SOBRE EL PAN Y TRAIDORES A LA PATRIA
La acusación más fuerte que hace la fiscalía del Distrito Este de Nueva York, en contra de Genaro García Luna, no figura en actas, ni en otro documento oficial.
No se trata de señalamientos relacionados con las actividades de narcotráfico que le fueron comprobadas y que soportan cuatro de los cinco cargos por los que fue declarado culpable.
Tampoco tiene que ver con el hecho de que haya mentido a autoridades norteamericanas, para conseguir la residencia en ese país.
No. La acusación más grave en contra de Genaro García Luna, la hacen los fiscales responsables del caso, cuando todo ha concluido y García Luna ha sido declarado culpable por el jurado.
Los fiscales de Nueva York dicen con claridad: “García Luna tendrá que vivir el resto de sus días, sabiendo que fue un traidor a México y a la gente honesta que arriesgo su vida, intentando contener la criminalidad”.
Dentro de todos los delitos imaginables, uno de los peores, a los ojos de la gente, es el que tiene que ver con la traición.
Dante Alighieri en la Divina Comedia, hace un repaso de todos los posibles delitos y crímenes que puede cometer el ser humano y reparte los castigos en el infierno, de acuerdo a la gravedad de cada falta.
Mientras más alejado esté el castigado del centro del infierno, su pena será menos cruel y dolorosa.
Pero el séptimo círculo, ubicado en el corazón del infierno, está reservado para los traidores. El peor de todos los castigos lo recibe ahí, en forma eterna, el discípulo que traicionó a Jesús. Judas.
Traicionar al amigo, al compañero, al familiar, a quien te brindó su confianza, es reprobable ante los ojos de quienes tienen conocimiento de ese hecho.
Pero traicionar a tu país, vender a tu gente, permitir que se dañe a los tuyos, es algo que muy pocos son capaces de hacer.
Uno de ellos ha sido Genaro García Luna. Y no es el único.
Torpes como son y en un arranque de desesperación, los grupos conservadores liderados por Claudio X González, intentaron salvar al PAN, de donde salieron Genaro García Luna, Felipe Calderón y Vicente Fox, argumentando que la justicia en Estados Unidos, no solo había juzgado a García Luna, encontrándolo al final culpable.
Los periodistas, políticos y partidarios de la corrupción, aseguraron que era México el que había sido procesado y encontrado culpable, por delitos que tienen que ver con actividades relacionadas con la delincuencia organizada.
Que a los ojos de la justicia norteamericana, México era una nación donde el gobierno nada hacía para evitar que prosperaran los grupos criminales. Que para ellos, tanto el gobierno como la sociedad en nuestro país, actuaban de manera irresponsable en asuntos de Justicia.
Esa defensa absurda que intentó la oposición, a nadie convenció y solo sirvió para que el reclamo social en contra del PAN y el resto e la oposición, se incrementara un poco más.
Los fiscales norteamericanos fueron los primeros en señalar que Genaro García Luna, es un traidor a la patria. Hablaron de la gente honesta, a la que García Luna volvió la espalda.
Jamás intentaron poner en el banquillo de los acusados a México, ni al gobierno actual, que nada tiene que ver con las corruptas formas políticas utilizadas por el neoliberalismo.
El único traidor que fue juzgado y sentenciado en este juicio, se llama Genaro García Luna. Y lo dijeron con todas sus letras al finalizar el juicio.
Y como advertimos, no es el único.
Dentro del Departamento de Justicia en la Unión Americana, hay voces que piden se inicien investigaciones en contra de Felipe Calderón.
Incluso periodistas de clara inclinación conservadora como Jorge Ramos, han pedido que se realicen investigaciones para determinar si tanto Vicente Fox, como Felipe Calderón, tuvieron participación de algún tipo, en las operaciones delictivas cometidas por García Luna.
Ambos expresidentes panistas, fueron señalados como posibles cómplices, o jefes inmediatos de Genaro García Luna.
Y si el gobierno norteamericano tiene pruebas suficientes para solicitar su presentación ante un tribunal, lo va a hacer. Se atrevió a hacerlo con un exfuncionario mexicano de primer nivel, embarrado de suciedad hasta el cuello.
A Calderón y a Fox se les hacen señalamientos idénticos a los que llevaron a García Luna ante un juez federal norteamericano.
Por eso, potenciales traidores a la patria, hay varios.
Y todos panistas.
El juicio en contra de Genaro García Luna, está abriendo puertas que por años se mantuvieron cerradas herméticamente.
Hoy podemos ver con claridad, el grado de corrupción que alcanzó la clase conservadora, durante el periodo neoliberal.
Porque toda la podredumbre que está saliendo ante la atónita vista de los mexicanos, es fruto de la corrupción, tal y como lo ha señalado desde hace muchos años, el hoy presidente López Obrador.
Televisa nos fabricó un presidente-florero, que tenía imagen y quizá algo de carisma. Un actor que poco interés tenía en la política pública. Esa fue la última aportación que hizo el PRI al país. Un títere manejado por los traficantes de influencias que se siguen pensando dueños del país.
Pero lo peor llegó con el PAN. La corrupción encumbró hasta la presidencia, a un personaje que se hace del cargo, por la vía del fraude. Una vez ahí nombra como responsable de la seguridad del país, a un panista que había sido denunciado anteriormente por mantener vínculos con la delincuencia organizada.
Calderón rechaza toda acusación en contra de su subalterno, e incluso llega a perseguir política y penalmente a quienes lo acusan.
El resultado de todas estas acciones de impunidad y corrupción, todos lo conocemos.
El crimen organizado despachaba desde las oficinas de la Secretaría de Seguridad Pública y quizá desde presidencia.
Ese periodo histórico en particular, es el que está siendo juzgado en este momento.
No México, ni los mexicanos.
Tampoco el gobierno del presidente López Obrador, aunque la oposición se empeñe en meterlo en el costal de la infamia, donde se encuentra buena parte del panismo corrupto.
Genaro García Luna es considerado en Estados Unidos, traidor a México.
Aquí en nuestro país, muchos pensamos que toda la oposición, sufre del mismo mal.
La corrupción los envenenó enteramente y no hay remedio para ninguno de ellos.
Malthus Gamba