Crónica de un golpe anunciado: entre traidores y empresarios
Después del año 2000 se llevó a cabo una guerra sucia contra el entonces jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, en donde se filtraron videos de actos de corrupción y se llevó un proceso de desafuero.
Ante esta situación el líder de la izquierda dijo que había un “complot” en su contra fraguado por la élite política mexicana, específicamente por Carlos Salinas de Gortari y Diego Fernández de Cevallos. Esto desató la burla y mofa de los medios y comentaristas.
Tiempo después quedaría confirmado la reunión que sostuvo Salinas con empresarios y políticos para descarrilar la campaña a la presidencia del tabasqueño y que sería confirmada por el autor de los videos, Carlos Ahumada.
Después de tres intentos para llegar a la presidencia, López Obrador se ha convertido en el político más fuerte de las ultimas décadas, con un fuerte respaldo popular que se demostró en las casillas.
Pero en esa situación la mítica productora de cine documental dirigida por Carlos Mendoza Aupetit, Canal 6 de Julio, presentó un trabajo titulado “En nombre de la libertad, 4a Transformación y Ultraderecha”, en el que se mencionaba los indicios de un golpe de Estado blando, distinto a las desestabilizaciones hechas en Latinoamérica durante el siglo pasado.
Sino mediante una campaña que lleva un proceso más mesurado, pero igual de efectivo para derrocar gobiernos contrarios a los intereses de la élite política nacional y extranjera.
El documental fue criticado y cuestionado, incluso dentro de la misma izquierda y por el mismo López Obrador. Sin embargo, con el paso de las semanas se ha venido confirmado más la hipótesis de un intento de desestabilización contra el mandatario mexicano.
Comenzando por la llamada “Operación Berlín”, financiada y auspiciada por el historiador de Televisa, Enrique Krauze, que buscó desde el inicio de la campaña de 2018, evitar la llegada del morenista a la presidencia.
Posteriormente los constantes ataques de estrellas de televisión, cantantes o jugadores que el mismo presidente ha señalado, obtienen dinero para realizar cuestionamientos y compartir Fake News para desprestigiar al gobierno.
Así mismo, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar Lomelí, ante cuatro mil empresarios pidió organizarse para sacar a López Obrador de la presidencia con la revocación de mandato que el mismo presidente ha propuesto.
Mientras que Tv Azteca, la cadena de televisión que muchos aseguraban mantenía un acuerdo con el presidente, hizo un llamado a ignorar los informes de la Secretaria de Salud en medio de la crisis por la pandemia del Covid-19.
Y finalmente, en medio de duras críticas de gobernadores como la de Silvano Aureoles de Michoacán, Jaime Bonilla de Baja California y Enrique Alfaro de Jalisco, se filtró un audio en el que el ex candidato independiente y periodista Pedro Ferriz de Con, menciona que se planea una sublevación de gobernadores contra el mandatario.
Cabe destacar que incluso dentro del partido que fundó López Obrador, ha habido duras críticas por personajes carentes de principios que no sólo han traicionado al movimiento, sino que incluso han generado discusiones internas.
Tal es el caso de la reciente renuncia de la senadora Lilly Téllez, que arropada por Morena terminó con una línea conservadora y contrarias a los principios de la 4ta transformación.
Sin olvidar mencionar los señalamientos del director del Instituto de Formación Política de Morena, Rafael Barajas “El Fisgón” y el periodista Pedro Miguel, contra la entonces ex presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, que aseguran busca destruir al partido desde dentro.
Es así que nuevamente tendríamos que replantearnos, si es posible que exista un intento para descarrilar al gobierno de López Obrador, mediante una guerra auspiciada por aquellos que han visto perdidos sus privilegios y que ya no tienen el cobijo de la Presidencia de la República.