La humanidad enfrenta enormes retos en busca del bienestar sustentable que fundamentalmente tienen que ver con alimentación, empleo, salud, seguridad, educación, migración, suministro de energía, respeto a los derechos humanos, deforestación y cambio climático.
En todos los países y regiones, se diseñan y ponen en práctica una gran cantidad de programas y estrategias orientadas a intentar resolver estos temas, que son prioritarios para que los habitantes del mundo podamos tener acceso a un bienestar sustentable; pero en ningún otro país, más que en México, existe hoy un programa que atienda tantos de estos temas en forma integral.
Los cambios que se están llevando a cabo en nuestro país sobre un gran número de asuntos y la atención que casi todos ellos reciben dentro de la información a la que tenemos acceso, cargada por supuesto de una muy alto componente de desinformación deliberada por parte de los grupos de poder que ven afectados sus intereses por estos cambios, nos ha impedido apreciar en toda su magnitud la relevancia del programa llamado Sembrando Vida.
Es un programa que busca convertir el campo en un factor estratégico para el desarrollo y el bienestar; tiene presencia en 20 de los 32 estados del país, con un presupuesto de casi 29 mil millones de pesos solo para 2021. Da empleo a 451 mil sembradores que son trabajadores del campo de propiedades ejidales, comunales o dueños de una pequeña propiedad de 2.5 hectáreas; cada uno de ellos recibe 5 mil pesos mensuales por el trabajo que realiza en su propia parcela.
Además da empleo a casi 45 mil personas entre coordinadores, técnicos y jóvenes construyendo el futuro. Se realiza a partir de 18,101 comunidades de aprendizaje, integradas por 14,100 viveros comunitarios y 18,100 bio-fábricas en las que se generan fertilizantes orgánicos para sustituir los químicos.
Es el programa de forestación más grande del mundo, con la meta de llegar a sembrar 1,100 millones de plantas en un millón 127 mil hectáreas. Al final de 2021 ya se habrán logrado sembrar 817 millones de plantas en un millón 111 mil hectáreas. Con ayuda de la Sedena se han producido 215 millones de estas plantas. El 40% de todas las hectáreas que se van a cultivar se encuentra en 5 estados, que son Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán.
Este programa atiende casi todos los grandes retos que enfrenta la humanidad para alcanzar el bienestar sustentable: Contiene la migración manteniendo con empleo a los habitantes en las regiones donde viven; disminuye la deforestación y la emisión de dióxido de carbono, evitando el avance del cambio climático; reduce el desempleo; mejora los niveles de autosuficiencia alimentaria del país, favoreciendo la salud de la población al producir vegetales libres de abonos químicos; impulsa la educación agrícola y la consciencia ecológica.
Como si todo esto fuera poco, disminuye la inseguridad evitando que los jóvenes sean reclutados por las bandas del crimen organizado y restaura el tejido social que fue destruido por el absurdo gobierno de Calderón en su guerra simulada contra el narcotráfico, que en realidad fue una estrategia para volver narcotraficante al Estado haciendo negocios delincuenciales para beneficiarse de ellos, con la que han arrastrado a cientos de miles de ciudadanos a trabajar para el crimen y a perder la vida.
Con el impulso de programas similares en otras partes del mundo, Europa podría contener la migración, África y Asia reducirían en forma muy importante la insuficiencia alimentaria y el desempleo, los Estados Unidos y China podrían contrarrestar la enorme contaminación que producen para el medio ambiente. No se necesita ser altruista para entender los beneficios que un programa integral tan completo como Sembrando Vida le aporta a la humanidad; sólo hay que tener sentido común.
Como decía Napoleón: “Para triunfar es necesario, más que nada, tener sentido común”.