Prometiste que ya no ibas a tomar, Felipe
Dioniso, que es un dios por naturaleza en todo su rigor, el más terrible y el más amable para los humanos.
Eurípides
Dioniso es considerado en la mitología griega el dios del vino e inspirador de la locura. Durante su juventud aprendió a cultivar la vid y elaboró una bebida fermentada: sin quererlo había inventado el vino, por lo que Juno, al enterarse –estando lleno de ira–, sembró en su alma la locura. Dioniso, asombrado por la bebida que había descubierto, perfeccionó su técnica hasta convertirse en un experto en el cultivo de la vid. Predicó desde entonces la ingesta del vino entre todos los mortales por lo que acabó labrándose otro título “El libertador” (Eleutherios), que le galardonaba como inspirador de la locura y la embriaguez.
En uno de los pasajes mitológicos narrado por Eurípides –el último de los tres grandes trágicos de la edad de oro de la literatura ateniense, junto a Esquilo y Sófocles– Dioniso llega a Tebas, su patria materna donde gobierna su primo Penteo quien, escandalizado por el comportamiento que Dioniso provoca en las personas, amenaza con aprisionarlo por haberse apoderado de sus mentes. En venganza, Dioniso hace que Ágave, madre de Penteo, poseída por la locura, le corte la cabeza a su propio hijo llevándola en sus manos pensando que era la de un león.
Olga Wornat, en apenas la primera centena de páginas de su libro: Felipe, el oscuro, da cuenta en sumadas anécdotas del delirio y desacierto que el alcohol provoca en Felipe Calderón. Parece como si Dioniso, divinidad creadora del vino y la locura, haya sido su asesor personal para gobernar nuestro país.
“—¡Tengo tres horas buscándote! ¡Mira cómo estás! Felipe…, me prometiste que no ibas a tomar más… ¡Vámonos a la casa!
Felipe Calderón se encogió como un niño frente al reproche de Margarita y dejó de gritar. Con la cabeza gacha, se levantó tambaleante, y siguió a su esposa”. (Felipe, el oscuro; página 41)
Twitter: @danielmterres
Daniel Miranda Terrés. Asesor político. Escritor. Autor de los libros: Pan: el dios del miedo (Ediciones Simiente. Premio Nacional de Poesía Clemencia Isaura 2015); Anatomía del fracaso (Mantis Editores. Premio Nacional de Poesía Bartolomé Delgado de León 2015); El libro de la enfermedad (Ediciones Cuadrivio. Premio Internacional de Poesía Ramón Iván Suárez Caamal 2016). Un hombre lleno de incertidumbres y trastes sucios (Premio Nacional de Poesía Ignacio Manuel Altamirano 2019). Actualmente es becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes FONCA, Jóvenes Creadores, en la especialidad de Poesía.