¿Qué nos espera en 2023?

El año que viene es clave para la cimentación de la 4ª transformación; entre otras cosas, varios de los grandes proyectos de infraestructura que al principio de 2019 eran sólo promesas estarán ya en operación: la estrategia de combate a la inseguridad habrá consolidado la tendencia a la baja en los delitos, el derecho universal a los servicios de salud de buena calidad continuará avanzando hacia otros estados donde hoy no han llegado y el desempeño de la economía se mantendrá estable con crecimiento, creación importante de empleos y con inflación a la baja.

El tren maya será inaugurado y comenzará su periodo de pruebas para quedar afinado y operando en 2024. La refinería de Dos Bocas estará ya produciendo a su máxima capacidad, mientras las otras 6 ubicadas en territorio nacional, alcanzarán una producción cercana al 70% de sus capacidades instaladas y muy probablemente habremos alcanzado la autosuficiencia en producción de combustibles para finales del año.

El tren interoceánico que va desde el Pacífico en Salina Cruz, Oaxaca hasta el Atlántico en Coatzacoalcos, Veracruz, también estará ya en pruebas para comenzar a operar en 2024 como una alternativa barata y eficiente al canal de Panamá.

Habrá instaladas casi 3 mil sucursales del Banco del Bienestar en toda la república, convirtiéndose en la red más grande del país, con lo que se incluirán a más de 30 millones de personas en los servicios de bancarización.

La producción de alimentos seguirá aumentando con miras a lograr la autosuficiencia en productos básicos, como se logró ya con el maíz blanco y el frijol, con el programa de entrega gratuita de fertilizantes en más de la mitad de los estados del país, a más de 2 millones de pequeños productores y la inauguración de más de 100 mil hectáreas de riego.

En materia económica el PIB crecerá alrededor del 3%, la paridad con el dólar se moverá alrededor de los 20 pesos, la inflación promedio anual se ubicará en una cifra cercana a 5%, el comercio con los Estados Unidos seguirá creciendo, se crearán alrededor de un millón más de empleos formales y la deuda pública será equivalente a una cifra cercana al 49% del PIB.

En la arena electoral habrá elecciones en 2 estados; Morena ganará el Estado de México y la izquierda perderá Coahuila aunque gane Morena. Los consejeros del INE seguirán peleando en tribunales para defender sus salarios tolerados aunque al final pierdan; la pestilencia dentro del INE va a disminuir un poco a partir de mayo, una vez que Córdova y Murayama saquen sus trapos y se vayan a dar asco a otra parte.

La carrera por conseguir la candidatura a la presidencia se va a intensificar entre los tres aspirantes de Morena y seguramente al final del año tendremos ya seleccionado a uno de ellos para competir por la presidencia, encabezando la continuación del proyecto a partir de octubre de 2024.

La oposición seguirá escogiendo temas para montar espectáculos con los que puedan mantenerse haciendo escándalo, con arengas y frases vacías, sin argumentos y sin propuestas. El nivel de estridencia en sus montajes se intensificará y seguirán gastando grandes cantidades de dinero para mantener desorientados y desinformados a la mayor cantidad posible de la minoría de ciudadanos que no pueden despertar.

A pesar de las situaciones complicadas por las que va a pasar el mundo mientras se perfila un panorama con algo de certeza sobre el conflicto de Ucrania y la caída de las economías en Europa, México tienen las bases, así como el rumbo que requiere para capotear bien el temporal de la nueva geopolítica planetaria.

Como dice el psicólogo argentino Fernando Stamateas: “Si te aferras a tu propósito lograrás hacer lo que nunca has hecho y entonces todo fracaso o error será transformado en entendimiento y progreso”.