Por: Jorge Adrián Bejerano
@bejerano_adrian
Por primera vez tendremos una sucesión presidencial donde el gobierno no utilice los recursos del estado para favorecer a un candidato ni el presidente sea el gran elector. Una verdadera transformación democrática.
Durante el régimen de partido de estado el presidente designaba a su sucesor y lo imponía a toda costa, el uso de recursos públicos, el fraude electoral, el control de los órganos electorales y los medios. Hasta que en 2018 se impuso la voluntad popular.
Al respecto López Obrador ha realizado algunas puntualizaciones. De la reelección recordó desde septiembre de 2019: “Soy maderista, no tengo esa intención, no me voy a reelegir, es un asunto de principios”. “Yo estoy hasta el 24 y me jubilo, ahí sí a Palenque. Pero jubilar es no volver a participar en nada, no opinar”, ya hay relevo generacional dijo en marzo de 2021. Vale mencionar que la reelección no existe en la Constitución y, suponiendo sin conceder, su aprobación requeriría el voto de la oposición.
Profundo conocedor de la historia de México y de su significado AMLO tiene claro lo que represento el Maximato y las pretensiones de Fox y Calderón de perpetuarse en el poder mediante su familia. En Quintana Roo el presidente explicitó el fin de la liturgia sucesoria del viejo régimen: el “tapado”, el “dedazo” y la “cargada”. Aún bajo la influencia de la cultura priísta hay quienes buscan en el ejecutivo una señal sobre quien va a sucederlo. El presidente no tiene preferencia, nos remite al actor fundamental de toda transformación: “No me corresponde a mí, va a ser un asunto del pueblo, no es conmigo, es con la gente”.
La sucesión presidencial 2024 será decisión del pueblo y también de Morena, que sin duda obtendrá el triunfo. El estatuto del partido establece el método de encuesta para la selección de candidatos a “presidente municipal, gobernador y presidente de la República” (Art. 44 inciso o), cumplir con el perfil establecido en el Art. 6 Bis. Compete a la Comisión Nacional de elecciones “determinar la inclusión de aspirantes en las encuestas” (Art. 46 inciso h).
La Comisión Nacional de Elecciones tendrá un papel fundamental para que el proceso y su resultado sea factor de unidad, de congruencia y credibilidad. “La encuesta es un método confiable si se aplica bien, es un instrumento estadístico que no falla; claro, cuando es profesional, porque hay encuestas ‘cuchareadas’” recién señalo el presidente.
EL PROGRAMA
En 2006 López Obrador presento el programa político para contender por primera vez por la presidencia de la República, el Proyecto Alternativo de Nación. Rumbo al 2012 el nuevo Proyecto Alternativo fue coordinado por Jesús Ramírez Cuevas con la participación de destacados intelectuales de izquierda. Prolífico escritor en 2017 publico “La Salida Decadencia y Renacimiento de México”, base del Proyecto Alternativo de Nación de Morena.
Son de dominio público las trayectorias de quienes pueden suceder a al presidente, aún no han presentado sus propuestas de gobierno, ya las conoceremos y valoraremos.