lamentable la docilidad de los grupos feministas, exigentes en su legítima demanda de freno a la violencia hacia las mujeres, pero sin la misma fuerza para rechazar la infiltración de personajes y grupos políticos de la derecha, que pretenden hacerse del control del movimiento.
Las feministas comenzaron bien con sus protestas. Eran el actor de ese reclamo. Eran los personajes principales en el movimiento. Eran el sujeto con voz que expresaba una necesidad urgente y requería atención y justicia.
Hoy las cosas han cambiado.
De ser sujeto con voz, los grupos feministas pasaron a ser objeto de uso. Los grupos e intereses conservadores se han subido a su reclamo, intentando sacar raja política de un tema que por su complejidad y dolorosas consecuencias, debería mover a respeto y solidaridad verdadera.
Lo peor de la derecha mexicana se dice hoy defensora de los derechos de las mujeres. “México Libre”, asociación creada por Felipe Calderón con la intención de convertirlo en partido político, ya publica propaganda a favor del Paro Nacional del 9 de marzo, pero aprovechando el viaje para calificar de incompetente al gobierno de la Cuarta Transformación.
Como si el problema de la violencia hacia las mujeres no hubiera existido en el pasado. Como si se tratara de una injusticia nacida del gobierno del cambio.
Las dirigencias de los partidos políticos Acción Nacional y PRD, también se lanzan en apoyo al evento feminista, con la clara intención de utilizar al movimiento construido por mujeres, a favor de sus interese políticos.
Vemos a Denise Dresser, a Emilio Álvarez Icaza, a Fernando Belaunzarán, a Javier Lozano Alarcón, a otros políticos de la derecha y a los comunicadores de los medios de información tradicionales, apoyar un Paro Nacional de Mujeres, utilizado para golpear políticamente al gobierno de la Cuarta Transformación y al presidente López Obrador.
En realidad, se trata de los mismos personajes que han apoyado anteriormente a las anémicas marchas fifís, caracterizadas por su pobre poder de convocatoria.
Son los mismos operadores políticos del conservadurismo, que acompañaron hace poco, a la deslucida marcha por la paz encabezada por Javier Sicilia y la familia LeBarón.
Y serán los mismos que acompañarán a la siguiente marcha que pretende encabezar la vieja y podrida dirigencia del EZLN, en su intento para que las cosas en el sur del país se mantengan tal y como están hasta hoy. Es decir, que no se haga inversión alguna en esa región, donde la pobreza, el hambre, la ignorancia y la desigualdad, han sido la forma utilizada por la derecha nacional e internacional, para el control y el saqueo de los recursos naturales en la zona.
Conociendo la identidad de quienes hoy se dicen a favor de los grupos feministas y en contra del feminicidio, ¿es posible esperar resultados positivos para este Paro Nacional de Mujeres?
Evidentemente no.
Al perder su voz auténtica, permitiendo que hable a su favor lo peor de la derecha reaccionaria, los grupos en defensa de los derechos de la mujer, pierden mucho apoyo social.
Aceptar en silencio, que todos aquellos que tienen culpa clara en el incremento de todo tipo de violencia en el país, convoquen y hablen en nombre de las mujeres, es lamentable.
La violencia hacia a mujer viene de lejos y los gobiernos neoliberales de las últimas décadas, son los culpables principales del crecimiento exponencial de este condenable fenómeno.
¿Cómo permitir que Felipe Calderón se declare hoy defensor de la mujer? ¿Cómo aceptar que Margarita Zavala se diga feminista militante? ¿Cómo estar de acuerdo en que personajes de trayectoria tan sucia como los señalados, se digan hoy defensores de los derechos de la mujer y pretendan marchar a su lado?
El partido Acción Nacional y sus representantes, han sido históricamente, un dique que impide se legalice a favor de las decisiones que competen exclusivamente a la mujer, como en el caso del aborto.
Como se expresó hace unas líneas, los grupos feministas, pasaron de ser el sujeto que protesta, propone, exige y habla, al objeto que se utiliza y aprovecha.
A las feministas les están secuestrando la voz, los mismos personajes reaccionarios que todos conocemos. Ellos hablan en los medios de comunicación a nombre del movimiento. Ellos introducen el tema político en una protesta que había nacido independiente y que solo pedía seguridad y garantías para la mujer.
Ese reclamo al que la sociedad se sumó inicialmente, se encuentra el día de hoy contaminado por cuestiones que nada tienen que ver con los derechos y la integridad física de las mujeres.
Se habla de incompetencia del gobierno para atender el problema de la violencia, cuando es evidente que el tema de seguridad pública es visto a diario por el gabinete que encabeza el propio presidente de la república.
Se golpea políticamente al gobierno de la Ciudad de México, pero nada se dice del alto nivel de violencia que vive el Estado de México (gobernado por el PRI), en donde el feminicidio alcanza cifras alarmantes.
Tampoco se habla de Guanajuato o Jalisco, donde los índices de inseguridad y violencia son muy altos. Es que ahí gobierna también la oposición.
Poco a poco esta legítima protesta de las mujeres, que inicialmente se refería a la solicitud de atención por parte de los gobiernos municipales, estatales y federal, ha perdido su identidad.
Los grupos rapaces de la derecha, han logrado apoderarse de las banderas feministas y las usan hoy en día, para conseguir fines políticos que poco tienen que ver con la causa defendida originalmente.
Por eso es evidente el rechazo de un gran número de mujeres al evento convocado.
Dejó de ser una causa auténtica. Se contaminó y por lo mismo, los objetivos que persigue dejaron de ser legítimos.
Sin querer ser un adivino al estilo de Raymundo Riva Palacio, que intenta y falla en todo tipo de predicciones, me atrevo a señalar que el Paro Nacional de Mujeres, correrá la misma suerte que los anteriores eventos promovidos por la derecha nacional.
Porque aunque suene fuerte, la realidad es ésa: el Paro Nacional de Mujeres, es hoy un evento que impulsan los conservadores en el país. Los grupos feministas, únicamente representarán el papel de fachada, en un acto cien por ciento político.
Malthus Gamba