No pudieron destruir las empresas estatales: Los muertos del neoliberalismo gozan de cabal salud
Por Ramiro Cadena Uribe
Petróleos Mexicanos (Pemex) envió a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) la información de que en 2023 obtuvo ganancias por 109 mil 920 millones de pesos, con lo que ha acumulado dos años con resultados positivos. Aparte de estos altos rendimientos, Pemex ha aportado, en los últimos cinco años, a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, es decir, a las finanzas públicas, un total de 3 billones 802 mil millones de pesos como pago de impuestos.
El monto de utilidades reportado de enero a diciembre del año pasado fue 9.94 por ciento, superior a los 99 mil 998 millones de pesos registrados al terminar 2022. Octavio Romero Oropeza, director general de Pemex, dio a conocer que, a poco más de cinco años de iniciada la transformación, casi todos los indicadores sobre desempeño de la empresa estatal tienen importantes mejoras. No sólo se ha frenado el deterioro operativo y financiero, sino que se ha iniciado una inercia para el crecimiento y máximo aprovechamiento de la riqueza petrolera.
El resultado positivo obtenido en 2023 se debe en gran parte por la aplicación de un decreto que otorgó estímulos fiscales por Derecho de Utilidad Compartida (DUC) y del Derecho de Extracción de Hidrocarburos (DEXTH).
Durante el periodo neoliberal se estableció como línea general la política de privatización de los bienes públicos, en especial de las empresas estratégicas como Pemex y la Comisión Federal de Electricidad. De Miguel de la Madrid, hasta Peña Nieto, 6 sexenios, 36 años de malbaratar los bienes de la nación. Saqueo a manos llenas. No les importo poner en riesgo al país por dependencia de esos servicios con la iniciativa privada nacional y del extranjero. Les interesaba el negocio, el dinero a toda costa.
La transformación vino a cambiarlo todo. Empresas como Pemex y CFE frenaron el saqueo y la privatización, vuelven a ser estatales, al servicio de la población y no del negocio de la élite. La nación recupera y recuperará lo que legítimamente le corresponde. Hoy los aviones de Aeroméxico vuelven a surcar los aires, Se recupera la producción de energía eléctrica que ya estaban en manos privadas y ya se tiene mayoría en la producción, garantizando la distribución y abasto de energía primara a precios justos.
En los sexenios anteriores se había puesto en marcha la privatización de los sectores de Pemex, desde los procesos de exploración, extracción, refinación y distribución. No les importó modificar a la Constitución para hacerlo. Ese es un gran negocio. Por lo tanto, dejaron caer las instalaciones, redujeron el mantenimiento y eliminaron la actualización. La idea era comprar todo a precios muy altos.
La 4T también llegó para Pemex: Mantenimiento y actualización de las 6 refinerías con las que se cuenta, comprar otra refinería en Deer Park, en Texas y la construcción de la séptima refinería “Olmeca” en Dos Bocas, Tabasco. Ahora el criterio es otro. Se recupera el petróleo, que es propiedad de la nación, para utilizarlo en beneficio de la población.
Para 2024 el presupuesto de Pemex es de 145 mil millones de pesos. Entre 2019 y 2023, Pemex ha recibido alrededor de 869 mil millones de pesos en aportaciones directas, que se suman a ahorros por 500 mil millones de pesos por la reducción de las tasas de pago del DUC y 229 mil millones de pesos por beneficios fiscales en 2020, 2021 y 2023. La deuda financiera total se ubicó en 106 mil millones dólares al terminar 2023, una reducción de 14.2 por ciento frente a 2022.
Hoy, lo que el neoliberalismo quiso destruir, como recursos, bienes y empresas de los mexicanos, gozan de cabal salud, para regocijo de los conservadores. Los muertos del neoliberalismo revivieron con el nuevo humanismo mexicano.
El cambio es quitarle a la iniciativa privada los recursos y medios de la nación y ponerlos en manos de la nación para su beneficio, garantizando la independencia económica del país y de su soberanía nacional.