¿Qué importancia tiene la captura y próxima repatriación de Emilio Lozoya Austin?
Creo que son tres aspectos los que deben considerarse al respecto.
El peso varía, según la óptica de la instancia pública o social que lo visualice.
La primera visión sobre este caso, tiene que ver con el gobierno de la Cuarta transformación, que ha trabajado desde su llegada al poder, para que se esclarezcan en todo lo posible, los mecanismos de corrupción que operaron dentro de la administración pública federal, durante el periodo neoliberal que acabamos de dejar al margen de nuestra historia.
López Obrador lo ha señalado infinidad de veces. Lo principal es que el pueblo de México conozca qué fue lo que realmente sucedió en el país durante el periodo en que gobernaron los neoliberales.
Incluso ha señalado que el aspecto de si es posible o no fincarles responsabilidades penales o administrativas, queda en segundo plano. Lo realmente importante es conocer la verdad. Impedir que esos personajes vivan en adelante como personas respetables. Deben quedar exhibidos públicamente, como ejemplo de lo que nunca debe hacer un funcionario púbico.
Hoy el presidente precisó que hay que llevar ante la justicia a estos delincuentes de cuello blanco.
En el caso de Emilio Lozoya esto ocurrirá una vez que pise territorio mexicano. Pero puede ser que evada el castigo que pudiera imponerle la justicia mexicana, si su colaboración con las autoridades del país, permite que otros políticos, funcionarios públicos del más alto nivel y empresarios convertidos en traficantes de influencias, sean desenmascarados y llevados ante la Ley, por delitos relacionados con la corrupción institucionalizada que impulsó el neoliberalismo.
El mecanismo de “criterio de oportunidad”, permite que el acusado que proporciona información valiosa para la captura de otros delincuentes relacionados con los delitos por los cuales está siendo procesado, deje de ser sujeto de investigación.
Lozoya quedaría en un momento dado en libertad, siempre y cuando sus informes permitan la detención de otros exfuncionarios públicos, que serían acusados de actos de corrupción, delincuencia organizada, lavado de dinero y cohecho.
Para el gobierno del cambio, es de suma importancia exhibir a los delincuentes relacionados con la corrupción que imperó durante los pasados gobiernos conservadores.
Solo así se podrá impedir que actos de tal naturaleza, se repitan en el futuro dentro de nuestro país.
La segunda visión sobre la captura del Emilio Lozoya y su presentación ante los tribunales mexicanos, tiene que ver con la óptica que los conservadores dan al asunto.
Ya comienzan a aparecer las columnas de periodistas identificados con la causa neoliberal, en donde se dice que el asunto de Lozoya es más bien una acción meramente electorera por parte del gobierno del presidente López obrador.
Raymundo Riva Palacio, uno de los peones más visibles en los “medios sicarios”, ha escrito tres colaboraciones al hilo en El Financiero, donde señala que la presentación de Lozoya Austin ante la justicia mexicana, empata con los “tiempos electorales” que se avecinan. Quiere convencer a su poca audiencia y a los despistados que encuentre en el camino, de que lo importante en el asunto, es la manera en que el presidente López Obrador usa el caso Lozoya para “desprestigiar” (como si necesitara ayuda externa), al expresidente Felipe Calderón, al partido Acción Nacional y al resto de la oposición que pretende participar en el proceso electoral 2021. El presidente, dice, quiere favorecer a Morena.
Para este tipo de periodistas, la corrupción que vivió el país en sexenios pasados, no es importante en sí misma. Recordemos que buena parte de estos informadores del pasado, fueron beneficiarios de la corrupción imperante. Crecieron y vivieron dentro de ese ambiente y no ven mayor problema en que los gobernantes deshonestos de ayer, vivan hoy sin castigo, disfrutando de su riqueza mal habida y gozando de un respeto social inmerecido.
La captura de Lozoya es para ellos una nueva oportunidad para golpear a la Cuarta Transformación y al presidente López Obrador.
Riva Palacio llega al extremo de señalar que habrá gente de Morena que saldrá salpicada por las declaraciones de Lozoya.
Concretamente se refiere al actual gobernador del Estado de Puebla, Miguel Barbosa, a quien acusa de ser uno de los firmantes de la Reforma Energética neoliberal, a cambio de favores y dinero de por medio. Barbosa ya apareció en público, desmintiendo este dato. Señala que jamás platicó dentro o fuera del país, de manera personal, con Emilio Lozoya. Que quien tenga pruebas que lo acusen, que las presente.
Si para el gobierno, el centro de la atención al caso Lozoya está en el hecho de que es la mejor oportunidad que tenemos los mexicanos para conocer lo que ocurría detrás de los telones neoliberales, para los pequeños grupos conservadores el centro del asunto se traslada al terreno electoral. Las elecciones del 2021 es una fijación que los impulsa a deformar una vez más la realidad.
Lo primordial pasa a ser secundario y viceversa.
La tercera visión sobre el significado de la captura y extradición de Lozoya Austin, corresponde al pueblo de México.
Los ciudadanos del país, cansados de tanta corrupción, impunidad, violencia y desigualdad, votamos en el proceso electoral del 2018, por un cambio radical respecto al rumbo de esta nación.
Hemos aplaudido las políticas impulsadas por el presidente López Obrador, para acabar de raíz con la corrupción, empezando de arriba hacia abajo. La impunidad no es el pan de cada día en el actual gobierno. Funcionario público del pasado o del presente que es detectado por la comisión de algún tipo de delito, es de inmediato denunciado ante la autoridad correspondiente.
Por eso, para el pueblo del México resulta de suma importancia el que se aplique castigo a todos los infractores de la Ley que vayan apareciendo.
Sangraron al país y a la sociedad durante décadas. Es justo que paguen por sus delitos.
La visión de los conservadores en el sentido de que esta captura obedece a fines electorales, es tramposa y digna de lo peor de la “prensa sicaria”.
Lozoya llega hoy a México, porque su detención en España y su juicio de extradición, se verificaron hace poco tiempo. Habría entonces que preguntar a los españoles, por qué capturan a nuestros prófugos cuando están próximas elecciones intermedias en este país.
Lo cierto es que gobierno y pueblo esperan justicia y verdad, a raíz de esta detención.
Solo los grupos reaccionarios hablan hoy de persecuciones a Calderón, BOAs y FRENAs, que en realidad no inquietan mínimamente al proyecto de transformación que vive nuestro país.
Queremos conocer la verdad sobre el neoliberalismo podrido, que destruyó nuestro pasado. No cuentos infantiles que pretenden esconder esa realidad.
Malthus Gamba