En materia económica, las acciones que ha llevado a cabo el gobierno federal en los últimos 3 años, han dado resultados mucho más alentadores de lo que todos podríamos haber esperado en diciembre de 2018 y si tomamos en consideración el evento de la pandemia de COVID-19, podríamos decir que son realmente impresionantes.
Solo hay que consultar las cifras de empleo, niveles de salario, deuda pública, balanza comercial, balanza de pagos, reservas internacionales, recaudación fiscal, consumo y confianza del consumidor, valor del peso mexicano en relación con el dólar, recaudación fiscal y este último año también crecimiento del producto interno bruto, para darnos cuenta de que prácticamente en todos los rubros se tienen resultados positivos.
Lo que hemos vivido en estos 3 años, a pesar de haber sufrido una pandemia que cerró prácticamente por completo las actividades económicas, ha sido certidumbre y buen gobierno, como lo expresaron los empresarios más acaudalados de México, después de la última reunión que tuvieron con el Presidente de la República.
Uno de los indicadores económicos que más inciden en la percepción del ciudadano común para medir el desempeño de la economía, es el nivel de paridad del peso mexicano en relación con el dólar de los Estados Unidos, que estábamos acostumbrados a ver devaluarse dramáticamente por lo menos cada 6 años y que ya no hemos sufrido en esta primera mitad del gobierno de la 4ª Transformación.
En los 30 años que transcurrieron entre 1940 y 1970, el peso mexicano pasó de valer 4.85 a 12.50 por dólar, lo que implicó una devaluación de 258%, a razón de 8.6% anual. En los 12 años que siguieron, con los gobiernos de Echeverría y López Portillo, el valor de la moneda se desplomó de 12.50 a 148.36 por dólar, una pérdida de valor equivalente 1,187%, a un ritmo de 99% anual.
Con el inicio de la era neoliberal que arrancó en el gobierno de Miguel de la Madrid, el valor de la moneda mexicana entró en un tobogán que la llevó a perder valor a una velocidad insospechada. En los 36 años transcurridos entre 1982 y 2018 el peso mexicano perdió tanto valor que pasó incluso por un proceso en el que Salinas decidió desaparecer tres ceros en su nomenclatura, a fin de facilitar las transacciones monetarias.
De valer 148.36 por dólar en diciembre de 1982, a diciembre de 2018 su valor era de 20,345.50 por dólar, si lo comparamos en pesos viejos, aunque con los pesos nuevos de Salinas todos estuvimos más tranquilos, creyendo que esos más de 20 mil pesos eran solamente 20.
Así es que en ese período de los corruptos neoliberales saqueadores, que incluyeron a De La Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto, la devaluación sufrida por el peso mexicano en relación con el dólar fue de 13,714%, a un ritmo de 381% anual y de 2,286% en cada uno de los gobiernos descarados que nos vendían espejitos. Y todo esto, sin pandemia.
Con el gobierno actual, en tres años de los cuales uno y medio han sido de pandemia, en donde uno fue de cierre de casi toda la economía, el peso mexicano solamente se ha devaluado 2.8%, a un ritmo de 0.93% anual. Esto no solamente es para festejarse, sino para agradecer que no estuvo en el gobierno algún neoliberal corrupto y atascado.
Si extrapolamos lo que hicieron los últimos 6 presidentes neoliberales para imaginarnos lo que nos hubiera pasado con Meade o Anaya, sin tomar en cuenta la pandemia, el peso mexicano hoy, en lugar de valer 20,930 viejos pesos o 20.93 pesos de hoy, valdría 232.60 pesos de hoy por dólar, o 232,600 viejos pesos. ¿Se dan cuenta de la que nos salvamos?
Como dijo el político latino Cicerón: “Que la ley suprema sea la salvación del pueblo”.