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MENTIR DESESPERADAMENTE
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MENTIR DESESPERADAMENTE

Hace pocas semanas, vimos como un Carlos Alazraki (ejemplo vivo de lo que un ser humano no puede permitirse ser), recomendaba a políticos reaccionarios reunidos en derredor de su mesa, utilizar la mentira descarada, como forma preferente para hacer política, en contra del presidente López Obrador y del gobierno que representa.
Sin ética alguna. Sin vergüenza de por medio. Sin pena de exhibir su nula calidad humana, en un medio digital visitado por una audiencia interesada en escuchar polémica política y no recomendaciones vergonzosas, Alazraki propuso eso.

Ese Alazraki decadente, puso sobre la mesa la necesidad de mentir para restar credibilidad al presidente del país. Y agregó: “mentir a a diario, considerando que mientras mayor sea la mentira, mayor será el daño causado”.

Las máscaras utilizados por neoliberales conservadores, han ido cayendo una a una, desde el momento en que perdieron el poder político en 2018.

La respetabilidad de todos estos personajes está por los suelos. Desde Claudio X González, patrono de los políticos en desgracia, hasta el más humilde de los periodistas que se prestan a difundir la guerra sucia que están pagando los antiguos traficantes de influencias.

Alazraki evidencia lo que conocía la sociedad mexicana desde hace bastante tiempo. Todo lo que sale de la boca de los conservadores, es mentira en un 99%.
Pero queda claro ahora, cuando las oportunidades para alcanzar el poder en 2024 están muertas, ya que la oposición carece de proyecto político y candidatos que no causen repulsión a la gente, que la intensidad en el mentir, se tornará asfixiante para todos.
Vemos a los “clásicos que jamás pasan de moda”, Loret, Dresser, Aristegui, Ciro, Riva Palacio, López Dóriga, Ferriz y otros cuantos, ser apuntalados por una turba de políticos y pequeños empresarios en desgracia, que no dejan descansar sus cuentas en redes sociales ni un minuto.

Las 24 horas del día difunden mentira tras mentiras, en contra de la Cuarta Transformación.

Hay personajes que al seguir esta línea política, llegan a dar pena.

Lamentable ver a un Vicente Fox, expresidente de México, exhibirse como un tuitero de segunda, agresivo, desinformado y mentiroso descarado, que va dejando lo poco de prestigio que pudo haber alcanzado a lo largo de su carrera, en cada tuit que publica.

Vicente Fox es el complemento de Carlos Alazraki. La otra cara de la misma moneda.

Lo que vendría a ser en la vida real, la cara viva de la ambición política, por una parte, y la mezquina ambición económica, por la otra.
Fox es fiel ejecutor de la visión inmoral y falta de ética que propone Alazraki.

Mentir permanentemente. “Y mientras más grande sean las mentiras, mejor”.

Esa demencial forma de hacer política, va dirigida a una sociedad que ya no existe. Tiene como destinatario a un núcleo social pasivo, desinformado, apático, domesticado, y receptivo a toda mentira publicada o difundida por los periodistas y comunicadores conservadores.

Alazraki y Fox, viven de glorias pasadas. Se miran como los engañadores que triunfaron durante el periodo neoliberal, haciendo creer a la sociedad mexicana, que sus ofertas político-económicas, eran no solo posibles, sino las más adecuadas para el país.

Sienten que aún conservan el poder y la fuerza para embaucar a los pobres incautos que caen en sus manos.

Se van a ir, más adelante, sin haber comprendido que esa sociedad desapareció, dando pasó a un Pueblo informado, activo, contestatario y con una visión de futuro que no deja espacio para que las viejas prácticas del engaño, lo aparten de un rumbo bien definido.

El tiempo de Fox y Alazraki ya se fue.

El tiempo de los viejos políticos conservadores que los respaldan y que hoy forman parte de la horda de tuiteros “engañabobos”, que mienten permanentemente en redes sociales, no tiene espacio en nuestro futuro.

Vemos a gente como Ignacio Morales Lechuga, Javier Lozano, Marietto Ponce, Max Kaiser, Beatriz Pagés, Juan Ignacio Zavala y otros antiguos beneficiarios del neoliberalismo, pretender dirigir un “nado sincronizado” en contra del presidente López Obrador.

Tienen la idea de que si logran debilitar al primer mandatario, de manera natural el desprestigio hacia su persona, se hará extensivo a Morena y debilitando a Morena, se abrirá la oportunidad para derrotar al candidato de ese partido en el 2024.

Técnica Alazraki puesta en marcha de manera permanente en todos los medios de comunicación y en las plataformas digitales. Sin descanso. Lanzando lodo día y noche, para aturdir conciencias y sembrar la duda en mentes a las que consideran débiles.

Pedro Ferriz dijo hace poco, que el Pueblo de México no tiene capacidad para tomar las riendas del país, haciéndose cargo de su futuro.

Esa mentalidad conservadora, permite a los grupos de pensamiento fascista, mantener la esperanza de que pueden, tal y como hicieron en el pasado, engañar a la sociedad para que les entregue el gobierno del país, dentro de dos años.

Mario Di Constanzo publica hoy en su cuenta de Twitter un mensaje, donde asegura que el presidente López Obrador muestra señales inconfundibles de deterioro mental y que por lo mismo, hay gran preocupación en quienes conforman su círculo cercano.

“Mientras la mentira sea más grande, mejor”. Y qué puede ser más falso y grave, que el hablar de un presidente con claro desequilibrio mental.

Decir que el país se militariza si el mando de la Guardia Nacional es asignado al ejército, es otra mentira manejada con la intensión de dañar al gobierno.

La Guardia Nacional ya tiene estructura militar y opera militarmente en todo el territorio nacional. Cuenta con cuarteles y armamento militar. Los grados y mandos dentro de la Guardia son militares.
¿El hecho de que el control de la Guardia Nacional quede en manos de las Fuerzas Armadas, o de la Secretaría se Seguridad Pública, cambia el hecho de que tenemos en activo una Guardia Nacional militarizada en nuestro país”. No

No cambia en nada el funcionamiento de la Guardia.

Lo único que pretende el presidente, es que no llegue a la Secretaría de Seguridad, un nuevo Genaro García Luna, para echar a perder a esa Guardia, tal y como hizo con la Policía Federal.
La técnica de la mentida descarada, o del engaño enmascarado, no está dando frutos a una oposición desesperada.

La sociedad cambio y el ridículo es el único fruto cosechado por una oposición sin credibilidad, sin proyecto, sin cuadros honestos y sin rumbo”

Fox y Alazraki forman parte de una fauna dedicada a la política, que vive su periodo de extinción.

Ellos no escribirán de manera alguna, el futuro del país.

Al final del camino, sus mentiras los alcanzaron y son dos personajes sin credibilidad.

Intentan abrir nuevamente una ruta de control social, que el Pueblo de México decidió cerrar en el 2018.

En el México de la libertad total que impulsa el gobierno del presidente López Obrador, pueden permitirse el lujo de mentira, sin consecuencias políticas y penales por esa actitud tan reprobable,
Pueden intentar engañar de manera permanente.

Es tan fuerte el respaldo social que mantiene sólida a la Cuarta Transformación, que las mentiras pierden su raquítico poder, al ser escuchadas por un Pueblo bien informado.
Nadie cree en tipos como Fox y Alazraki.

Nadie escucha las mentiras de los políticos corruptos del neoliberalismo.
No hay quien respalde a Claudio X González y su gente.

El lodo que lanzan a diario, servirá para edificar la tumba del neoliberalismo, en el ya próximo 2024.
La Cuarta Transformación llegará bien aceitada esa cita, a pesar de los intentos conservadores por mancharla.

Malthus Gamba

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