Los ataques de la prensa conservadora han encontrado un nuevo objetivo: Beatriz Gutiérrez
Si ustedes ponen atención a las noticias que la prensa conservadora publica a diario, podrán observar que, en los últimos días, las descalificaciones contra el gobierno de López Obrador, han encontrado nuevo destinatario.
Los periodistas “fifís, corrigen el ángulo de sus disparos, apuntando a la esposa del presidente de la república.
Con motivo de la carta que dirigió Andrés Manuel al rey de España, para que se pidieran disculpas a las víctimas americanas, que padecieron el terror que significó la conquista española en nuestro país, se habla hoy en esta prensa, de que la idea original para elaborar dicha misiva, no fue del presidente, sino de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller.
Se dice esto, como si se tratara de una falta que involucra y perjudica al gobierno mexicano, lo cual es totalmente falso.
De haberse comentado algo al respecto y ser cierto que esa idea fue compartida entre el presidente y su esposa en el ámbito familiar, nada tiene de particular un hecho que se da en todas las familias mexicanas. Platicar sobre hechos interesantes, sucedidos durante la jornada, es lo habitual.
Aquí no se trata, como se intenta hacer creer, de situaciones de Estado que son competencia exclusiva del ejecutivo. Es un asunto relativo a un evento sucedido hace casi 500 años. Se pide una disculpa que no implica recriminación, ni reparación de daños.
Es un acto de nobleza que pudo haber concedido el gobierno español, de idéntica manera a como lo han hecho muchas otras naciones que tienen en su pasado, puntos oscuros pendientes de aclarar.
No afecta en nada la relación bilateral entre los dos países, ya que cualquier respuesta es aceptable.
La negativa de España para responder positivamente a lo requerido, se toma como una de las varias posibilidades contempladas anticipadamente y nada particular ocurre en consecuencia.
La comentocracia mexicana, por el contrario, habla de usurpación de funciones que son exclusivas del presidente. Señala que la estabilidad en la relación con el gobierno español, se puso en riesgo y de que el protagonismo de la esposa de Andrés Manuel, es evidente.
En realidad, la decisión final sobre lo que se hace o deja de hacer en asuntos de Estado, recae en la figura presidencial incuestionablemente. No obstante eso, todo presidente cuenta con grupos de asesores, secretarios de estado, especialistas consultados, que aportan elementos para que el juicio final que asuma el ejecutivo, ser el más acertado posible.
¿Por qué su esposa debería ser descartada de entrada, para dar su punto de vista sobre algún asunto que el presidente le comparta?
¿Decide ella, o lo hace Andrés Manuel después de escuchar ésa y otras opiniones sobre el particular?
La mala fe de la comentocracia conservadora, es evidente en este asunto.
No le encuentran zonas débiles a López Obrador, porque no los tiene. Han intentado poner en práctica todas las argucias que señala el manual de “el perfecto chayotero”, sin obtener resultados positivos.
La popularidad y credibilidad de López Obrador no bajan. Sigue contando con el apoyo y la aprobación del pueblo.
Los ataques a Beatriz Gutiérrez son, más que una estrategia sólida, una ocurrencia de momento. Necesitan hablar de algo que empañe el trabajo del actual gobierno. No encuentran fallas verídicas y deben inventar noticias falsas que den el aspecto de verdad. Se trata de engañar, para favorecer a las opciones políticas conservadoras.
En el corto plazo, viendo las formas equivocadas que elige la derecha para enmendar el camino y ser una opción política real, no se ve el modo en que Puebla y Baja California, que eligen gobernadores en unos meses, se mantengan en poder de esa oposición débil, desacreditada y carente de confianza para el elector.
No es con mentiras como se recupera el camino. La sociedad mexicana ha madurado bastante desde las últimas dos elecciones y no se deja engañar tan fácilmente, como sucedía en tiempos neoliberales.
La prensa “fif”, se muestra ofendida por los calificativos que con justa razón se le aplican a diario, pero tampoco hace algo por cambiar su anquilosado y desacreditado estilo de información. La mentira no funciona; el engaño se nota y por lo mismo, no pueden aspirar tampoco a mejores tiempos.
Lo de Beatriz Gutiérrez es solo una muestra de cómo los conservadores y sus periodistas afines, intentan infructuosamente golpear una construcción sólida, como es el gobierno de la IV Transformación.
Consignamos el hecho, para dar cuenta de la falta ética en este tipo de periodismo. En realidad, no es de importancia lo que hagan o digan; les ha resultado imposible descarrilar al gobierno que encabeza López Obrador. Y así van a seguir.
Malthus Gamba
@MalthusGamba