Los nudos de la historia: AMLO contra la corrupción
Por: @AlamBeav
La liberación de “El Mochomo” por parte de una jueza federal, ha demostrado una vez más que el principal problema en México es la corrupción. Esa que se ha arraigado en la sociedad mexicana y que fue no sólo solapada por los ex presidentes, sino que fueron participes de ella.
Es por ello que desde la llegada a la presidencia, López Obrador lanzó una cruzada contra ese mal. Y como él ha mencionado, como se limpian las escaleras, desde arriba para abajo.
Sin embargo, la batalla no ha sido fácil, como lo indicó la dramaturga, Sabina Berman, en su tiempo a Vicente Fox: “Ninguna transformación sucede con tersura… los poderes que quieren el cambio se enfrentan con los que lo resisten”.
Y en efecto, la lucha contra la corrupción ha sido difícil y en muchos aspectos está ha costado trabajo. Los grandes beneficiados de este mal se han enfrentado al gobierno, desde las grandes farmacéuticas que han provocado desabasto de medicinas; los huachicoleros que se beneficiaban con el robo de gasolina en complicidad con autoridades o ex funcionarios que han obtenido grandes beneficios económicos.
Es precisamente eso lo que ha impedido que importantes políticos sean procesados, esto a pesar de que existen pruebas que podrían llevarlos a pasar décadas tras las rejas. Sin embargo, no sería raro que al ser detenido alguno de ellos, en cuestión de días puedan salir en libertad.
Esto no quiere decir que no se hayan llevado grandes trabajos en este ámbito; la salida de Eduardo Medina Mora de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha sido una buena señal para limpiar el poder judicial.
La renuncia de Carlos Romero Deschamps del sindicato de Pemex, es una muestra que para rescatar la principal empresa del Estado, era necesaria la salida de este obscuro personaje. La detención de Rosario Robles, demuestra que en gobiernos anteriores se robó dinero de instituciones que en teoría deberían de servir a los más pobres.
Finalmente, la detención de Emilio Lozoya en España, demuestra que los caminos de uno de los gobiernos más corruptos de los últimos años, llevarán muy posiblemente a la detención de un presidente en México.
No por nada, durante un mensaje difundido el pasado domingo, el presidente López Obrador, indicó que mientras en otros países el caso Odebrecht llevó a la cárcel a presidentes. En México se mantenía una política de impunidad y de cobijo a los ex mandatarios.
Sin duda, un mensaje claro y preciso de lo que podrá suceder en un futuro no tan lejano, que comenzará a develarse cuando Lozoya rinda su declaración ante las autoridades mexicanas.
Es por ello y por muchas cosas más, que algunos grupos se han molestado por las acciones en este ámbito, las manifestaciones de algunos grupos han demostrado que se han tocado intereses que antes eran cobijados por el poder de la corrupción.
Hoy, esos grupos desean que se restablezcan los antiguos privilegios; buscan detener el avance de una lucha difícil y que costará mucho trabajo, pues es preciso aclarar que aún dentro de las filas del partido que llevó a la presidencia a López Obrador, se han introducido personajes funestos.
Estos poderes continuarán en su lucha por mantener sus privilegios, pero citando nuevamente a Berman: “Y esos son los nudos que van tejiendo la Historia y la identidad de los pueblos. Si enfrenta usted al partido de la corrupción, Presidente, la mayoría de los ciudadanos saldremos a las plazas para apoyarlo”.