Por: Rafael Redondo
@redondo_rafa
La Organización Mundial de la Salud da a conocer un documento al que denominó, “Hoja de ruta del Grupo de Expertos de Asesoramiento Estratégico de la OMS para priorizar el uso de vacunas” y en él, se toma en cuenta el proceso pandémico completo, desde la disponibilidad de vacunas, evolución epidémica, variantes del virus y una cronología de cómo debe priorizarse la aplicación de vacunas, comenzando con los adultos mayores, individuos con riesgo alto, hasta niños, con riesgo muy bajo de desarrollar enfermedad grave. El Dr. Gatell y la política nacional para combatir la epidemia están completamente apegados a estas pautas. No es extraño, Gatell sí es científico, no editorialista de panfleto, remedo de intelectual.
Vivimos en un mundo globalizado y atravesamos por un problema común: una pandemia. Cualquier falla o error en la política para combatirla por parte del Gobierno de México, ya habría recibido algún señalamiento por parte de la comunidad científica internacional; para nada necesitamos de López Dóriga, Loret, Dresser, Lilly Téllez o una dentista advenediza y sus observaciones “de lavadero”.
Los críticos de la 4T se han caracterizado por hablar desde las vísceras y no desde el cerebro. Así, tenemos a los “eruditos de poca monta” vociferando contra la Reforma Eléctrica, en la que el Estado Mexicano poseerá el 54% de la industria, llevándola a sector productivo de carácter estratégico, dejando a privados el 46% restante (Électricité de France tiene capital público mayor al 80% y es la segunda empresa más rentable a nivel mundial). Los “ambientalistas”, como hipster de la Condesa luego de recetarse dos porros, ya quieren para mañana la transición energética o lloran amargamente por unos árboles que fueron cambiados de lugar, debido a la construcción del Tren Maya. Su propuesta es, supongo, que esa región del país se mantenga eternamente en el olvido y la miseria, ¿eso sí es digno de un pensamiento ecologista? Los obsesionados con una dictadura, como Aguayo o los golpes de Estado que se inventa Dresser. Medios de comunicación, “intelectuales”, millonarios beneficiados de un sistema ya obsoleto, politiquillos carroñeros, todos vociferan, pero también todos, gozando de un desprestigio a la alza.
¿Cuál es la falla de estos personajes?
1) Aferrarse al pasado.
2) No tienen claro el significado de Ciencia.
3) Los medios optaron por el activismo.
1) Con uñas de manos y pies, aferrados al pasado:
Empresarios que vieron crecer exponencialmente sus fortunas, pensadores cuyo reloj se detuvo hace 70 años o periodistas en franca decadencia; todos, se resisten al cambio, porque el cambio significa dar oportunidad a nuevas personas, refrescar el ambiente con ideas nuevas, más acordes a la realidad contemporánea. Un ejemplo claro, AMLO va a la ONU a hablar de desigualdad inmoral y todos estos personajes se escandalizan. António Guterres en su Hoja de Ruta recientemente dada a conocer, respalda lo dicho por AMLO. El mundo contemporáneo necesita justicia en la repartición de los activos del planeta, es ya un problema que requiere una respuesta urgente, pero los personajes tan beneficiados por una realidad que terminó su ciclo, se niegan a soltar la estafeta.
2) Ciencia es diferente a “Choro”:
La ciencia no se construye con la frase “yo opino”, sino con “yo demuestro”. Para lograr resultados, es indispensable manejar al dedillo una herramienta: El Método Científico. Muchos presumen sus doctorados, pero se les olvidó por completo su paso por la licenciatura, cuyo propósito primordial es afinarnos en la utilización del Método Científico, no importa el área de conocimiento en que esté inserta una licenciatura. Señores, si realmente se respetan a ustedes mismos y a su alma mater, revisen sus apuntes y sean humildes con sus habilidades reales.
3) Los medios paleros:
Amén de su evidente carencia de especialización en temas científicos (por eso vemos a Brozzo, Loret y a casi todos los presentadores de noticias, hablar de pruebas-pruebas, de virus que no saben ni qué cosa es o cómo funciona, de un ARN que no entienden cómo sucede, de una Europa líder en lo que sea, cuando Europa y Estados Unidos tienen un verdadero caos con el asunto de las vacunas…), los medios han optado por la propaganda política, sin importar que están arriesgando credibilidad y rentabilidad. Una línea editorial no justifica la mentira ni la información distorsionada.
Mientras la OMS y Gatell coinciden, sus críticos caen tres o cuatro peldaños más. Sus maestrías y doctorados no valen más que un trozo de cartón. Eso sí, siguen acumulando créditos para titularse en flamantes doctores en “Chorología”.