Que los ciudadanos le ‘bajen’ a la calefacción; es la solución de los políticos para la crisis energética en Europa
Para solucionar la crisis energética que azota a Europa, agravada por el impedimento a la importación de petróleo, carbón y gas rusos como parte de las sanciones unilaterales impuestas a Rusia por la invasión a Ucrania, el alto representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, propone la “brillante” idea de que los habitantes de la región sean los que hagan un esfuerzo colectivo para reducir el consumo de gas en casa, “bajando la calefacción“, por ejemplo.
Así, los encumbrados políticos europeos pretenden sostener sus decisiones injerencistas, apegadas a las instrucciones norteamericanas, de “castigar” a Rusia, sobre los hombros de los europeos, quienes deberán ahora alumbrar sus casas con linternas, además de calentarse y cocinar con leña.
Y es que, debido a la dependencia de Europa por los combustibles rusos, en la realidad se hace insostenible en el tiempo el tipo de sanciones que se pretenden y así lo expresó puntualmente Alemania, con su rotunda oposición al embargo contra Rusia y hasta los Estados Unidos, que prohibió la importación de petróleo ruso a su país, tuvo que recurrir a Venezuela para poder hacer frente a su determinación.
Y, para “convencer” a los europeos del “sacrificio patriótico”, Borrell recurre al gastado discurso de que “La defensa de los valores liberales no se hará si no existe un compromiso político de los ciudadanos dispuestos a pagar un precio”, pues, dice, “los europeos debemos ser capaces de hacer frente al reto lanzado por Rusia”.
pero además, Borrell absurdamente compara una catástrofe natural, como es la pandemia por Covid-19, con un problema creado por decisiones políticas, como es la guerra, pidiendo que el compromiso colectivo asumido para hacer frente a la mencionada pandemia sea el mismo para sostener las sanciones a Rusia, pidiendo a la población que “reduzcan el gas en sus casas, disminuyan la dependencia de quien ataca a Ucrania y comprometámonos mas en una defensa colectiva”.
Por su parte, en un análisis simplista y superficial, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, señala que “tenemos que ser independientes del gas, el petróleo y el carbón ruso. No podemos confiar en un suministrador que explícitamente nos amenaza”, por lo que “a menor consumo, menos gas se necesitará de Rusia”.