La oposición sin rumbo para el 2021: Nada que ofrecer
El cerco de las autoridades estadounidenses en torno a Felipe Calderón, se va cerrando día a día. Cada movimiento que se da en la Corte norteamericana, relacionado al caso de Genaro García Luna, evidencia que existen elementos que pueden llevar a prisión al expresidente panista.
Nos enteramos por la prensa del país del norte, que ya no hay acceso al expediente de García Luna. Dejó de estar abierto al público. Y esto da mucho en que pensar, ya que en los tribunales de ese país, solo limitan el acceso a esta documentación por dos motivos: cuando se trata de un asunto de seguridad nacional y por lo mismo, hay información delicada que no puede ser compartida públicamente. El otro caso que se conoce para cerrar el acceso a expedientes, sucede cuando el acusado ha manifestado su disposición para colaborar con las autoridades del país.
Recordemos que para conseguir beneficios al momento de la sentencia, por haber colaborado con la autoridad, el acusado debe proporcionar informes confiables sobre delitos cometidos por personajes de igual o superior jerarquía a la de él.
Si delata a un chivo expiatorio, de nada le servirá su pobre colaboración.
¿A quién podría involucrar o delatar Genaro García Luna para lograr una condena más favorable? El único nombre que suena en este momento, es el de Felipe Calderón.
Recordemos que este expresidente que llega al poder por la vía panista, es hoy en día una pieza menor y desechable en el tablero político mundial.
Para los Estados Unidos carece de valor. Lo habían dejado al margen de todo asunto público por lo mismo, pero Felipe el que fracasa en todo, el que convirtió a México en un panteón monumental, el que destruyó en buena medida al PAN, tuvo la brillante idea de visitar China, enemigo económico de los Estados Unidos, para ver la operación de la fábrica de Huawei.
Subió fotos a redes sociales y habló mucho de esta visita.
Ese error le está costando bastante actualmente. Que un personaje sin valor político, apueste por la difusión y potencial expansión comercial de una fábrica China en la frontera sur de la Unión Americana, no se lo perdonan.
Donald Trump tomó medidas al parecer y al poco tiempo es arrestado sin mayores explicaciones, Genaro García Luna.
Aparte a esto, en plena campaña por su reelección, Trump ha señalado en varias ocasiones, que su primera prioridad para demostrar la corrupción que se dio durante el gobierno de Barack Obama, es poner en claro cómo se estructuró el operativo “Rápido y Furioso”.
Quiere presentar toda la información referente a este tráfico ilegal de armas, operado por agencias de seguridad norteamericanas y por los responsables del gobierno mexicano de entonces.
Felipe Calderón está en la mira de Trump y él lo sabe. Por eso su intervención política decidida a favor del candidato republicano Joe Biden. A esa carta le apuesta todo en este momento. Incluida su libertad futura.
Por si fuera poco, Calderón enfrenta la presencia de John Ackerman en el Consejo de Evaluación del INE. Su organización política “México Libre”, corre el riesgo de no reunir los requisitos necesarios para ser aceptado por el INE.
Para nadie es secreto que en el pasado, Calderón y su esposa Margarita Zavala han recurrido a la alteración de documentos para intentar engañar a las autoridades electorales. Fueron multados por este motivo. Hoy, el riesgo es que Ackerman y los demás evaluadores, encuentren actas de asambleas alteradas, firmas falsas, cifras de gasto de campaña superiores a las que marca la Ley.
Calderón mantiene una fortaleza irreal, inútil, artificial y escandalosa en redes sociales. Ahí sus granjas de bots muestran su vulgaridad y la nula capacidad para presentar ideas que despierten el interés ciudadano. Los bots calderonistas se dedican a insultar un día sí y el otro también al presidente y a su familia de manera personal. No es una estrategia seria, donde se hacen propuestas y señalan errores del adversario. Es una guerra de lodo que en lugar de ayudar a la causa conservadora, la acaba de hundir.
Por parte de los demás contendientes reaccionarios, hemos visto en los últimos días cómo el frente de gobernadores opositores al presidente López Obrador y a la Cuarta Transformación, se desbarata miserablemente.
Guanajuato es actualmente tierra de nadie. El gobierno estatal brilla por su ausencia. Las muertes diarias se acumulan, haciendo de ese Estado el lugar más violento del país.
A tal grado se ha dado este deterioro, que el gobernador panista se ha visto obligado a reconocer públicamente su fracaso y solicitar al gobierno federal su intervención, para dar seguridad a los habitantes en la Entidad.
El modelo neoliberal que seguía siendo aplicado en ese Estado, demuestra nuevamente que la vía para la paz y la tranquilidad, no corre a través de la ruta propuesta por los conservadores.
Lo mismo está pasando en Jalisco. Enrique Alfaro, bueno para el desplante, el grito, la represión y la amenaza, termina presentándose públicamente como conejo asustado, ante las amenazas que supuestamente, ha recibido del CJNG. Anteriormente Alfaro había declarado que en su Estado, quien en verdad gobierna es el crimen organizado.
Otras fuentes radicadas en la Entidad, señalan que el actual gobernador (que llega al poder por la vía de Movimiento Ciudadano), ha estado en la nómina de dicho cártel. Al haber fallado en su encomienda para brindar protección y apoyo al grupo criminal, o al haber pactado con otra agrupación rival al CJNG, hoy lo persiguen y amenazan sus antiguos compañeros.
Sea como sea, Jalisco no tiene una autoridad responsable y de respeto en este momento. Enrique Alfaro, que pretende ser candidato a la presidencia en el 2024, se ha ganado a pulso la desaprobación de la sociedad de su Estado primeramente y del país entero, en segundo término.
El bloque de gobernadores opositores se agrieta ante los ojos del pueblo. Sus integrantes cargan con un desprestigio inocultable.
¿A que puede aspirar una oposición marcada por la incompetencia, corrupción e insensibilidad?
¿Qué pueden ofrecer al pueblo de México rumbo al 2021?
La única respuesta es: NADA.
La oposición está no solo moral, sino totalmente derrotada.
Vacía. Sin proyecto. Sin personalidades honorables. Perseguida y acorralada.
2021 será el escenario de la muerte de un proyecto neoliberal, que de tan podrido, no tuvo manera de reconstruirse, en un intento de segunda oportunidad.
La podredumbre llegaba hasta sus cimientos. Nada podía hacerse.
Malthus Gamba