Revocación de mandato: Llegó la hora de los ciudadanos

Solo faltaba que se le obligara a la pandilla del INE a tener que llevar a cabo el proceso de consulta para revocación o confirmación de mandato del Presidente, para ver hoy a los representantes de esta institución corrupta y onerosa, actuando como delincuentes electorales, violando la constitución y todas las leyes en la materia, haciendo huelga de brazos caídos para no llevar a cabo el trabajo por el que les pagamos.

Los ciudadanos, nuestros representantes, los jueces y hasta el gobierno federal, tuvimos que empujar a estos aprovechados para que se movieran, aceptando realizar su trabajo, no sin que antes intentaran extorsionar de todas formas al gobierno para que les diera más dinero del que necesitan, con la única justificación de mantener un tren de gastos principesco a costa del erario.

Una vez que fueron presionados por todas las instancias legales para trabajar, sin que les quedara oportunidad de sacarle la vuelta a las cosas, se han dedicado promover mínimamente el proceso, a diferencia de lo que les ordena la constitución y las demás leyes.

Pero no sólo eso, sino que los vemos participando en espacios de información pronunciando ataques en contra del presidente, en franca propaganda que intenta desvirtuar el proceso que están obligados a promover, vigilar y garantizar, perjudicándolo abiertamente.

La votación para decidir si confirmamos al presidente en su cargo o lo quitamos será el 10 de abril. Lo más relevante de este ejercicio, es que ya quedó establecido en la ley para poder aplicarlo después del 2024 en sexenios de gobiernos futuros, en los que los ciudadanos ya tendremos esta herramienta para destituir a cualquier presidente, que olvide que lo pusimos ahí para que cuide nuestros intereses y no los de minorías que se sienten especiales.

Sin embargo, este primer proceso de consulta resulta fundamental y de una relevancia toral, para que los ciudadanos confirmemos quiénes mandan aquí, para que les quede claro a los que hoy están en los gobiernos y a todos los que lleguen en el futuro a ocupar cargos públicos, que no están ahí ni para hacer negocios con traficantes de influencias, ni para hacer lo que a ellos les dé la gana. Están ahí para administrar honradamente el dinero de nosotros en beneficio de todos y en especial de los que más lo necesitan.

Su responsabilidad es protegernos, proporcionarnos servicios de educación, salud, seguridad, transporte, energía y seguridad social. Nos cansamos de sufrir sus depravaciones y su delincuencia patrimonial. Se los dejamos claro en 2018 y en 2021. Nos corresponde ponérselos aún más claro saliendo a votar este 10 de abril para que no les quede duda de que nuestro proyecto, es el que hoy encabeza el presidente, que después de él continuaremos todos como una consciencia colectiva, despierta y vigilante.

No importa cuántas casillas pongan los abusivos del INE; ese tema ya se los cobraremos después presionando a nuestros diputados para que los destituyan y los juzguen; en este momento lo que realmente cuenta es salir el 10 de abril a la casilla que nos corresponda, para cruzar la boleta y retacarles las urnas con nuestra opinión.

Además de la relevancia que implica el proceso como una nueva herramienta de la democracia, en esta ocasión la importancia de su peso aumenta, porque significa también mandarle un mensaje contundente a los que tratan de evitar que los ciudadanos decidamos nuestro destino sin su patética intervención, que solamente nos ha dejado, saqueo y deuda. Llegó la hora de actuar para los ciudadanos organizados y conscientes. Vamos todos a votar el 10 de abril, llueva, truene o relampaguee.

Como dijo el psicólogo francés Gustave Le Bon: “Las voluntades débiles se traducen en discursos, las fuertes, en actos”.