Niveles de aprobación de los presidentes en los últimos 25 años
Por Akire Lincho
Esta semana el periódico El Financiero, quien no se caracteriza precisamente por estar a favor del Presidente López Obrador, reveló que una encuesta realizada por ellos arrojaba un nivel de aprobación para el gobierno del mandatario actual que alcanzó el 72% de encuestados que aprueban la gestión gubernamental. Esto volvió a detonar el acostumbrado jaloneo de opiniones en las redes sociales, sobrealimentado por los ejércitos de troles y bots pagados por la derecha, a favor y en contra del gobierno y, a favor o en contra de los datos publicados por el medio mencionado.
En relación con esta polémica artificial que continuamente provocan las cuentas falsas financiadas por grupos de lo que aún queda de oposición desmadejada, con el único objetivo de distraer la atención y desvirtuar la realidad utilizando herramientas como la post-verdad, es útil presentar un análisis objetivo sobre las mediciones históricas que se han realizado con respecto de la aprobación de los últimos gobiernos y el contexto en que estas mediciones se han llevado a cabo.
Los datos de aprobación de los gobiernos se obtienen a partir de encuestas que tienen una representatividad estadística aceptable desde el punto de vista técnico. Las encuestas son realizadas, por lo general, por organizaciones especializadas en estas actividades y cuesta dinero llevarlas a cabo. Por lo anterior, la lógica nos indica que alguien paga para que se lleven a cabo; o bien se realizan por encargo, normalmente de algunos medios de información que las publican, o bien, el que las realiza comercializa sus resultados entre dichos medios y otras entidades interesadas en utilizar los datos.
En el pasado, los gobiernos destinaban cantidades abrumadoras de dinero para que los medios de información publicaran notas y cifras que favorecieran la aprobación de los ciudadanos hacia su gestión, por deleznable que esta fuera en la realidad, por lo cual no sorprendería que los datos presentados por estos medios en relación con los gobiernos anteriores, incluyeran “una ayudadita” a favor de los niveles de aprobación publicados. Está claro que en el gobierno actual esta práctica ya no se continúa llevando a cabo, como lo demuestra el gasto que el gobierno ha ejercido en publicidad y el alud de notas tergiversadas que aparecen todos los días en los medios para intentar denostar sin éxito la gestión gubernamental, lo que podría estar provocando un “cuchareo” de los resultados en contra de la aprobación del gobierno que ya no les paga para que aplaudan.
Tomando en cuenta este contexto, es interesante presentar los datos históricos de aprobación que han sido publicados para los gobiernos al frente del país durante los últimos veinticinco años, desde Ernesto Zedillo hasta al gobierno actual.
En la siguiente gráfica se presentan los porcentajes de aprobación alcanzados por los cuatro gobiernos anteriores y los que se han registrado en lo que va del gobierno del presidente López Obrador. Los datos son los que publica la empresa Oraculus en su ponderación de datos presentados por las distintas encuestas que realizan diferentes organizaciones y medios, conocida como Poll of Polls (Encuesta de Encuestas).
En la gráfica se puede observar que, de los últimos cuatro gobiernos anteriores al actual, solamente el de Zedillo terminó su sexenio con un nivel de aprobación superior al que tenía cuando lo inició; al final obtuvo 18 puntos porcentuales por encima del nivel que registraba cuando inició. Fox perdió 9 puntos, Calderón 6 y Peña Nieto 37 en sus seis años de gobierno.
El nivel más alto de aprobación que ha alcanzado un presidente en estos últimos 25 años y antes de que tomara posesión AMLO, fue de 71% y lo obtuvo Fox en enero del 2001, justo al inicio de su gestión, cuando todos creíamos que sabía lo que estaba haciendo. A pesar de las carretadas de dinero gastado en los medios, la gestión de Calderón sólo alcanzó a lograr 68% en su nivel más alto; es decir, 2 puntos por debajo del nivel más bajo de aprobación que ha registrado el gobierno actual en lo que va de su administración. Peña Nieto se gastaba 10 mil millones de pesos anuales en dinero para los medios; con todo ese despilfarro monstruoso solo alcanzó 60% como su nivel más alto de aprobación, en enero del 2013, dos meses después de haber tomado posesión y cuando todavía algunos despistados pensaban que existía una probabilidad de que su desempeño no fuera desastroso.
El mismo Peña Nieto, con su gasto inconcebible destinado a los medios, que alcanzaba para repartir 80 pesos anuales a cada mexicano, en febrero del 2017 logró el nivel de aprobación más bajo que se haya registrado con 18%; muy por debajo del 37% de Zedillo en el peor momento de su sexenio, del 48% de Fox o del 55% de Calderón.
Es interesante observar como terminaron su primer año estos presidentes en niveles de aprobación, en relación con el nivel que tenían al inicio de su gestión.
Cambio en nivel de aprobación durante el primer año de gobierno
Todos los presidentes han perdido puntos de aprobación durante su primer año de gobierno. El que menos perdió fue Calderón que, a esas alturas, nos tenía muy entretenidos contando muertos, y esperando en algún momento que saliera a anunciar la muy anhelada victoria contra el narco, que nunca se dio, y cuya mediocre aprobación lo persiguió durante toda su administración. El que más puntos perdió en ese primer año de gobierno fue Fox, cuando nos dimos cuenta que se estaba dedicando a enamorarse y a dejar de lado las tareas gubernamentales, salvo por la diaria diatriba en contra el entonces Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
El segundo que menos puntos perdió en su primer año de gobierno fue AMLO que venía de un nivel inicial de 77%, pasó por un nivel máximo de 81% en febrero del 2019 y registró, en enero del 2020, 7 puntos menos de los que registraba al inicio de su gestión.
Hoy, al inicio de febrero del 2020, después de encontrarse más de un año bajo ataques permanentes de una evidente guerra híbrida montada por la oposición desvencijada, representada por los paladines de la oligarquía, los medios chayoteros (que de alguna parte están recibiendo dinero para pagar encuestas y noticias falsas), los residuos tóxicos de los que fueron partidos políticos en el poder y las excrecencias de presidencias panistas anteriores, Oraculus ubica la aprobación del presidente en 71%; si bien esto representa seis puntos menos de los que se registraron al inicio del sexenio y diez menos de los que tenía el mandatario en su nivel más alto alcanzado en febrero del 2019 (cuando inició y ganó la guerra contra el robo de combustibles),
¿Podríamos decir que su nivel de aprobación ha caído?, pues sí, ha caído al nivel de aprobación más alto que llegó a tener cualquier presidente en los últimos 25 años.