Por Miguel Ángel Lizama
@Migueliz8
JESÚS REYES HEROLES (el original, no los chafas de sus engendros) formuló por encargo de su jefe López Portillo, la Ley Electoral para reconocer partidos entonces proscritos (el Comunista, principalmente) y darles chance de tener representación en el Congreso, mediante los que llamó PLURINOMINALES. Ni los veteranos generales del “Auténtico de la Revolución Mexicana” ni los jóvenes del Popular Socialista, de Vicente Lombardo Toledano, entendieron qué era eso, pero aplaudieron como buenos satélites del PRI.
Entonces las primeras listas eran difíciles de conformar, pues ningún político de respeto quería ser Plurinominal y en el PRI les decían “Nacidos para perder”. Pero llegó la corrupción de Salinas de Gortari con su numerología mágica y para legitimar su usurpación hizo aprobar una “Sobrerrepresentación” legislativa como pretexto para “la gobernabilidad” que no tenía. Aun no le habían dado el “carreterazo” al Maquío y Cuauhtémoc Cárdenas estaba más ocupado en darle poder a las tribus políticas con las que corporizó el partido que le obsequió Salinas, sin atender ni protestar por los continuos asesinatos de sus seguidores más relevantes, pero menos “compren$ivo$”.
Con el Congreso a modo y con el PRI y el PAN en perfecta sincronía, Salinas no tuvo problema en comenzar a parchar la Constitución a su conveniencia y crear su “marco de derecho” para los planes que urdía junto con el francohispano Córdoba Montoya y su magno “consejero empresarial” Claudio X. González Laporte, acompañados por la asesoría del inefable Fernández de Cevallos, ya afamado como “Jefe Diego”.
Salinas hizo y deshizo a su gusto preparando -a costa de los mexicanos- su protagonismo mundial, haciéndose infaltable en los foros económicos y en cuanto evento podía obtener relumbrón, camino a la Organización Mundial de Comercio (WTO), nuevo organismo que se gestaba al amparo del GATT (acuerdo general sobre comercio y tarifas), que nacería con el fin de su sexenio. Echeverría quiso la ONU y los empresarios se la frustraron. Salinas ya los tenía alineados para lograr la OMC.
En ese entorno, los políticos profesionales empezaron a recibir grandes “premios” por su comprensión a las necesidades ejecutivas del gobierno, y tuvieron su apogeo en el muy publicitado Pacto por México, que le sirvió a Enrique Peña Nieto y su “nueva generación” del PRI para mostrarse como Salvador de México, según la portada de la revista Time que compró a buen precio (hoy se va sabiendo el tamaño de esa propaganda para distraer al pueblo de México, a sus expensas). Entre el costoso incienso al Presidente Bonito se percibió el valor de las Plurinominales, pues los más conspicuos firmantes del PPM eran los dirigentes partidistas acunados en sendos asientos plurinominales. Sin buscar ni lograr un solo voto, obtuvieron millonadas por emitir y hacer que se emitiera la votación apabullante de las “reformas estructurales” para rematar el país a los buitres privados de adentro y de afuera.
Entonces las curules Plurinominales se volvieron las más peleadas por los políticos de todos los partidos. No era para menos. Sin sudar una sola gota ni gastar un solo peso, tenían su asiento asegurado y sólo bastaba esperar los recuentos y cálculos actuariales de las autoridades electorales, para ir por su constancia y documentos oficiales de sus respectivas cámaras… ¡y a cobrar sus dietas y disfrutar su fuero! Casi el paraíso con los primeros lugares de las Listas de Plurinominales.
Pero llegó el revolcón que les dio Andrés Manuel en 2018 y comenzaron los sofocones. El pueblo empezó a enterarse de la magnitud del saqueo y pillaje hecho en el país por los traficantes de influencias y Medios, que proclamaban un ficticio avance nacional, como si todo el Pueblo disfrutara el botín de los acomodados.
Con ese conocimiento cada vez más abundante mientras más se ahondan las investigaciones, la gente ve la inutilidad y enorme costo de los legisladores Plurinominales, igual que los “órganos autónomos” y fideicomisos omisos en rendir cuentas. Sólo bastó que el Presidente López Obrador hiciera cumplir la ley, aunque fuera la corrupta hecha por corruptos para proteger y acrecentar su corrupción. Empezó a fluir dinero para financiar beneficios para el país, SÓLO ACABANDO LA CORRUPCIÓN.
A escasos 3 meses de los comicios de mitad de sexenio, va creciendo el clamor vuelto exigencia, de acabar con la nefasta herencia neoliberal de los Plurinominales. Si los líderes partidistas pretenden fuero y dietas, que trabajen por ellas. Que emprendan campañas para pedir el voto ciudadano y luego respondan por ello.
La gente parece cada vez menos dispuesta a seguir tolerando y pagando ‘pará$ito$’ costosos.