Por: Javier Cravioto
@author_cravioto
En otro nuevo intento de mezclar agua con aceite surge una “nueva” avanzadilla política a cargo de la ya muy conocida y risible mezquina oposición mexicana.
Bajo la muy inteligente idea de nombrarse Frente Cívico Nacional (FRECÍN) (cuya elección de así nombrarse es digna de estudio, bien de psicoanálisis o bien de estulticia absoluta) se vuelven a agrupar los mismos ex funcionarios, vividores, plañideras y demás fierro viejo que pulula aún en la política mexicana bajo la premisa del odio y obstrucción a la 4T y al presidente López Obrador.
Bien, pues estos frecines que no son otra cosa que fresines venidos a menos, son encabezados por nada más y menos que Gustavo Madero, Guadalupe Acosta Naranjo, Fernando Belaunzarán, Beatriz Pagés, Roberto Gil Zuarth, Emilio Álvarez Icaza, es decir, los mismos personajes obsoletos a los que la ciudadanía ya sacó del poder y que sin embargo se niegan a ver esa realidad. Creen que tener los recursos económicos de sus promotores, seguramente la mafia XGonzalista, es lo que se requiere para volver a encabezar un gobierno en México.
No van a desistir, cambian de membrete cada vez que queman uno, ya fueron: “Futuro 21”, “Chalecos Amarillos”, “Observatorio Ciudadano”, “Sociedad Civil México”, “México Despierta”, “FRENA”, “Fuerza Social por México”, “Todos contra AMLO”, “Va x México”, más los que se acumulen esta semana, y hoy se convierten en frecines (mi corrector que es muy perspicaz insiste en ponerme fresines). Mientras fluyan recursos económicos de fuentes oscuras de los que se puedan repartir entre su presunto cabildeo y sus billeteras propias insistirán, una y otra vez, en que ahora sí, con el grupúsculo que formen serán los futuros gobernantes.
Tal vez es hora de analizar de dónde les llegan los recursos porque siguiendo ese hilo sabremos de que fuente de dinero público desviado, recurso de procedencia ilícita, ONG o “fundación altruista” (sic); es de donde se les mantiene bien aceitados como para pagar y organizar reuniones y medios de comunicación por todo el país.
Y sin embargo, vamos a asumir que hay un nuevo grupo que aglutina a la oposición al presidente López Obrador y la 4T; ¿A quién se le ocurre que pueda estar encabezado por personajes del reciente pasado de corrupción, saqueo y malas ideas? ¿Con qué cara pueden dirigir estas torvas y tristes personalidades, esfuerzos que, en teoría incorporan conceptos y propuestas de beneficio social al juego democrático?
La sociedad ya los sacó del poder, sus partidos han desaparecido o están a punto de hacerlo, el apoyo ciudadano no existe para este tipo de apuestas conservadoras, elitistas, clasistas y mafiosas que con su presencia le hacen un gran daño al medio político mexicano; no solo por lo que representa su historia de vida y hechos, sino porque dejan a una parte de la sociedad, a aquella a la que le gustaría tener una propuesta distinta a la 4T, dándose de topes en la pared al saber que lo único anti 4T es el cascajo que hoy les dice: ya cambié, no soy el de antes, dame otra oportunidad, en la voz de los mismos que destruyeron al país.
Estos “fresines” son los mismos haciendo lo mismo. ¿Hasta cuándo?
