El presidente López Obrador hizo una pausa según es su costumbre (cuando siente que la respuesta que dará a la pregunta del reportero, debe ser cuidadosa), y dijo con claridad: “Pues está desinformado, porque no hay pérdidas”, refiriéndose a lo expresado por Ricardo Monreal.
¿Sobre qué asunto estaría desinformado el senador de Morena?
Sobre las consecuencias que a su juicio, tendría el aprobar la Reforma Eléctrica que ya se discute en la Cámara de Diputados, tal y como la envía el presidente de la república.
El reportero del Reforma pide al presidente López Obrador, que aclare qué tanto perjudicaría económicamente a México, la modificación de las reglas que afectan inversiones extranjeras, en materia de electricidad. Algunas de estas empresas foráneas, han señalado que acudirían a paneles internacionales, si la Reforma Eléctrica afecta sus intereses en el país.
Hay contratos firmados y dentro de las reglas del Tratado de Libre Comercio, suscrito por los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y México, se establece que ese tipo de diferencias no pueden resolverse de manera unilateral dentro de cada nación. Los instrumentos creados para dirimir desacuerdos, son los únicos que tienen validez y legalidad.
López Obrador señaló que ese “petate del muerto”, es argumento opositor. Intentan crear desconfianza en el gobierno, al señalar que puede atentarse contra las inversiones que llegaron al país durante el periodo neoliberal.
Las reglas del juego eran conocidas y aceptadas en ese entonces, por inversores y responsables de dichos gobierno. Ambas partes convinieron condiciones que no pueden ser modificadas con carácter retroactivo.
El presidente López Obrador señala que es poco probable que se den este tipo de inconformidades. Al sector privado se le deja el 46% del mercado eléctrico. Una tajada nada despreciable si se considera que equivale al total de la producción eléctrica en Argentina. No se saca de la jugada a los participantes extranjeros. Solo se ajusta la regulación en el sector eléctrico, para que la Comisión Federal de Electricidad, pueda competir en igualdad de condiciones y viendo en todo momento por el bienestar de los que menos tienen.
Hace unos días, Ricardo Monreal hizo suya la preocupación de los empresarios extranjeros, que quieren a toda costa mantener privilegios que los ponen por encima y dan injusta ventaja, sobre la Comisión Federal de Electricidad.
Monreal habló de posibles sanciones millonarias que enfrentaría este gobierno, si se aprobara la iniciativa del presidente López Obrador, tal como fue recibida en el Congreso.
Dijo que hacen falta cambios que garanticen el voto opositor en favor de la Reforma.
Cambios que protejan intereses extranjeros y limiten al máximo el inicio de juicios en paneles internacionales.
Incluso, en una clara intención para que en el Senado, la discusión sobre la Reforma Eléctrica se dé de manera tersa, solicitó que sea en la Cámara de Diputados donde se discutan y realicen las modificaciones que él y los empresarios nacionales y extranjeros proponen.
Esto, para que a la Cámara Alta llegué un documento “rasurado” y “planchado”, que permita una votación favorable por parte de los integrantes de las bancadas opositoras.
Ricardo Monreal no es un senador desinformado. No lo están sorprendiendo las posibles amenazas de amparos y demandas fuera del país.
Esas situaciones son parte del trabajo legislativo y Monreal no es nuevo en ese ambiente.
Para entender qué mueve a Ricardo Monreal en este momento, hay que recordar otro señalamiento del presidente López Obrador, en la conferencia mañanera del día de hoy.
“Ahora que se discute la Reforma Eléctrica dentro del Congreso, tenemos la oportunidad de conocer a quienes están a favor del pueblo y a quienes intentan favorecer a empresas extranjeras. Van a tener que quitarse la máscara y dar a conocer su verdadero rostro. Los diputados y senadores, están obligados a ver en todo momento, por el bienestar del pueblo. No a ver por su bienestar personal, ni por el de los grandes capitales nacionales y extranjeros”.
Ricardo Monreal sigue señalando que no hay prisa para aprobar la Reforma Eléctrica. Que debe haber mesura y tiempo suficiente para ponderar su aprobación, en términos que beneficien a todos.
Es decir, incorporando los cambios que solicitan los inversores extranjeros.
Para Monreal, resulta difícil esperar que esta reforma quede aprobada antes de finalizar abril próximo. Quiere más tiempo de discusión.
Su posición camina en contra de lo expresado hoy por el presidente López Obrador, quien señaló que es muy posible que la aprobación de la Reforma Eléctrica, se dé antes de finalizar abril. Esto es, antes de que concluya el periodo ordinario en el Congreso.
Visto todo el panorama, ¿Qué posición defiende el senador Ricardo Monreal?
Al parecer y antes que nada, defiende su posición personal.
Su posición política.
Monreal, aunque la suerte está jugando en su contra en este momento, tiene aspiraciones presidenciales.
Pretende ser el candidato de Morena en 2024, aunque toda encuesta lo coloca muy por debajo de otros jugadores, que comparten la misma intención.
El margen de maniobra de Monreal es muy limitado. Está con un pie fuera de la competencia sucesoria. Un error en este momento, lo deja noqueado, mucho antes de iniciada alguna precampaña.
Por eso pide que los cambios a la Reforma Eléctrica, se hagan en la Cámara de Diputados. Que los problemas sucedan allá, al lado.
Y hay otra cosa más que defiende Ricardo Monreal.
La política vieja, muy al estilo conservador.
Monreal habla de sí mismo en toda entrevista, como del defensor de la verdadera democracia.
Esa democracia que dialoga y acuerda con todos los grupos parlamentarios. La que crea lazos de entendimiento con otras fuerzas políticos, para alcanzar consensos. La que está abierta para escuchar y tomar en cuenta las inquietudes de los capitales privados que tienen interés en algún asunto legislativo.
La democracia que está abierta a todos.
Menos para el pueblo.
Porque si uno revisa el discurso de Monreal, se puede advertir que las necesidades expresadas por el pueblo, están ausentes.
Es la democracia añeja del neoliberalismo, que toma como actores importantes en la historia del país, a los poderes fácticos que gobernaron en el pasado reciente.
A los que se creían dueños de esta nación.
Monreal debería entender, que el pueblo de México no quiere una Reforma Eléctrica parchada.
Quiere que se apruebe esa Reforma, con el texto propuesto por el presidente López Obrador.
Los intereses privados están garantizados en ese documento y no hace falta quitar o poner textos a modo.
Si Ricardo Monreal da la batalla, en lugar de pretender jugar “de a muertito”, para no desgastar su posición política, tendrá el amplio reconocimiento y agradecimiento de una sociedad comprometida cien por ciento con la Cuarta Transformación.
Si por el contrario, deja de lado al pueblo que le otorgó su voto, para proponer y aprobar una Reforma adulterada y prostituida, puede dar por descontado que su carrera política llegó a su fin.
Recuerde senador:
“Con el pueblo todo. Sin el pueblo, nada”.
“Son tiempos de definiciones”.
Y Ricardo Monreal, así como los demás legisladores, deberán mostrar su verdadera cara.
Vamos a ver de qué están hechos.
La Reforma Eléctrica Va.
Malthus Gamba