Salario mínimo ¿quiebre de empresas?
La molestia de los dirigentes de la COPARMEX por el incremento de 15% al salario mínimo, acordado por la Comisión a cargo de esas decisiones integrada por patrones, trabajadores y gobierno, fue motivo para que explotaran en declaraciones muy a su estilo, afirmando que quebrarían 700 mil empresas en todo el país como consecuencia de este incremento.
La posición de esta agrupación de empresarios, era que el salario aumentara solo 10% y que el otro 5% lo pusiera el gobierno, como si el gobierno se beneficiara en algo de las utilidades que genera el trabajo de los empleados contratados por esas empresas.
Como siempre lo ha hecho esta agrupación, que se dice apartidista, pero que en los últimos tiempos se ha descarado en su militancia dentro del PAN, sus declaraciones y peticiones hacia el gobierno demuestran una nostalgia profunda por las prácticas del pasado, en la que los rescatados con recursos públicos siempre eran ellos, mientras los trabajadores eran abandonados a su suerte con salarios miserables.
No contentos con pagar salarios solo equivalentes a los que se pagan hoy en Cuba o en Venezuela, se esmeraron en la violación de sus derechos laborales, configurando estrategias como la de outsourcing, mientras ellos recibían condonaciones de impuestos, vendían y compraban facturas falsas, celebraban contratos amañados con el gobierno para cobrar sin terminar las obras y un sinfín de otras porquerías que mantenían a este país secuestrado por la oligarquía que controla este tipo de organizaciones de muy dudosa calidad moral.
En 2019 el aumento del salario mínimo fue de 16% y 100% en la frontera Norte; en 2020 fue de 20% parejo y hasta hoy, no sabemos de quiebras masivas de empresas por haberse otorgado esos incrementos, ni de un repunte de la inflación también pronosticado durante décadas por estos mercenarios del tráfico de influencias.
En su página web la COPARMEX reporta que representa a 36 mil empresas, que por su número no representan ni el 1% del número de unidades económicas que existen en el país; también publican que estas empresas generan 4.8 millones de empleos, que corresponden a menos del 10% de los empleos totales. Incluso suponiendo que lo que dicen sea verdad, en realidad no representan ni a la mayoría de los patrones, ni le dan trabajo a la mayoría de los trabajadores.
Lo que no nos dicen es cuantas empresas hubieran quebrado, según sus estimaciones de muy dudosa precisión, si el salario solo hubiera aumentado en un 10% como ellos proponían; tampoco nos dicen que ese aumento solamente aplica para trabajadores registrados en la economía formal, que son menos de la mitad de todos los empleados del país, porque los millones de empresas micro y pequeñas que generan casi 30 millones de empleos informales, no caben en el modelo que ellos diseñaron como parte del sistema neoliberal.
En resumen, volvemos a escuchar las mismas profecías del desastre que se acerca desde que inició este nuevo gobierno, de bocas de los mismos desposeídos de privilegios que han venido espantando con el petate del muerto por décadas a los mexicanos desinformados. Que si Andrés Manuel es un peligro para México, que si vamos a convertirnos en Venezuela, que ahí viene la mega devaluación del peso y tantas otras estupideces, producto de su coraje y desesperación, que ya no se come nadie.
Lo que sería conveniente aconsejarles, es que se vayan acostumbrando a que dejaron de ser los bebés consentidos del gobierno, ahora van a tener que trabajar como empresarios creativos y productivos o los que están en riesgo de quebrar sus empresas son ellos, desprovistos de privilegios y chanchullos tolerados por la autoridad. Y que se preparen porque el salario mínimo va a seguir aumentando año con año por encima de la inflación, en beneficio de aquellos que trabajan para generar la riqueza de la que ellos gozan.
Como dijo el poeta Horacio de la antigua Roma: “La justicia, aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al criminal en su carrera”.