Inician trabajos del Entendimiento Bicentenario
El pasado martes 14 de diciembre, funcionarios de México y los Estados Unidos se reunieron en la sede de la cancillería mexicana para dar inicio formalmente a la nueva etapa en la cooperación bilateral en seguridad, enmarcada en el Entendimiento Bicentenario, que se estableció en octubre pasado para sepultar la Iniciativa Mérida, con la instalación del Grupo de Alto Nivel de Seguridad (Ganseg), con el que se dará operatividad a los acuerdos y políticas en la materia. Todo con respeto mutuo a las soberanías.
Los gobiernos de Joe Biden y de Andrés Manuel López Obrador, conscientes del daño que causa el crimen organizado, buscan combatir de manera conjunta la violencia, la impunidad, la corrupción, el homicidio doloso, el reclutamiento de grupos vulnerables por parte de criminales, el tráfico ilegal de armas (que el gobierno estadunidense reconoció vienen de su país), el trasiego de drogas de todo tipo, la trata y el tráfico de personas, al igual que los crímenes cibernéticos y el lavado de dinero.
En el acto, al que solamente se permitió acceso a la prensa para los discursos iniciales, debido al sigilo necesario para las estrategias a seguir, participaron Ken Salazar, embajador de los Estados Unidos en México y la jefa de misión de la embajada, Stephanie Syptak-Ramnath, mientras que, por el lao mexicano estuvieron el canciller Marcelo Ebrard y la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez.
“El día de hoy nace el Entendimiento Bicentenario, se vuelve operativo, es el acta de nacimiento y el inicio de operaciones de una nueva etapa entre México y Estados Unidos en materia de seguridad”, dijo Ebrard.
Se estableció que el Gangseg constará de cinco subgrupos: uno para abordar la protección a los ciudadanos, otro con el fin de prevenir crímenes transfronterizos, el tercero para perseguir las redes criminales, uno más de carácter informativo de las fuerzas armadas y el comité binacional de cooperación, para los que se presentó el plan de acción preliminar para los siguientes tres años de cooperación bilateral en seguridad, el cual fue subsecuentemente revisado y adoptado por los subgrupos de trabajo, además de que se definieron los calendarios de actividades para atender los retos de seguridad de manera oportuna.
Salazar enfatizó que se trata de una alianza “que estamos haciendo juntos, con respeto mutuo, con respeto a la soberanía de México, pero poniendo la visión, los recursos de las dos naciones para trabajar en estos grupos que son tan importantes para proteger a nuestra gente”, pero reconoció que “las armas que vienen de Estados Unidos a México son responsabilidad de las dos naciones, pero reconocemos, como ha dicho el presidente Biden, que estas armas están viniendo de Estados Unidos. Es sólo un ejemplo de la importancia de lo que se quiere hacer”.