Una leyenda llamada López Obrador
“Es lamentable ver cómo el poder mediático, protege al poder corrupto”.
Con estas, u otras palabras semejantes, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, se dirigió a los representantes de los medios informativos tradicionales en su país, en la conferencia mañanera de este día.
Las preguntas que lanzaron los reporteros argentinos a su presidente y también a su homólogo mexicano López Obrador, fueron del mismo corte de las que lanzan a diario los enviados de El Universal, o el Reforma, para descalificar cualquier acción del gobierno del cambio.
La misma politización que vemos en nuestro país, por la estrategia que sigue el gobierno para controlar la pandemia de Covid-19 y para distribuir adecuadamente las vacunas que llegan del extranjero.
La prensa conservadora argentina, en nada difiere de la que vemos a diario en México, buscando la manera de deslegitimar a un gobierno que actúa con honestidad y de cara al pueblo.
En un momento difícil para el mundo entero, tratan de sacar raja política de una enfermedad que ha causado miles de fallecimientos en todas las naciones del planeta.
Los intereses económicos y políticos, juegan un papel determinante en todas sus acciones. No así el valor de la vida humana y la solidaridad con quienes padecen.
Los presidentes de México y Argentina, pusieron en evidencia la decadencia política, económica y moral, de un neoliberalismo que se encuentra en etapa agónica en ambas naciones.
Aquí en México, después de treinta y seis años de sufrir gobiernos de este corte, se comienza a reconstruir sobre las ruinas que dejó a su paso un sistema que solo favoreció a unos cuantos.
En Argentina, donde el gobierno neoliberal de Mauricio Macri deja una deuda impagable, unas finanzas públicas lamentables y problemas de todo orden, que debe enfrentar la nueva administración, el establecimiento de un nuevo régimen democrático encara al poder político, mediático y económico conservador, que lucha también por mantener sus privilegios.
Ambos presidentes destacaron un punto significativo en esta batalla diaria en contra del neoliberalismo. Los grupos reaccionarios crearon durante el tiempo en que fueron gobierno, un tipo de relación político empresarial, en la que la corrupción fue la piedra de toque.
Esa corrupción es idéntica en México y Argentina y está representada por el mismo tipo de intereses y personajes.
Sus aliados más firmes se encuentran manipulando la información que se intenta hacer pasar como verdad. El engaño es el único argumento que conocen y piensan que aún es posible manejar el sentido de la opinión pública, desde las lujosas oficinas donde se preparan las noticias falsas que se venderán como realidad.
Ese intento conservador se está quebrando en todos los países del continente americano. Alberto Fernández señaló en esta conferencia, que las mañaneras de López Obrador son ya un mito en todos los países del continente.
Es reconocido el esfuerzo de nuestro mandatario, para brindar al pueblo de México un espacio oficial, en donde se dé cuenta de las acciones de gobierno y se desenmascaren al mismo tiempo, las noticias falsas que intenta posicionar la prensa conservadora.
Un ejercicio de libertad informativa novedoso y que ha demostrado ser efectivo en la práctica.
La prensa reaccionaria no ha podido fijar la agenda diaria al presidente y solo puede escudarse en las noticias falsas, en un intento desesperado por disminuir el apoyo popular que le brinda el pueblo al presidente.
En la conferencia de este día, el presidente argentino señaló que, en este momento, está en pláticas con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, para que de manera conjunta, se presente ante Naciones Unidas una propuesta para que las vacunas producidas para prevenir contagios de Covid-19, sean consideradas como un “bien de la humanidad”. Se pretende que aquellos que cuentan con las patentes sobre estas vacunas, renuncien a sus derechos sobre las mismas. De este modo, se da oportunidad a cualquier país para acceder a las fórmulas patentadas y producir sin problema alguno, las dosis requeridas en cada nación.
La intención del presidente Alberto Fernández, es pedir a López Obrador que se sume a esta iniciativa. El liderazgo de nuestro presidente es reconocido a nivel mundial.
Los grupos conservadores en nuestro país, señalaban hasta hace poco que el gobierno del presidente López Obrador, no sabía manejar las relaciones internacionales de buena manera. Ponían como ejemplo de corrección, a los cancilleres y mandatarios del pasado, que fueron serviles con nuestro vecino del norte e incapaces de fortalecer lazos de unidad, con el resto de las naciones del continente.
Estos presidentes serviles, solo se preocuparon por mantener contentos a los gobiernos norteamericanos en turno.
Con López Obrador todo cambia y nuestro país, aparte de ser reconocido por su política no intervencionista, fortalece su posición a nivel mundial, por la forma en que se relaciona con las naciones emergentes del mundo. Las vacunas que se están produciendo para enfrentar la pandemia de Covid-19, son tema que interesa a México, no solo por lo que significa contar con las mismas para beneficio de la población de nuestro país. Son importantes también, por la necesidad evidente de hacerlas llegar en forma equitativa, a todos los países del mundo.
López Obrador lo expresó claramente el día de hoy. “Hay más de cien naciones en el mundo, que no cuentan con una sola dosis de cualquier vacuna en este momento”. “¿Es eso justo?”. “¿Dónde queda la fraternidad entre los pueblos”?
Hay intenciones de intervenir ante organismos internacionales, para conseguir que el reparto de vacunas en todo el mundo, sea justo y sin privilegios.
El presidente de México está dando muestras de ser no solo un mandatario efectivo y ampliamente reconocido dentro de nuestro país.
Es un estadista al que se respeta y se mira como ejemplo a seguir en otras naciones del mundo.
La Cuarta Transformación está tejiendo una historia de cambio dentro y fuera de México y quienes de una u otra forma participamos en ella, debemos sentirnos orgullosos de formar parte de este cambio.
Una revolución sin balas ni fusiles, en la que la mayor parte del pueblo de México, se encuentra comprometido.
Y con un presidente querido y respetado en todo el planeta.
Malthus Gamba