Riva Palacio y su “López Obrador no se preocupa por el pueblo”
Esa es la consigna en boca de todos los conservadores. La dirigencia de la BOA giró la instrucción de remachar una y otra vez esta frase, para implantar en la mente de los ciudadanos, la idea de que el presidente López Obrador es en realidad enemigo del pueblo.
Una estrategia rústica, rupestre, carente de posibilidades para atraer el voto popular en las próximas elecciones del 2021.
Es la misma idea que ya no funcionó en el pasado reciente, en el sentido de que “AMLO es un peligro para México”. Le dieron una revolcada a la gata y la marca de la presente campaña BOA queda más o menos: “AMLO es un peligro para el Pueblo”.
El enfoque de la campaña es bastante estúpido. Por una parte señala que al presidente López Obrador, únicamente le interesan sus programas sociales. No tiene interés por la gente. Y sin embargo pasan por alto que la mayor parte de los mexicanos, reciben beneficios directos, precisamente de esos programas sociales.
Hay una contradicción de origen en esa campaña mal planeada. No le puedes decir al pueblo que el presidente prefiere sus programas de bienestar antes que al pueblo mismo, cuando la gente obtiene recursos directos a través de esos programas.
Los conservadores agrupados en el BOA, mantienen aún la idea de que el pueblo de México es tonto. Creen que lo pueden manipular a su gusto, a través de campañas publicitarias y con el concurso de sus serviles periodistas que repiten una y otra vez la misma consigna.
Raymundo Riva Palacio, uno de los chayoteros más destacados durante el periodo neoliberal, servil al poder hasta la náusea, escribe hoy en su columna para El Financiero que al presidente López Obrador no le importa la vida de los mexicanos y que coloca la economía por encima de la vida.
Habla de la amenaza latente del Covid-19 y de lo inconveniente que resulta salir a la calle y reanudar la actividad económica en el país. Dice que el titular del ejecutivo llama a las personas a salir de casa, de manera irresponsable.
Riva Palacio utiliza esta pobre argumentación para tratar de crear pánico dentro de la sociedad.
Culpa al presidente de las muertes que se han dado a causa de la pandemia. Acusa sin presentar elementos, de una mortalidad mayor y de una saturación hospitalaria que no se justifica, por el hecho de reanudar labores.
La intención es clara. Riva Palacio está trabajando dentro de la estrategia conservadora, para intentar restarle apoyo social al presidente. No importa si las herramientas que se utilizan en este trabajo son tan sucias como lo es el mismo periodista.
Pero al pueblo de México no se le engaña fácilmente. La gente sabe que la planta productiva en el país debe echarse a andar en forma inmediata. Hay protocolos bien definidos por la autoridad sanitaria, para el regreso a las actividades, dentro de un marco de protección personal.
El ciudadano común, que no cuenta con los recursos económicos que tienen los periodistas chayoteros como Riva Palacio, necesita reanudar actividades para conseguir el pan diario de él y de su familia.
No puede permanecer indefinidamente en resguardo, esperando que el alimento le caiga del cielo.
Señalar que el presidente actúa sin plan y con desapego a la seguridad de la gente, es una mentira que nadie se traga.
Hay todo un procedimiento para la reapertura económica que todos conocen.
Empresarios, gobiernos y sobre todo el sector salud, están instrumentando los ordenamientos de seguridad que se han hecho de conocimiento público. La salud de la gente ha sido y es la prioridad de este gobierno.
Pero como dijimos al inicio de esta nota, la consigna que deben repetir una y otra vez los medios de comunicación y periodistas identificados con el pequeño movimiento de las BOAs, se basa principalmente en la calumnia.
“Que López Obrador no se preocupa por el pueblo”, o que al “presidente no le interesa el bienestar de la gente”, es un estribillo que escucharemos hasta el cansancio en los meses previos a las elecciones.
Recordemos que los conservadores del BOA, carecen de proyecto propio. No tienen algo que ofrecer a la sociedad mexicana, salvo el regreso al neoliberalismo.
Y como están con las manos vacías, a lo único que pueden aspirar, es a restarle apoyo popular al presidente y al gobierno de la Cuarta Transformación. Así piensan que competirán en un piso más parejo.
El cambio que ha vivido la sociedad mexicana en los últimos años, es muy significativo. El pueblo dejó de ser un pasivo receptor de información y pasó a ser actor principal en el desarrollo de los acontecimientos nacionales.
Las “benditas redes sociales” le dieron voz al ciudadano y hoy cada mexicano conectado a la red, opina, propone y reclama sobre todo asunto de interés nacional.
Si los conservadores del BOA piensan que pueden manejar la mente de los ciudadanos, a través de campañas publicitarias y guerra sucia en contra del presidente y su gobierno, están partiendo de una equivocación que los conducirá al fracaso total en el 2021.
El pueblo de México conoce perfectamente a sus políticos. Sabe quiénes hablan con la verdad y quienes “mienten como respiran”.
Periodistas como Riva Palacio, López Dóriga, Ciro Gómez, Loret de Mola, Pablo Hiriart y muchos otros, carecen de credibilidad y no engañan con sus notas tendenciosas y cargadas de basura informativa.
Es imposible que surta efecto su engaño ante un pueblo que disfruta en este momento difícil, del apoyo que brindan los programas de bienestar impulsados por la Cuarta Transformación.
Es imposible también que la gente crea que el presidente López Obrador no tiene interés en el pueblo, cuando se ve que el trabajo del primer mandatario, está enfocado precisamente en la atención de las demandas de una sociedad olvidada por el neoliberalismo.
Que no nos aturda la campaña de calumnias y mentiras que difunde desde hoy la prensa chayotera.
Los BOAs sueñan con un regreso al poder, impulsado por ciudadanos sumisos que den oídos a la mentira y a la calumnia.
El pueblo de México ya no está compuesto por ciudadanos manipulables.
Eso vamos a demostrarlo en la elecciones intermedias del 2021.
No quedará una sola BOA en suelo mexicano.
Malthus Gamba