No hay soluciones ‘milagrosas’ para detener la violencia
El punto más valioso de los dos eventos que se verificarán el próximo nueve de marzo, ya lo estamos viviendo en este momento. La lucha feminista se hace visible nuevamente. El motivo central de esta visibilidad, tiene que ver con la presencia del fenómeno del feminicidio, en todos los medios de comunicación. Tanto el periodismo tradicional, como los medios de información alterna, se ocupan en este momento del tema.
Habrá dos eventos el próximo día nueve, en los cuales las mujeres en nuestro país, definirán su posición particular, sobre lo conveniente, o lo no conveniente que resulta apostar la legitimidad del movimiento feminista, a un acto que en buena medida, está siendo convocado por lo peor de la clase conservadora nacional.
Hay dos posiciones en este momento en redes sociales. Las dos se mueven fuerte, dando sus motivos a favor y en contra sobre el evento en específico.
Las que impulsan la propuesta de no salir el nueve de marzo de casa, de acuerdo a la convocatoria que hacen muchas mujeres de manera honesta, pero también la citada clase reaccionaria. Del otro lado, están quienes convocan a las mujeres a no dar oídos a un acto donde es evidente la participación de los mismos que originaron la violencia desatada en el país.
Hay que entender que la lucha por los derechos de las mujeres y el respeto a esa batalla diaria, es idéntica bandera en ambos bandos. No es un problema que divida al movimiento feminista. Al contrario, lo fortalece. Es la participación de lo peor del conservadurismo en la convocatoria a no salir de casa, lo que divide.
El pulso en redes sociales se siente parejo. Las etiquetas llamando a participar y no participar en “un día sin mujeres”, se encuentran en los primeros lugares en cuanto a tendencias.
Se podría resumir en un solo enunciado lo que este evento despierta: “sí a los eventos, pero sin participación de actores de la derecha reaccionaria”. Todas las mujeres están de acuerdo en que se debe hablar y exigir a quienes se encuentran encabezando los tres niveles de gobierno en México, mayores garantías y seguridad. Pero que convoquen quienes desataron la violencia en México, no parece aceptable a muchas mujeres.
¿Cómo está enfocando la sociedad en su conjunto una situación que se hizo visible por diferentes motivos?
Hay dos visiones diametralmente distintas que nacen de posiciones encontradas respecto al problema de la violencia hacia las mujeres. En esas visiones, hay información clara, a la vista de todos y desinformación que en ocasiones es resultado del deseo de que las cosas se arreglen de manera inmediata, aunque esto resulte materialmente imposible.
En su columna en Milenio del día de ayer, Gibrán Ramírez Reyes, doctor en Ciencias Políticas y Sociales y actualmente, Secretario General de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social, con ideas afines a la transformación en el país, pedía al gobierno del presidente López Obrador respuestas inmediatas al problema del feminicidio, por ser un fenómeno que tiene características especiales, que lo hacen particular, dentro del marco de violencia que vive el país.
Pide que la violencia hacia la mujer se atienda de manera especial, tal y como se hizo con el delito del huachicoleo. Que se destinen esfuerzo y recursos, para combatir este delito. Que el gobierno federal supla el vacío que la desatención de gobernadores y presidentes municipales, ha generado. No habrá Cuarta Transformación, mientras no se de atención real a este problema, concluye.
La otra visión para generar condiciones sanas para las mujeres, es la que ha manejado desde el primer día de su gobierno, el presidente López Obrador.
Atender las causas que originan todo tipo de violencia. Y aquí hay que resaltar algo.
Es preciso resolver a fondo el problema del feminicidio en nuestro país. Pero tiene la misma importancia la violencia ejercida hacia jóvenes que son reclutados por el crimen organizado, a los que se les arrebata su futuro por la fuerza. Tiene igual importancia la violencia ejercida hacia los “niños halcones”, que renuncian a su infancia para ejercer labores que los inician en el oscuro mundo de la delincuencia organizada, o los priva de la vida, sin son capturados por bandas enemigas.
Es igual de importante la violencia contra adultos mayores que son víctimas de sus mismos familiares. Y así podríamos seguir con otros ejemplos de grupos vulnerables que requieren actualmente atención específica.
¿Dónde están las mediciones que dan cuenta de los jóvenes reclutados por la fuerza por el crimen organizado, o de los niños halcones víctimas de la violencia?
Esos números existen y seguramente también son alarmantes. Lo que sucede es que desgraciadamente, no tienen la visibilidad que ha conseguido, a fuerza de lucha, el movimiento feminista.
Atender la violencia contra la mujer tal y como se hizo en relación al huachicol, resulta imposible. Ahí hay una red de gas y combustible que, por muy amplia que sea, se puede vigilar.
¿Alguien sabe dónde se presentará el siguiente feminicidio en el país? ¿Es posible prevenirlo? Desafortunadamente la respuesta es, no.
López Obrador lo ha señalado varias veces: el tejido social en México, se deterioró en forma brutal. Feminicidio, “niños halcones”, niños consumidores de droga, adolescentes trabajando para la criminalidad, familias desintegradas que generan violencia al interior del hogar, son el resultado de este deterioro brutal.
Si algo hay que reconocer al actual gobierno, es la voluntad política para disminuir la violencia y reparar ese desgastado tejido social.
Son tareas que requieren trabajo, tiempo y mucha paciencia. Soluciones inmediatas no las hay. No existen. Tapar un hoyo dejando los demás abiertos, no es solución.
Para cerrar, me gustaría ejemplificar todo lo anterior de esta forma:
En este momento, circulan en redes sociales dos videos. Uno es de Mariana Gómez del Campo y otro de Javier Lozano Alarcón. Se trata de entrevistas que dieron cuando eran parte de la estructura de gobierno neoliberal. Entrevistas de hace unos años.
En esos videos, declaran que para realizar un verdadero cambio en el país, se requiere de mucho tiempo y trabajo permanente.
Javier Lozano es enfático al señalar que es indispensable trabajar para el mediano y largo plazo, si se desea lograr, entre otros objetivos, la paz social.
Los mismos neoliberales que hoy piden remedios urgentes, están conscientes, aunque hoy ya no lo digan, de que la seguridad pública se debe atender en un proyecto integral, que requiere forzosamente de tiempo.
Ojalá puedan localizar ambos videos en redes sociales.
La única respuesta ante cualquier tipo de violencia, es reconstituir el tejido social. Sellarlo por entero, sin dejar hueco alguno.
Eso no se hace de la noche a la mañana.
Requiere tiempo, pero al final, se alcanza el objetivo que beneficia a todos.
Si alguien piensa lo contrario, que le preste su varita mágica al presidente, o que le presente un plan alterno, debidamente estructurado y aplicable al corto plazo.
Eso sí: que no sea el mismo plan de enfrentar la violencia, con más violencia.
Malthus Gamba