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El triste caso de Denise Dresser; de politóloga a troll antiAMLO
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El triste caso de Denise Dresser; de politóloga a troll antiAMLO

El regreso del periodo vacacional decembrino, nos trae de vuelta a una clase conservadora cargada de las peores intenciones en contra del gobierno de la Cuarta Transformación.

Estos días de descanso les sirvieron a los comentócratas nacionales para urdir nuevas formas de descalificación, que resten apoyo social al presidente López Obrador.

Pero al entrar al escenario informativo, se estrellan con una muralla infranqueable, que les impide poner en práctica su fresca estrategia.

Lo que pasa es que el presidente López Obrador, no salió de vacaciones. Tomó cuatro días de descanso únicamente, para celebrar la llegada del nuevo año en compañía de su familia. El resto de la segunda quincena de diciembre, lo ocupó en actividades de gobierno, a lo largo de todo el territorio nacional.

¿Qué encuentran los conservadores a su regreso?

Pues que el apoyo social al presidente alcanza el día de hoy un 72% en una sociedad mexicana cada día más convencida de que la ruta que sigue el país, es la adecuada.

La última encuesta de El Financiero, relativa al mes de diciembre del año pasado, nos muestra que la estrategia de guerra sucia, seguida por la derecha nacional, de poca cosa les ha servido.

Es notoria la falta de credibilidad que sufren los medios de comunicación tradicionales. También es evidente que los comentaristas, analistas y periodistas de la derecha, no son escuchados por una sociedad madura, que sabe identificar las fuentes de información creíbles y que al mismo tiempo, desdeña a los antiguos comentócratas y medios que históricamente, se han dedicado a manipular la información. Hoy sabemos ubicar a los mentirosos.

Uno de estos personajes oscuros, dedicados por décadas a mentir y a falsificar la verdad, es la “analista”, “anulista”, “aliancista” y “panista de closet” Denise Dresser.

La señora Dresser poco sería actualmente, sin el apoyo que le brinda la periodista Carmen Aristegui.

Su participación semanal en el programa que conduce Carmen, le permite salir a la luz de manera secundaria. Debe compartir el pequeño espacio que se le brinda, con la titular del noticiero y con los otros dos integrantes del panel político: Lorenzo Meyer y Sergio Aguayo.

Y desde ese espacio, se ha dedicado al ataque sistemático de toda política pública, nacida del gobierno de la Cuarta Transformación.

Sabemos hoy que Dresser ha sido una de las conferencistas favoritas del partido Acción Nacional. Son públicas las facturas expedidas por esta fuerza política, a favor de Denise Dresser, por “charlas” o conferencias que tienen una duración aproximada de una hora.

Por este servicio, se han pagado a la Sra. Dresser en distintas ocasiones, sumas que se mueven sobre la cifra de los $150,000.00.

Una cantidad considerable por una hora de trabajo.

Lo curioso del caso es que en el pasado mes de julio del año 2006, Denise Dresser publicaba un artículo en la revista Proceso, titulado “Cuando éramos huérfanos”.

Ahí señalaba que vivía en una casa rentada, que sus hijos asistían a una escuela pública privada, de bajo costo. Aceptaba tener dos automóviles usados, pero en buen estado.

Años después, nos enteramos de los altos ingresos que recibe por una conferencia que dura una hora. Cualquier funcionario público, por muy bien pagado que esté, gana eso, o menos que eso, en un mes de trabajo.

Denise Dresser nos dice en ese artículo, que en las elecciones del 2006, votó por López obrador, pero que no estaba de acuerdo con su posición de no reconocer el triunfo de Felipe Calderón.

Hoy es de dominio público que en realidad, Felipe Calderón gobernó en calidad de presidente espurio y que el fraude maquinado en contra del hoy presidente López Obrador, fue orquestado desde el gobierno foxista, las cúpulas empresariales y las dirigencias de los partidos políticos PRI y PAN.

La carrera profesional de la Sra. Dresser, tiene una marca azul que la identifica inequívocamente con las causas que defiende el conservadurismo nacional.

Los altos honorarios que cobra por sus “charlas” a la clase política panista, así lo demuestran.
Dresser se ha declarado en el pasado “anulista” y ha convocado a los ciudadanos a no votar. Hoy sabemos que esta práctica, favorecía a los neoliberales en el poder, al retarle votos a la oposición.

Denise Dresser se define cotidianamente como una defensora de la sociedad civil. Dice no tener vínculos con algún partido político, lo cual es bastante cuestionable como hemos visto.

Pero lo que no dice es que su defensa siempre ha sido en favor de la Sociedad Civil, S. A. de C. V.
Se trata de las organizaciones sociales que medraban con el presupuesto público, realizando actividades que por ley, son obligatorias para el Estado. Su defensa hacia estas instituciones, marcadas en muchos casos por la corrupción, ha sido permanente.

Pocos ciudadanos toman en serio a Denise Dresser en lo que respecta a situaciones de política nacional. Su descrédito es enorme. Casi tan grande como su intolerancia a la crítica. Medio México se encuentra bloqueado en su cuenta de Twitter, por disentir sobre su manera de actuar y pensar.

Hoy Denise Dresser intenta desacreditar al presidente López Obrador, por una extorsión telefónica que sufrió su señora madre. Un hecho lamentable sin duda.

Pero de esta desgracia familiar, se aprovecha Denise para lanzar un nuevo ataque al presidente López Obrador.
Pasa por alto que este delito no es nuevo. Su origen está en el corrupto pasado neoliberal. Ahí fue donde nacieron estos criminales que aún estando en la cárcel, consiguen violentar a la sociedad vía telefónica.

El presidente López Obrador lo ha dicho en reiteradas ocasiones: el país se está barriendo de arriba hacia abajo. Llevará tiempo conseguir la paz y recuperar la tranquilidad, pero vamos a lograrlo.
Se están atendiendo las causas que originan la violencia y poco a poco se avanza en la solución de los problemas generados durante el periodo neoliberal.

Denise Dresser se molesta porque el presidente desayuna barbacoa y tiene un sueño tranquilo (eso dice en su artículo de Reforma, este día). Habla mal de la Guardia Nacional, porque como buen militante conservador, quiere resultados inmediatos, cuando a los neoliberales se les dieron treinta años para ponerle en la madre al país.

Denise Dreser, al igual que Riva Palacio, Mauleón, Hiriart, Risco, Pascal y muchos otros comentócratas conservadores, regresan de vacaciones con la espada desenvainada. Formando un grupo compacto que intenta deslegitimar al presidente y al gobierno del cambio.

Pero se estrellan de frente con un muro infranqueable.

Un apabullante 72% de respaldo social a López Obrador y a la Cuarta Transformación.
Contra eso, son por demás todos los cuentos baratos y guerra sucia que desplieguen los conservadores.
Nada les ha servido hasta el día de hoy.

La gente dejó de creer hace un buen tiempo en los mentirosos profesionales. Su crítica destructiva a nadie engaña.
Los tiempos del panismo hecho gobierno se fueron para no regresar. Y con ellos, todos los beneficiados por la corrupción conservadora, cayeron en desgracia.

Los sueldazos recibidos por una hora de trabajo, también son parte de un pasado que no va a regresar. Recordemos que el dinero que gastan los partidos políticos, es dinero del público.
Dinero del pueblo.

Malthus Gamba

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