En estos días el Presidente López Obrador está haciendo anuncios que han hecho explotar las cabezas vacías de la mayoría de los miembros de la oposición, desatando además la alineación estridente de mensajes coordinados en las redes sociales que vuelven a reunir a los ejércitos de bots y troles pagados para llorar amargamente, argumentando un montón de incoherencias indescifrables, llegando a proferir insultos a los que hoy ya todos estamos acostumbrados y de los cuales nuestra percepción es cada vez más impermeable.
Uno de ellos fue el anuncio de que el gobernador saliente de Sinaloa, de extracción y militancia priista, Quirino Ordaz, sería invitado a formar parte del gobierno de la 4ª Transformación, como embajador de México en España, ante el ya esperado retiro de la embajadora actual; María del Carmen Oñate Muñoz y con el propósito especial de hilar fino para que la relación entre ambos gobiernos pueda mejorar en el futuro cercano.
Todavía no se reponían los opositores del trauma que les causó el anuncio del Presidente sobre la inclusión de un miembro del PRI en el gobierno de la 4T, especialmente los panistas que andaban como auténticos dementes desatados, cuando el mandatario anunció que está invitando también al panista Antonio Echeverría, gobernador saliente de Nayarit a formar parte de su gobierno, pero que aún está decidiendo el cargo que le ofrecería.
Después de este segundo anuncio completamente atípico en la política mexicana, los mariachis callaron. No se presentaron tendencias en las redes sociales insultando al Presidente o al gobernador, o especulando qué le deberá López Obrador al panista, o infiriendo una colusión Pan-Morena para desestabilizar a las bancadas de oposición en el Congreso, ni nada. Quedaron estupefactos después de haberse comportado, como acostumbran, como estúpidos.
Parece que los de ultraderecha quedaron en coma temporal, intentado dilucidar que significa esta actitud aparentemente irracional en el manejo político del titular del poder ejecutivo, a qué intereses oscuros obedecen estas decisiones o que amarres de negociación intenta lograr con estos movimientos impensables para sus cerebros podridos.
Para su percepción enferma estas ofertas de participación no pueden implicar nada bueno. No se les puede ocurrir que obedezcan más a un reconocimiento del trabajo desempeñado en sus Estados, que incluyó una actitud de respeto y colaboración hacia la nueva estrategia incluyente de transformación del país.
No pueden entender que el mandatario es un político con mística que continuamente apoya su desempeño en simbolismos.
Está muy claro que para mandar señales de inclusión política en el cambio que implica la 4ª transformación, el Presidente no iba a seleccionar a impresentables como García Cabeza de Vaca o ‘Silbanquito’ Aureoles, sino a gobernadores salientes que dentro de sus propias convicciones y membresías partidistas, han demostrado ser funcionarios preocupados sinceramente por los preceptos incluyentes que priorizan el desarrollo con bienestar para todos, que no se comportaron como animales voraces y egocéntricos durante estos últimos 3 años, a quienes solo les importaban los intereses de grupos vinculados al poder en forma ilegítima y criminal.
Si dentro de su informe de gobierno el mandatario les dio lo suyo a los tecnócratas neoliberales a partir de los resultados económicos impresionantes alcanzados en su administración, ahora le toca recibir el “Tengan para que Aprendan” a los políticos insaciables y desentendidos de las prioridades que atañen a la mayoría de la población. Y como dice con frecuencia el mismo Presidente, ahí se las deja de tarea para que reaccionen de su sorpresa en cuanto terminen de babear.
Como dijo el poeta italiano Cesare Pavese: “La sorpresa es el móvil de cada descubrimiento”.