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La luz: seguridad nacional y soberanía energética.
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La luz: seguridad nacional y soberanía energética.

Cuando los regímenes anteriores tuvieron en sus manos al estado, fragmentaron y saquearon a la patria, como un ladrón que deshuesa un coche robado, y vendieron sus partes para quedarse con las ganancias en sus bolsillos particulares. Así, vimos cómo se desmembraron las empresas estatales, entre otras, la banca, teléfonos de México, ferrocarriles nacionales y casi desmantelaron cfe, quebraron y desaparecieron luz y fuerza del centro, y por último, querían matar a la gallina de los huevos de oro porque ya no daba más huevos, o sea, Pemex.

Por eso, es que el Presidente envió esta propuesta de reforma en materia energética. En el ámbito de la energía eléctrica, la reforma señala que el estado tendrá a su cargo las áreas estratégicas que se mencionan en el artículo 28 de la constitución y hace énfasis en que esas tareas no sirven para constituir un monopolio y que, en específico, se trata de regular las funciones telégrafos, correos, radiotelegrafías, minerales radiactivos, el litio y demás minerales estratégicos, además de la generación de energía nuclear, electricidad y exploración y extracción de petróleo.

Por virtud de esa reforma, CFE volverá a ser un organismo del estado con autonomía de gestión y patrimonio propio y será responsable de la electricidad y el sistema eléctrico nacional, además de que la autonomía se orienta a sus funciones y administración; esto significa que tendrá un blindaje contra el saqueo y el pillaje con que intentaron hundirla en los últimos sexenios.

O sea, cuando CFE y Pemex se convirtieron en empresas productivas del estado, con la reforma energética de Peña Nieto, de 2013, lo hicieron con el fin de desarticular sus organismos internos, para que entre ellos no se tuviera coordinación. En particular, CFE se fragmentó en 9 subsidiarias, 4 filiales y 4 unidades de negocio. Las subsidiarias no podían tener entre sí, relaciones financieras o comerciales y se obligaban a tener separación legal para poder fragmentarlas. Por eso, tanto afán en que se aprobara semejante reforma en ese sexenio, para que se aseguraran de obtener todo el lucro a favor de las empresas privadas, tanto extranjeras como nacionales. Para eso es que se repartió tanto billete en las cámaras, para que pasara suave y tersa y sin mayores exabruptos. Tenían, además, la fortuna enorme de que la gente estaba tan ocupada en subsistir y tan preocupada por la violencia, que lo que ocurriera en las cámaras, se quedara en las cámaras y casi nadie respingó porque, para colmo, lo informado fue opaco y muy truqueado.

De hecho, cuando salió el títere que estaba en el poder, a decir los enoooormes beneficios que veríamos en el recibo de la luz, o las súper ventajas de usar las energías verdes, todos los empresarios, políticos y periodistas le aplaudieron hasta que les dolieron las manos. ¿quién rechazó alguna coma o puso en duda tales beneficios? Nadie de la bancada panista puso objeciones en algún punto de acuerdo; el verde y el pri, obviamente estaban satisfechos con su reforma estructural; solo los locos, los opositores de la izquierda se quejaron, pero como no tenían ganas de escucharlos, simplemente les pusieron “mute”. Lo advirtió el hoy presidente, pero se trataba de las palabras del peje, del loco que se quejaba por todo. Recuerdo que en la campaña decía que no votaran por Peña Nieto porque nos iba a llevar al despeñadero… y así fue.

En cambio, con la reforma energética que se propone, tanto Pemex, como Comisión Federal de Electricidad, serán nuevamente organismos del Estado, y hablando en particular de cfe, se podrá integrar como una sola empresa con tareas de generación, distribución, transmisión, producción, procuración, y que las distintas áreas tengan comunicación. Las filiales que se crearon se conservarán, para poder los servicios de cfe telecomunicaciones e internet para todos, cfe energía, cfe internacional y cfe capital. Obviamente, se asegurará que estas filiales estén intercomunicadas para evitar omisiones o duplicidad en funciones, que en realidad es lo que hemos estado viendo en montones de organismos públicos…

Lo que no hay que perder de vista es justamente para lo que se está proponiendo esta reforma energética: para que México pueda garantizar la seguridad y la autosuficiencia energética de la nación y el abastecimiento continuo de energía eléctrica a toda la nación, porque el servicio de luz es hoy, como lo es el suministro del agua, condiciones indispensables de seguridad nacional y la preservación del derecho humano a la vida digna; dijo la secretaria Nahle que “al no tener energía eléctrica, se genera pobreza social, violentando así, el derecho humano a la vida digna” y no puede tener más razón.

Pero a pesar de que esta es una verdad innegable y que para asegurar el suministro de energía eléctrica es una cuestión de seguridad nacional y que se contempla también como elemento de soberanía energética, tomando en cuenta que CFE tiene todos los recursos y medios para “fabricar” la luz por medio de energías no contaminantes, la oposición no quiere permitir que sea así, pues ellos defenderán hasta la muerte a los empresarios, para que sean ellos quienes distribuyan la luz a precios inmoderados, a costa de la seguridad nacional.

Veamos algunas diferencias entre conceptos, por ejemplo:

Diferencia entre monopolio y seguridad nacional.

Cuando se nos trata de engañar diciendo que México quiere auspiciar un monopolio, dejando fuera a los actores privados, se olvidan de que un monopolio, en realidad, es el tenedor del mercado total de un bien o servicio y, en el caso, la generación y distribución de energía, aún después de la reforma, garantizará que los empresarios conserven un 46 por ciento de estas tareas, aunque se privilegiará, obviamente, la generación de parte de las hidroeléctircas, como tan pulcramente se explicó, por ser, en primer lugar, de las energías mas limpias, en segunda, porque es de las más baratas y en tercero, porque México tiene más de 60 presas y solo están en operación unas pocas turbinas que generan un porcentaje ínfimo, en comparación con su capacidad total.

En segunda, porque el monopolio es inexistente, ya que al tratarse de un servicio que es al mismo tiempo garantía de bienestar y del derecho humano a una vida digna, es un elemento de soberanía energética y de seguridad nacional.

En tercer lugar, y sobre todo, porque para que se de un monopolio, lo que se busca es el lucro, lo que en el caso, mejor dicho, es lo que están y han buscado las empresas privadas. Lucro es en realidad ganancia. Y en el caso, cfe no obtiene ganancias, sino que, con lo que se cobra por el servicio de luz, se costea la operatividad de las líneas, el salario de los trabajadores, el mantenimiento en general y, obviamente, extender la distribución del servicio energético a todo el país. Cosa muy diferente a la que cualquier empresario quiere y, en este caso, cualquier empresario que, instalando sus aparatos de generación en nuestra patria  y que sube la energía producida a las líneas de distribución de cfe, se ahorra el costo de transmisión y además, en otros tiempos, hasta los impuestos, llevando todas las ganancias, a sus bolsillos, mientras que es la comisión la que tiene que sufragara todos los gastos de que hablé antes.

En cuarto lugar, porque al proponerse como elemento de seguridad nacional, se obliga a que la cfe genere la electricidad en cantidad y calidad suficientes para ser distribuida por su propia red, garantizando asimismo un precio que no deba subastarse a diario, como es el modelo implantado por las productoras españolas, que hoy tienen a España sumida en la más grave crisis de precios y suministro, que ha aumentado en un 300% el precio de la energía en lo que va del año y 67% tan solo en este mes.

Además, porque hace que las energías limpias de hidroeléctricas, nucleares, termoeléctricas nacionales que están disponibles a precios asequibles y más bajos que los de la oferta de las españolas, suban a la red que es propiedad de la nación, de manera segura, continua y sin fluctuaciones que dependan del sol o el aire que las hace intermitentes. De hecho, cfe tiene 192 centrales: ciclo combinado, termoeléctricas, hidroeléctricas, carboeléctricas, nucleoeléctrica, turbogás, geotermoeléctrica, eoloeléctrica, diesel y fotovoltaicas con las que puede garantizar el abasto total de energía eléctrica.

A partir de la reforma energética de peña nieto, de 2013, la tarea de Pemex era de simple administrador y vigilante de la subida de energía, además de dar mantenimiento a las torres de transmisión y subtransmisión, al cableado, a los transformadores y hasta a los clientes, aunque ellos no participaran como actores en la producción energética. ¿se imaginan que cuando se nos iba la luz, alguien hablara a las oficinas de Iberdrola a reclamar que la luz estaba fluctuante o que no había servicio en ese momento? Claro que no. Siempre se habla al 071 y se les reclama a ellos, y es la comisión la que envía a sus trabajadores a reparar las fallas. Entonces, ¿cómo es que no pueden también ser los que participen y cobren por un servicio compartido?

Curioso que sean más de 45 millones de hogares los que son suministrados por la comisión; que se reclame de parte de la oposición que no se hayan bajado las tarifas de luz en esos hogares, pero que cínicamente sean defensores de un grupo que alega que las prácticas monopólicas que intenta el presidente están sacando del mercado a los pobres empresarios. Solo les recuerdo que un monopolio, para que opere, requiere el 100 por ciento de dominación del mercado y, en el caso, será el 54% únicamente, dejando el 46% restante para el libre mercado.

Hoy, como siempre, el Presidente cosas fuertes: señaló que el conservadurismo alcahuete ha permitido el saqueo sistemático del país; que privatizaron, en aras de una “eficiencia administrativa”, producto de la tecnocracia, tantas empresas estatales como pudieron: ferrocarriles, la banca; adquirieron deuda externa y todo, porque no han sido capaces de ser responsables con el gasto y todo se ha ido siempre en corrupción. En cambio, este sexenio ha demostrado que, a pesar de la crisis, de la pandemia, la disciplina permite que haya dinero para todo y que no se tenga que entregar a las dos últimas gallinas para que México pueda sufragar sus gastos, como nos hicieron creer por años. Otro dato que dio es que, como es costumbre ahora en España, se contrata a los expresidentes y sus exfuncionarios para que trabajen para las empresas a las que se les abrieron las puertas para el saqueo y por ello, en México se ha blindado la posibilidad para que en un término de 10 años, no se puedan ir a trabajar a la iniciativa privada de los sectores en que laboraron, porque pues se llevan el “know how” y los contactos, rompiendo, definitivamente con la seguridad nacional de que hemos hablado.

Pues bien, a los conservadores rancios les queda el recurso de la pataleta para tratar de convencernos de que sus amigos, los pobres empresarios, quieren ser buenos y tienen derecho a saquearnos, pero con la pena, la época de los abusos se terminó y como dijo también el presidente: a robar a otro lado.

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