Ambulancias suecas amenazan con suspender el servicio por altos índices de inseguridad
El personal de emergencias sueco se niega a hacer guardias en determinadas zonas por “las amenazas y la violencia”. Algunos equipos de ambulancia rechazan acudir a ciertas direcciones sin una escolta policial, constató la enfermera Linda Orrwick. En opinión de unos diputados esto se debe a la ola migratoria que ha disparado los casos de violencia.
“Nos preocupa que alguien muera si no se hace nada (…) Si las condiciones de trabajo del personal de las ambulancias en la región de Estocolmo no mejoran, la suspensión de la ayuda podría convertirse en una realidad”, aseguró la enfermera.
Linda Orrwick y el jefe de seguridad de otras dos empresas de ambulancias comunicaron a sus directivos que quieren ver un plan de acción para mejorar la seguridad operativa. “El personal de las ambulancias quiere que se le notifique si hay riesgo de amenaza o violencia antes de salir al lugar”, afirmó Orrwick.
No son las primeras quejas respecto a las amenazas contra el personal sanitario en Suecia. Por ejemplo, en octubre el enfermero de ambulancia Stefan y su colega fueron amenazados con un arma por un paciente durante una llamada de emergencia a una dirección en Sodertalje.
Los índices de criminalidad aumentaron recientemente en Suecia. Las autoridades no facilitan datos sobre el origen étnico de los sospechosos, tratando de no relacionar esta tendencia con el creciente número de refugiados. Sin embargo, el eurodiputado y exlíder del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) Nigel Farage señaló que tras otra afluencia de inmigrantes en 2015, el número de delitos sexuales en el país, especialmente en la ciudad sureña de Malmo, subió considerablemente.
“Suecia ha acogido de forma desproporcionada a más jóvenes inmigrantes varones que cualquier otro país de Europa. En Suecia fue producido un aumento sin precedentes de los delitos sexuales. La situación se ha deteriorado hasta el punto de que Malmo se ha convertido en la capital europea de la violación”, subrayó el político.
En 2015, 163.000 inmigrantes llegaron a Suecia, con una población de 9,8 millones de habitantes. Se trata de la cifra per cápita más alta de Europa. El pico de migración se debió principalmente a la guerra civil en Siria, pero muchos refugiados también procedían de Afganistán e Irak. Más del 20% de los recién llegados eran niños que llegaron a Suecia sin padres ni tutores. De 2014 a 2018, los sirios fueron el mayor grupo de inmigrantes en este país.
Según los datos de 2019, publicados por la Oficina Central de Estadística, un 19% de la población sueca (1.960.000 personas) procede de otros países.