Pasaron las recientes elecciones de gobernadores y los resultados revelan un nuevo mapa político del país, que comienza a ubicar a cada quien en el sitio que le corresponde, a pesar de que todavía falta un proceso electoral más para llegar al momento que definirá la sucesión presidencial, que servirá como un balance final del gobierno actual en materia política.
Por lo pronto podríamos comenzar consultando el mapa político de los gobiernos estatales como se veía en 2017 y ahí veremos que en ese año Morena no gobernaba ningún estado de la república, aunque ya contaba con 35 diputados federales cuyas curules había ganado en 2015.
En 2018 no solamente ganó la presidencia de la república con el 52% de los votos emitidos por los ciudadanos, sino que consiguió llevarse 5 estados con Chiapas, Tabasco, Veracruz y la Ciudad de México, además de Morelos en coalición con el Partido Encuentro Social que a estas fechas ya perdió su registro.
En 2019 consiguió ganar las elecciones en Baja California y en Puebla, pero en 2021 vino la debacle absoluta de la oposición, ya con dos años y medio del trabajo desarrollado por el gobierno federal, viéndose resultados concretos en cumplimiento de las promesas de campaña realizadas por el presidente López Obrador.
Después de un manejo pulcro y eficiente de la pandemia, así como del proceso de vacunación en un entorno de lo más complicado, la ciudadanía reconoció el avance de la tan prometida transformación y a pesar de las feroces resistencias que desataron una guerra mediática y jurídica contra todas las acciones emprendidas por el gobierno federal, votó para que el partido Morena ganara 11 de los 15 estados que se disputaban y uno más que ganó el Partido Verde como aliado de Morena.
En ese año Morena fue elegido en Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Baja California Sur, Sonora, Tlaxcala, Zacatecas y Baja California que renovó gobernador a los 2 años de haber elegido al anterior. El Partido Verde aliado con Morena ganó la gubernatura de San Luis Potosí. En este proceso el PAN logró conservar Querétaro y Chihuahua, por otro lado Movimiento Ciudadano le arrebató Nuevo León, no habiendo ganado nada como alianza con el PRI y el PRD.
Este año el PRIANRD parecen haber ganado Aguascalientes y Durango para el PAN, y digo “parecen” porque fueron procesos llenos de delitos electorales, que todavía se verá si pueden conservar por lo desaseado de su participación, que generó 442 demandas ante el Tribunal Electoral.
Sin embargo fue muy distinto en los otros 4 estados; Quintana Roo que era gobernado por el PRD lo ganó Morena, por el triple de votos recibidos a favor de la coalición del PRIANRD; Oaxaca e Hidalgo que gobernaba el PRI, los perdió recibiendo la mitad de los votos emitidos a favor de Morena; finalmente Tamaulipas que es gobernado por un delincuente panista coludido con el narcotráfico y el crimen organizado, se les fue de las manos por más de 10 puntos, a pesar de todo el esfuerzo que hizo el gobierno local por evitarlo.
En resumen, en 2017 los partidos que forman la alianza del PRIANRD gobernaban 32 estados; hoy gobiernan 8 y dos los gobierna Movimiento Ciudadano. Morena gobierna 21 y el Partido Verde como su aliado, lo hace en uno más. Cuatro años después del momento en que no gobernaba a nadie, Morena hoy administrará los territorios donde vive el 56% de los mexicanos y controla el 57% del presupuesto destinado a los Estados. A la oposición le quedan 2 estados con límites fronterizos y dos con salida al mar. En pocas palabras, con la ola guinda la oposición está rodeada y su alianza no va a resistir las derrotas.
Como dijo el filósofo nacido en la India, Rabindranath Tagore: “El bien puede resistir derrotas; el mal no”.