Azcárraga-Televisa ve cerca su tiempo de pagar
Por Miguel Angel Lizama
@Migueliz8
La detención del ex-fiscal Anti-Corrupción de Nuevo León, Ernesto Canales, revive otro sucio pasaje de injusticias en que también estuvo involucrado el hoy líder de la fracción casi extinta del PRD en el Senado, Miguel Ángel Mancera, para favorecer servilmente a EMILIO AZCÀRRAGA JEAN contra una de las viudas de su padre, PAULA CUSI.
Heredero del imperio audiovisual que fundó su abuelo, Emilito tuvo muchos problemas desde el principio, pues su masa accionaria estaba atomizada, ya que su padre había dividido su herencia antes de morir, por lo que comenzó a recuperar sin tanta resistencia las acciones en poder de hermanas, tías y primos. Pero se enfrentó a los herederos de Guillermo Cañedo de la Bárcena, el carnalito del alma del Tigre Azcárraga, que con sus acciones heredadas querían retener el control del consorcio, aprovechando la confianza que el mayor de los hermanos Cañedo White, tenía entre los inversionistas de Wall Street por ser identificado como el que transformó a Televisa de monopolio televisivo en un conglomerado de Medios.
El pleito entre los herederos Azcárraga y Cañedo llegó hasta Los Pinos donde Ernesto Zedillo zanjó la diferencias al sentenciar: “Para mí, Televisa ES Azcárraga”. No hubo más que alegar. Hasta los herederos del Presidente Alemán, se avinieron al arreglo con Azcárraga Jean para ceder sus acciones, igual que otros pesudos. Sólo quedó pendiente la penúltima viuda del Tigre, PAULA CUSI (ENCARNACIÓN PRESA MATUTE, famosa por la pregunta diaria de Jacobo Zabludovsky: “¿Ya llegó Paula?”, antes de que la imponente rubia apareciera a cuadro para dar el horóscopo del día).
Ella no estuvo de acuerdo con el valor que se le estaban dando a las acciones que le heredó el Tigre, como protección de su futuro. Emilito le tenía tirria igual que a la otra viuda ADRIANA ABASCAL LÓPEZ CISNEROS, pero ésta no le buscó tres pies al gato y aceptó el arreglo que le propusieron.
Paula Cusi inició un juicio civil para que se tasara mediante perito el verdadero valor de sus acciones, pues en Televisa alegaban que su monto disminuyó por el volumen de adeudos que tenía el Tigre Azcárraga. Ella confió en la justicia mexicana que no es confiable, especialmente cuando hay políticos serviles como el entonces Procurador del DF, Miguel Ángel Mancera, queriendo quedar bien con un poder fáctico respaldado por Los Pinos.
El juez civil que llevaba su caso citó a Paula a desahogar una diligencia y cuando salió, agente judiciales la detuvieron con una orden de aprehensión emitida por el hoy senador del PRD, con la acusación de Falsedad en Declaraciones. Aunque nunca emprendió una denuncia penal que ameritara declaración alguna, la magia tramposa de Mancera hizo penal un litigio civil por influencia del abogado de Televisa, Alonso Aguilar Zinser. Este recurso de acusar hechos penales en juicios civiles es muy socorrido por abogados con buenas relaciones en las Procuradurías (hoy Fiscalías) con titulares poco escrupulosos. Mandar policías judiciales para llevar a un encierro en celdas poco acogedoras, dobla a cualquiera. Más a una mujer acostumbrada a tratos preferenciales, que pelea por los cauces debidos lo que considera correcto.
El caso es que el abogado de Paula, el hoy detenido Canales, le “sugirió” que se desistiera del pleito contra Azcárraga y saldría de inmediato. La trampa fue evidente. Muy a su pesar, la pobre mujer tuvo que ceder, firmar el desistimiento de su pleito contra su hijastro y tragarse su coraje por el enorme atropello. Salió humillada, pero no resignada. Mancera se cubrió de gloria con Emilito y esperaba glorias mayores que no se le dieron y tuvo que conformarse con derrota tras derrota y el mendrugo que hoy saborea resignado en el Senado.
Ocho años después de ese hecho, le llega su karma a Emilito. Su “herencia” se hunde cada vez más, en medio de un desprestigio creciente cuando creyó ser omnipotente al imponer un presidente que lo llenó de riquezas y canonjías. Sus medios de comunicación perdieron toda credibilidad e importancia con la irrupción de las “benditas Redes Sociales”, Su mina política se le secó cuando una votación memorable lo echó de Los Pinos, y sus balances contables registran pérdida tras pérdida, que hace que sus inversionistas de Wall Street se alejen de lo que fue un imperio, como si estuviera apestado.
Y para amolarla de acabar, la humillada Paula Cusi aprovecha el giro de 360 grados que le dio el pueblo de México a la política corrupta donde Televisa señoreaba y decidía quién sí y quién no, para reclamar lo que en justicia estricta le correspondía y que le fue negada a la mala. No lo ha dicho abiertamente, pero se quiere cobrar las afrentas que debió sufrir… y parece que va a lograrlo. Por lo pronto, ya cayó su “abogado” que en vez de defenderla, sólo le aconsejó desistirse para abandonar la cárcel. Canales, Mancera y Azcárraga ignoran que lo peor que puede hacer un hombre es discutir o pelear con una mujer, pero peor de lo peor es humillarla.
MÉXICO NO ES EL MISMO y Andrés Manuel López Obrador sabe que hay muchas injusticias por corregir y lo está haciendo a pesar del Poder (per)Judicial que se resiste a cambiar y está parcialmente decidido a sabotearlo para ver si en una de esas regresan los corruptos a quienes les deben su actual bonanza y de quienes esperaban mayor riqueza. Pero ya es su tiempo de pagar, así que…
¿YA LLEGÓ PAULA?