Hay en la actitud de los congresistas del bloque conservador, una perplejidad y un asombro, que rayan en lo ridículo.
No pueden explicarse ni aceptar que un proceder, una forma de actuar, que ha sido tan suya en el pasado, hoy se critique severamente y los coloque en el banquillo de los acusados.
¿Cómo es posible que Morena y representantes del gobierno, los califiquen de Traidores a la Patria?
¿Por qué el pueblo de México en amplia mayoría, los señala y hace suyo ese grito, que acaba con la respetabilidad histórica que acompañó a los políticos de la derecha neoliberal durante décadas?
¿Por qué se atenta contra su dignidad y honorabilidad, cuando no han hecho otra cosa que seguir la misma línea política de siempre?
Es incomprensible para los miembros de las bancadas opositoras en el Congreso, que hoy se les grite a la cara “Traidores”, cuando la evidencia muestra que traidores, han sido siempre.
Es parte del ADN neoliberal.
México ha sido para ellos, desde los tiempos de Miguel de la Madrid, el gran mercado en oferta, donde se remata todo. El nacionalismo ha sido un estorbo para ellos, pues ese criterio atenta contra las reglas del mercado.
Vender todo lo que produce bienestar a los mexicanos, o asegura el futuro del país, es regla de oro para la derecha.
¿Para qué molestarse en producir bienes, si se pueden comprar en el extranjero?
¿Para qué refinar petróleo, si desde Texas nos pueden surtir toda la gasolina que necesitamos?
¿Para qué educación pública, o servicio médico proporcionado por el Estado, si los particulares pueden encargarse?
¿Para qué ferrocarriles, industria, infraestructura y cultura nacional?
Todo eso se compra en el exterior y la ruta del negocio, deja una buena ganancia para el político astuto, que sabe quedarse con un porcentaje del recurso público presupuestado.
Traidores a la Patria han sido siempre los congresistas conservadores neoliberales, desde el tiempo en que aceptaron y validaron, el fraude que llevó a la presidencia a Carlos Salinas de Gortari.
Traidores a la Patria fueron al avalar el rescate bancario denominado FOBAPROA.
Traidores a la Patria fueron también, cuando tomaron protesta en un edificio alterno, al espurio Felipe Calderón, quien llega a la presidencia por la vía del fraude.
Traidores a la Patria fueron, cuando aprobaron las Reformas Estructurales de Enrique Peña Nieto, quien puso al sector energético en manos de intereses extranjeros.
La traición es parte del historial de la derecha mexicana.
Y ese currículum es conocido de todos. No es algo nuevo que la clase conservadora vea más por los intereses económicos foráneos, que por el desarrollo y seguridad en nuestro país.
México, como ya se dijo, era el supermercado que tenía en venta todos sus recursos, para el mejor postor.
Ésa es la filosofía reaccionaria. Una forma de pensar y actuar, propia de mercenarios. De Traidores a la Patria.
Por eso es que no pueden asimilar un golpe social tan violento en contra de sus personas.
¿Qué hicieron mal o distinto en esta ocasión?
En realidad, nada distinto sucedió cuando votaron en contra de la Reforma Eléctrica, impulsada por el presidente López Obrador.
Votaron en favor de las empresas extranjeras, que tienen fuertes intereses económicos en el sector energético.
Porque aún cuando se discutía y votaba en relación a la generación y distribución de electricidad, el centro del debate y posterior votación, se ubicó siempre en la futura explotación del Litio. El apetecible “oro blanco”.
Los históricos Traidores a la Patria, asumieron su posición de toda la vida y votaron en favor de las empresas extranjeras con inversiones en México. Además, era su intención abrir una ruta para la inmediata explotación privada de los yacimientos de litio en nuestro país. Vender otro pedazo de México, para el enriquecimiento de la industria extranjera.
La mentalidad histórica de siempre. ¿Para que explotar nuestros recursos, si otros pueden hacerlo por nosotros y vendernos después artículos terminados, mediante negocios jugosos para todos?
Eso es lo que no entienden los diputados Traidores a la Patria. Siguieron el guion acostumbrado y las cosas resultaron desastrosas.
Van a perder las gubernaturas que estarán en juego el próximo 5 de junio.
Con seguridad perderán la gubernatura del estado de México en 2023.
Está cantada una nueva derrota (quizá la última en su historia), para todos los partidos opositores en 2024.
Y no saben aún qué locomotora les pasó por encima, dejándolos en la miseria política.
La respuesta, que también está a la vista de todos, es sencilla.
La oposición no hizo algo diferente en esta ocasión.
Es el pueblo el que abre los ojos. Deja de ser un elemento pasivo en la vida democrática y dice tajantemente: hasta aquí.
Si los traidores fueron solapados en el pasado, e incluso fueron ejemplo a seguir, en el presente son repudiados e exhibidos.
Aquí no se trata de lo que los congresistas y políticos reaccionarios llaman “descalificaciones injustas por pensar en forma diferente a lo que defiende el presidente López Obrador”.
No es una acusación que se hace por defender ideas distintas a las del gobierno.
Se les llama traidores porque no obstante ser conocido el grave problema que viven los ciudadanos españoles, por dejar en manos de empresas privadas la generación y distribución de energía eléctrica, aquí en México, estos políticos neoliberales, intentan implementar el mismo mecanismo privatizador.
Los ciudadanos entendieron con claridad, que la energía que produce la Comisión Federal de Electricidad en sus hidroeléctricas, es de las más limpias y económicas en el mundo.
Sabemos que el precio del litio aumenta a diario y puede ser fuente de bienestar social.
Todo eso lo saben también los congresistas conservadores.
Pero ese detalle, nunca fue obstáculo para ellos.
Hoy, los rostros e historiales de todos estos Traidores a la Patria, corren en redes sociales, en incluso a nivel calle.
Estos congresistas se victimizan y acusan a otros de sus graves faltas.
Es verdad que antes, nadie protestaba, ni les reclamaba. Se le echaba tierra al asunto y la respetabilidad del corrupto y traidor, en nada se afectaba.
Las cosas cambiaron.
Hoy se les exhibe y acusa.
Y por su propio bien, más vale que lo vayan entendiendo desde ahora.
El cinco de junio verán el castigo ciudadano por su más reciente traición.
Vienes otras dos reformas constitucionales que se votarán en el Congreso. La Electoral y la de la Guardia Nacional.
Si traicionando al pueblo les fue mal con la Reforma Eléctrica, ya pueden ir visualizando cómo les irá, si no sale aprobada la reforma Electoral.
El INE es una de las instituciones más corruptas en el país. La mayor parte de los ciudadanos lo detestan y quieren acabar con un organismo que tiene un impresentable historial de fraudes y privilegios indignos.
La clase conservadora no tuvo que esperar el juicio de la Historia, tal y como sucedía en el pasado, para recibir un merecido reproche.
En este momento, los Traidores a la Patria están siendo juzgados por el pueblo.
Y esto apenas comienza.
El cambio de mentalidad, ya se hace presente.
Malthus Gamba
