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Revocación de mandato: El pueblo responde y la derecha se esconde
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Revocación de mandato: El pueblo responde y la derecha se esconde

Lorenzo Córdova toma en sus manos la matraca de porrista y declara ante todo reportero que se pone enfrente, que el trabajo del Instituto Nacional Electoral, en la Consulta para la revocación de Mandato, ha sido ejemplar.

Dice que el pueblo de México, camina de la mano con INE, para alcanzar el nivel de democracias a que aspiramos.

Y concluye señalando que una Reforma Electoral en este momento, significaría un retroceso histórico, al tiempo que supondría echar por la borda todo el trabajo desarrollado.

Claudio X González y su minúscula oposición poco organizada, ponen en marcha la estrategia que habían diseñado desde antes de verificarse la Consulta de Revocación de Mandato. Desatan en medios de información convencionales y en redes sociales, su visión particular sobre el resultado del ejercicio revocatorio.
Para ellos, solo el 17% de ciudadanos están a favor del proyecto de Cuarta Transformación. El 83% restante, contando a quienes votaron en contra de la permanencia en el cargo del presidente López Obrador y a quienes no asistieron a votar por la razón que haya sido, son opositores al gobierno del cambio.

El 83% de los mexicanos son partidarios del proyecto reaccionario de Claudio X González y su gente. Al menos eso expresa el neoliberalismo en su campaña semanal.
Los periodistas de la vieja guardia, hacen eco a lo que declaran Lorenzo Córdoba, Claudio X González, Ciro Murayama, Felipe Calderón, Margarita Zavala y demás estrellas del firmamento conservador.

Hay “nado sincronizado”, coro uniforme que suena a “metálico”. Una consigna repetida de manera casi idéntica por todas las voces “importantes” en el periodismo.
“La causa conservadora, consigue una victoria aplastante”, dicen.

Y sin embargo hay problemas que saltan a la vista del ciudadano.

Damián Zepeda, anterior secretario general del PAN y actual senador por ese partido, se niega a respetar la instrucción de no salir a votar. Zepeda hace público su rechazo al ordenamiento y publica fotos donde se le ve al interior de la casilla electoral que le corresponde, sufragando de acuerdo a su convicción personal.

De manera inmediata, Margarita Zavala y otros destacados opositores, reprueban la decisión personal de Zepeda, argumentando que se aparta de la línea dictada por la cúpula opositora.
Hay imágenes y notas que dan cuenta de como un militante del PAN en la alcaldía Miguel Hidalgo de la Ciudad de México, es arrestado por elementos de seguridad, al descubrirlo en flagrancia, al momento en que intentaba robar boletas electorales.

El PAN, que había manifestado no tener interés en esta Consulta, manda a su gente a realizar actos considerados como delitos de carácter electoral. Delitos graves, sin derecho a fianza.
Azucena Uresti, periodista de Milenio, publica un mensaje en Twitter en el que señala que los resultados que arroja la Consulta de Revocación de Mandato, son favorables para Morena y para el presidente López Obrador. Hace un comparativo con el número de votos alcanzados por José Antonio Meade, Ricardo Anaya y por el hoy presidente, manifestando que la votación del día de ayer, supera lo que obtuvieron Anaya y Meade en el 2018.

De inmediato se le viene encima el reclamo opositor, por haberse atrevido a publicar una consideración que “no embona” con el discurso triunfalista que tratan de fijar en la mente de los ciudadanos, los demás comunicadores reaccionarios.

Esa es la parte de la historia y los problemas que se viven en el campo conservador.

Del otro lado, está la felicidad del presidente López Obrador y de los millones de mexicanos que acudieron a las urnas, para poner en marcha un proceso democrático que limita el poder presidencial y otorga poder mayor a la decisión ciudadana.

El pueblo pone y el pueblo quita, no cada seis años. El límite se reduce a 3 años de buena actividad, o a la salida de manera anticipada, cuando un presidente no cumple.
Es mentira que los ciudadanos caminen “de la mano con el INE”. El pueblo de México repudia a un instituto electoral tendencioso, corrupto, caro en exceso, promotor de fraudes vergonzosos y con poca capacidad organizativa en elecciones.

Lorenzo Córdoba y Ciro Murayama son dos desacreditados consejeros electorales, que se refugian bajo las baldas de una oposición que utiliza sus servicios, para atentar contra de la democracia.
El INE es una reconocida cueva de corruptos y la Reforma Electoral es un imperativo para el actual gobierno y para millones de mexicanos. No hay quien quiera caminar de la mano con el actual instituto electoral. Es una vergüenza como organismo autónomo.

Tampoco es cierto que el 83% de los mexicanos apoyen a Claudio X González y a su gente. Por alguna causa que no se alcanza a comprender, los grupos reaccionarios pensaron que el pueblo de México iba a creer la farsa de que todo el que no votó en la Consulta de Revocación de Mandato, debe ser considerado opositor al gobierno del presidente López Obrador. El abstencionismo pasa a ser militancia reaccionaria, por decreto de Claudio X y su gente.

La verdad es que el grado de participación ciudadana fue muy alto. Solo se instaló el 30% de las casillas que ordenaba la Ley de Revocación. Ese universo, votó en un 91% en favor de la permanencia de López Obrador en la presidencia.

Los votos son los que ganan elecciones y nunca el abstencionismo. El voto en contra del presidente, apenas logró un magro 5%. El restante de votos fueron nulificados por distintas causas.
La felicidad del presidente López Obrador era evidente el día de hoy. “No tengo cómo agradecer a todos ustedes el esfuerzo que hicieron para ir a votar. En taxi, en canoa, a pie, en cayuco, o como se pudiera”. “Todos llegaron”. “Y pensándolo bien, sí tengo forma de agradecer a ustedes su inmenso respaldo”. “No traicionándolos nunca”.

Nadie, fuera del círculo conservador, se traga el cuento de que el 83% de los mexicanos están a favor de Claudio X González y sus corruptos.

Y está a la mano la forma para desenmascarar este nuevo montaje, esta nueva farsa conservadora.

El 5 de junio hay elecciones en varios Estados del país.

Ese día, los candidatos y partidos de la derecha, sentirán el 83% del voto ciudadano sobre sus espaldas.

Una pesada losa que no será motivo de alegría y triunfo.

Será el 83% de enorme rechazó que quizá traiga como consecuencia inmediata la desaparición de uno, o varios de los raquíticos partidos políticos que se oponen al cambio democrático en México.

PRI, PAN y PRD.

Falta poco.
El reloj corre en contra de quienes apoyan más a empresas extranjeras, que al interés de los mexicanos.
Y eso no lo perdona el pueblo.

Malthus Gamba

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