De acuerdo con las cifras de militantes reportadas por el INE, el PAN estaría en riesgo de perder la categoría nacional pues sólo tiene 500 militantes más de los requeridos, con 234 mil 450 simpatizantes registrados, sólo un 2% por encima de lo que necesita para ostentarse como partido político nacional. Si se hace un análisis de sus militantes y se encuentra a 500 de ellos que hayan fallecido en estos últimos años, Acción Nacional podría convertirse en Acción Regional o Acción Local, o sólo un club de los cuates.
Es el partido con menos afiliados y se encuentra a centésimas de perder su registro ante el INE por falta de militantes. El dirigente estatal de ese organismo en Guanajuato, explicó en rueda de prensa que esa situación se debe a que el PAN no es un partido de masas, como si ese fuera el tema a tratar. No tiene que ser de masas, pero necesita mantener un número mínimo de militantes.
Como lo señala muy bien nuestro compañero León Fernando Alvarado en su columna publicada en Sin Línea Mx, el PAN jamás ha acompañado una lucha popular, ni ha abanderado ninguna demanda de masas por salarios, por democracia sindical, por vivienda, contra los planes de ajuste de impuestos al país por el FMI, o al lado de los campesinos. Es raro encontrar alguna mención al partido en los libros escritos sobre el ’68 por ejemplo, o ver alguna bandera del partido en una manifestación campesina.
A lo que sí se opuso con enjundia, fue a la dotación de libros de texto gratuito a escolares de primaria en tiempos de López Mateos. Donde sí aparecen como protagonistas, es en el largo listado de agravios infligidos a la ciudadanía: la burla sobre los resultados de la elección presidencial de 1988, la incineración de las pruebas del fraude llamadas ‘boletas’, la conversión de deudas privadas en deuda pública a través del Fobaproa, la estúpida guerra declarada contra el narcotráfico por su paladín más querido, el Comandante Borolas, quien no sólo destruyó al país, sino también al mismo PAN.
¿Acaso el PAN aprobó un aumento a los salarios durante el periodo neoliberal? No, porque eso hubiera disminuido los desproporcionados márgenes de ganancia de los empresarios, verdaderos dueños del PAN. ¿Está a favor de la justa redistribución de la riqueza nacional mediante la pensión a adultos mayores de 65 años, el apoyo a los niños con discapacidad o las becas para jóvenes estudiantes? Tampoco. Todos sus votos en la Cámara de Diputados fueron en contra de que se aprobaran estos programas.
Lo que queda de este partido inundado de basura ideológica representada por las Lillys Tellez, las Margaritas Zavala, los Markos Cortés, los Ricardos Anaya y tanto personaje a quienes ya solo les cree el peladaje fresa y la plebe intelectual asintomática, se acerca a pasos agigantados a su desaparición como partido político de nivel nacional y muy probablemente en poco tiempo, estemos viendo un cambio de nombre de Acción Nacional por el de Acción Regional, o incluso por el de Asamblea de Barrio con Aspiraciones.
Citando otra vez a León Fernando Alvarado, diríamos que para calcular el tamaño del desamparo en el que se mueve el PAN, habría que imaginar lo que sería este partido sin el coro que forman a su alrededor los medios tradicionales de prensa, radio y televisión, más los funcionarios afines del INE y el resentimiento de quienes perdieron sus privilegios con la llegada de la 4T. Vacío de ideas, vacío de militantes, vacío de principios y vacío de esperanza.
Como dijo la filósofa francesa Simón Weil: “Todos los pecados son intentos de llenar vacíos”.