Un comportamiento que confirma la estulticia de quienes lo practican, es hacer las mismas cosas esperando que cada vez que se hacen se logre un resultado distinto con ello.
Esta es una descripción precisa de las estrategias que aplican los partidos de oposición en México, a partir de haberse convertido en eso, una vez que fueron expulsados intempestivamente del gobierno federal después de la elección del 2018.
Después de perder esa elección su comportamiento orientado a intentar recuperar el poder, se ha centrado en producir noticias falsas, tratar de desacreditar al gobierno con información tergiversada, alquilando la opinión de sus mejores medios de propaganda y textoservidores. Esta estrategia ha ido subiendo el tono, desde las simples falsedades hasta la agresión, que últimamente cuando ya se encuentran en niveles extremos de desesperación, ha llegado a la amenaza y la apología del delito.
En el ámbito de la organización político-electoral, los dos partidos principales de oposición, optaron por cobijarse debajo del paraguas del nini consentido Claudio X González, hijo de un millonario que fue asesor de gobiernos corruptos desde Salinas hasta Peña Nieto, que hoy dilapida el dinero que le regalan su papá y los amigos de su papá, en inversiones que literalmente son a fondo perdido, financiando a estos cárteles políticos en su aventura para lograr perderlo todo.
Así desde las elecciones de 2021 al amparo del nini consentido, se aglomeran el PRI, el PAN y los residuos tóxicos del PRD, prestos a recibir instrucciones del patrón para salir corriendo a delinquir, intentando juntar sus pocos electores para armar un frente menos débil ante Morena del que tendría cada uno de ellos por separado.
La estrategia no les funcionó: en las elecciones del 2021 perdieron 13 de 15 gubernaturas en disputa, once contra Morena, una contra el Partido Verde y otra contra Movimiento Ciudadano, por cierto, un partido que reúne lo peor de los deshechos del PRI y del PAN, pero que se vende como una alternativa para esos sibaritas electorales a los que no les gusta la izquierda, pero que ya se cansaron de comer basura preparada por el PRIANRD.
Ahora por increíble que parezca su plan, lo vuelven a aplicar también en 2022, pretendiendo que esta vez les dé resultados distintos. Además como si fuera poco, el nini consentido emberrinchado, mientras papá le solapa todas sus grandiosas ideas, por aberrantes que resulten, se lanza para amenazar a Movimiento Ciudadano diciéndole que si no se junta con su pandilla en esta sopa cuántica electorera, van a sufrir las consecuencias, emulando el discurso sombrío de aquellos personajes oscuros que aparecen en películas de Francis Ford Coppola.
En lugar de amenazarlos sería más redituable ofrecerles dinero, porque esa es la música con la que baila ese perro y es probable que termine haciéndolo, si logra sacarles a los oligarcas la cantidad que se necesita para alquilar a todos estos mercenarios baratos, que estarán más que dispuestos a perderlo todo, como ha sucedido desde hace casi 4 años.
Seguramente esto le costará una buena proporción de votantes a Movimiento Ciudadano, desilusionados por haber concretado una asociación delictuosa con los otros 3 cárteles electoreros. Si además le sumamos el lamentable desempeño que están teniendo sus dos gobiernos estatales, que parecen estar esmerándose en dañar a sus habitantes, el coctel se vuelve desastroso.
Como dijo el cantante Frank Sinatra: “Brindo por la confusión de nuestros enemigos”.
