De Loret de Mola a Aristegui, una brecha de credibilidad
México siempre ha vivido una censura a los medios de comunicación, la lista de medios de comunicación que han sido censurados o periodistas que han sido asesinados es muy larga. A nivel internacional los medios de comunicación representan un gran poder mediático para los gobiernos o las corporaciones.
No es casualidad que cuando un gobierno es incomodo para los intereses de los empresarios, desde sus periódicos, estaciones de radio y televisión, se lanzan campañas para calumniar a políticos, tal es el caso de Globo en Brasil, desde donde se atacó al gobierno de Dilma Rousseff o Grupo Clarín en Argentina, donde se criticaba a Cristina Fernández de Kirchner.
El politólogo francés René Bartillac, considera que los medios de comunicación pueden “eliminar, corregir o recortar la información que le acercan al ciudadano [propiciando] Golpes de Estado, campañas de desprestigio o entronización de candidatos”.
Por tal razón en el México del siglo XX y principios del XXI, Televisa fue la principal arma mediática del régimen mexicano, lo mismo para el PRI que para el PAN. Por esta misma razón el “Tigre” Azcárraga consideraba a sus empleados y a él como los “soldados del presidente”.
Entre esos “soldados” figura Carlos Loret de Mola, hijo de un periodista con gran prestigio, Rafael Loret de Mola, quien ha escrito más de treinta libros, con diferentes señalamientos a importantes figuras políticas de México, y quien en la administración pasada fue una voz crítica a la corrupción del Peña Nieto y su grupo.
Sin embargo, su hijo que llegó a ocupar por casi dos décadas el noticiario matutino más importante de México hizo de su espacio un medio al servicio de los gobiernos, la caída de su credibilidad se dio cuando montó el falso arresto de la francesa Florence Cassez, para ayudar al entonces secretario de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI), Genaro García Luna, acusado de nexos con el crimen organizado.
Lo anterior llevó a un conflicto diplomático con el gobierno francés, llevando el caso de Cassez a la Suprema Corte de Justicia, pues se alegó a que se violo el debido proceso y fue así como la corte determinó dejar en libertad a la susodicha.
Esta situación en un país democrático hubiera llevado al despido de Carlos Loret de Mola y de García Luna. Por el contrario, Loret de Mola continuo con su espacio informativo y García Luna ocupó el puesto de secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Calderón, quien lo protegió durante todo su sexenio.
Casi quince años después Loret de Mola ha anunciado el fin de su relación laboral con Televisa, al mismo tiempo que la derecha ha acusado de una supuesta “orden” del presidente López Obrador para acallar al crítico, e incluso han comparado su caso con el de Carmen Aristegui.
Sin embargo, el punto de comparación es muy distinto, ya que Aristegui siempre ha destacado por presentar información incomoda hacía el gobierno e incluso a la que fue su empresa, a quien desde sus micrófonos cuestiono la llamada “Ley Televisa”, por lo cual tuvo que dejar su espacio en W Radio en 2008.
Mientras que, en el sexenio de Peña Nieto, dio a conocer un posible conflicto de interés, por la mansión en Las Lomas de Chapultepec del mandatario mexicano, lo cual, según la misma Aristegui, al presentar el trabajo al dueño de MVS, Joaquín Vargas, éste señaló: “nos van a partir la madre”.
Cabe señalar, que Vargas había tenido un encontronazo con el entonces secretario del Trabajo y Previsión Social de Felipe Calderón, Javier Lozano, pues éste le pedía al empresario no recontratar a la comunicadora, pues si lo hacía su proyecto de banda ancha “se lo llevaría la chingada”.
Por estas y otras razones, la comparación entre Loret de Mola y Aristegui, no tienen cabida, ni tampoco existen pruebas de que exista presión por parte del presidente López Obrador, para que Carlos fue sacado de Televisa. Por el contrario, y como ya se ha demostrado, el periodista no tiene credibilidad, al mismo tiempo que el rating del comunicador han ido en picada por las conferencias mañaneras del presidente.