En medio de la desorientación evidente que manifiestan hoy los partidos de oposición, el PRI parece mantenerse enviando señales inexplicables. Por un lado rechaza la alianza con el PAN y el PRD para competir por la gubernatura de Quintana Roo el año que viene y decide ir sólo contra el mundo. Por el otro rechaza la idea de ir solo en Hidalgo y entrega la candidatura para que el PAN sea quine seleccione al candidato, dando pie a una polémica estéril con el actual gobernador priísta Omar Fayad.
Sin embargo, hay un estado en el que su comportamiento sigue siendo congruente con su tradicional simulación e hipocresía de abolengo. En el Estado de México el PRI de Del Mazo, reparte dinero por medio de tarjetas rosas que promueve contratando hasta 60 mil robots en redes sociales, para dar la impresión de que su programa es de largo alcance y mantener los Trending Topics inflados con dinero público que no se destina a los beneficiarios.
Por otro lado, lleva 3 años jugándole al amigo con el Presidente de la República, mientras su gobierno hace gala de derroche presupuestal en lujos al más puro estilo de los figurines peñanietistas, solicitando deuda adicional en grandes cantidades y proponiendo la creación de impuestos nuevos que le permitan mantener un principesco tren de vida gubernamental.
Pero esta vez las cosas ya no le salieron como esperaba. Con una deuda de 47 mil millones de pesos a cuestas de los mexiquenses, el gobernador intentó que el Congreso de su estado le autorizara 10 mil millones de pesos en deuda adicional para el presupuesto estatal de 2022, pero se topó con pared.
En esta ocasión los miembros del grupo parlamentario de Morena, acordaron por unanimidad no aprobar el presupuesto del estado que incluía esta solicitud de endeudamiento, pero aclarando que están listos para hacerlo una vez que se les envíe el documento sin que incluya deuda adicional alguna.
En su acuerdo, los diputados de Morena en ese estado, justifican su decisión basados en la evidencia que proporciona la actuación del Gobierno Federal, quien aplicando una política de austeridad presupuestal, ha podido desarrollar grandes proyectos de infraestructura, optando por la racionalidad del gasto y la participación social. Para ellos ese camino ha demostrado que existen mejores alternativas que las utilizadas por los gobiernos neoliberales del pasado.
Otro de los aspectos relevantes de su análisis, es que en el pasado, el gobierno de Del Mazo ha solicitado deuda por 32 mil millones de pesos para aplicar el dinero a programas y obras que no se han llevado a cabo, que en realidad se destinaron para gasto corriente.
Hoy los diputados dijeron “Ya No”, evitando que el gobierno derrochador continúe con su práctica de endeudar a los mexiquenses a fin de mantener sus privilegios palaciegos, así los legisladores defienden con firmeza y congruencia, los intereses de los ciudadanos que los eligieron.
Parece que el PRI ha dejado de tener la suerte de su parte, incluso en los estados que aún gobierna. Para este año se perfila como perdedor en dos de ellos y luchará su batalla final por sobrevivir en 2023, precisamente en el Estado de México que ha sido madriguera de las alimañas durante más de 90 años.
Como a ellos no les queda claro que la gente ya no puede seguir soportando este tipo de gobiernos simuladores, voraces y saqueadores, es muy prometedor que los diputados progresistas elegidos por la gente para salvaguardar sus intereses, estén actuando como se espera de ellos a fin de contrarrestar los intentos de saqueo que se dan el lujo de seguir llevando a cabo estos gobiernos obsoletos.
Como dijo el escritor francés Antoine Rivarol: “El voraz carece tanto de lo que tiene y de todo lo que no tiene”.