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El PAN: Un partido ‘engañabobos’
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El PAN: Un partido ‘engañabobos’

El partido político Acción Nacional, anda a la caza de votantes desinformados.

Después de haber sufrido una aplastante derrota en las urnas en las elecciones pasadas, intenta reorganizar sus débiles fuerzas, para encarar las elecciones intermedias del 2021.

El PAN, que en el pasado se distinguió por su plataforma política conservadora, donde había ideología bien definida y personajes que impulsaban a la derecha nacional de acuerdo a principios democráticos, padece hoy una enfermedad degenerativa que destruye lo que de bueno había en el partido.
No hay ideólogos que refunden a esa fuerza política.

Ese es un mal que está afectando a la derecha mundial y es producto de las formas neoliberales.
En los costosos colegios extranjeros donde se formó la clase gobernante neoliberal, se dio énfasis a la técnica, al desarrollo de la personalidad mercantil, al estudio de los mercados, a la oratoria y a una visión de la vida donde la naturaleza, los seres vivos y las persona, son mercancías que se compran y venden, según los requerimientos del mercado.

La formación humanista, necesaria en todo servidor público, jamás fue considerada asignatura obliga para estos aprendices de la política.
Pensar y desarrollar teorías político-sociales, no es el fuerte de la clase conservadora.
Carecen de las herramientas necesarias para construir un auténtica proyecto de nación. Un proyecto propio, acorde a las necesidades del país.
A lo más que llegan, es a la aplicación de las teorías económicas que aprendieron en los libros de texto, durante sus años de estudio.
El neoliberalismo mexicano ha sido eso. Una cocina donde las recetas de los teóricos norteamericanos y europeos, se han cocinado sin salirse de las pautas establecidas por quienes las escribieron.
Derrotado y viendo que el proyecto neoliberal fracasó a nivel mundial, lo sano para el panismo debió haber sido reconstruirse desde la base. Mantener a la derecha nacional unida, en torno a un nuevo Plan Nacional. Dar forma a ese plan, con documentos básicos novedosos, incluyentes, que despertaran el interés del votante conservador.
Pero son incapaces de hacerlo. No existen teóricos en el partido panista.
La escuela los enseñó a competir permanentemente. A implementar lo aprendido, en tiempos en que estas prácticas neoliberales estaban de moda.

Perdido el poder y enfrentados a una realidad que se les hace incomprensible, carecen de la preparación necesaria para levantarse del suelo y reedificar desde sus cimientos el edificio conservador, hoy en ruinas.
Como lo ha dicho el presidente López Obrador reiteradamente, “la ideología conservadora es la mentira”.
Y a esa pobre ideología se aferran los panistas actualmente.

La mentira descarada, lanzada sin pudor alguno, es la herramienta que está utilizando el panismo para captar la atención de ciudadanos incautos, susceptibles de creer que un partido político que no ha abandonado los vicios del pasado, puede ser considerado redimido, por el simple hecho de así lo dicen quienes son reconocidos como corruptos consumados.

El día de ayer, en la Comisión Permanente del Congreso, los senados de Acción Nacional, Damián Zepeda y Gustavo Madero, en sus intervenciones en tribuna, declararon que el partido Acción Nacional, no va a proteger a Genaro García Luna, si al final del proceso que se le sigue en la Unión Americana, es declarado culpable.
Piden que pague su pena, si la justicia resuelve que hubo tratos criminales con la delincuencia organizada, durante el tiempo en que se desempeñó como secretario de seguridad pública.
Resulta que tanto Genaro García Luna, como su jefe inmediato Felipe Calderón, salieron de las filas panistas. Varios de los colaboradores de García Luna que son investigados en estos momentos en México y en los Estados Unidos, son panistas también.

Es imposible que un partido político, tan corrupto como el PRI durante el periodo neoliberal, pretenda dar un paso de costado y decir que se trata únicamente de “algunos” personajes salidos de sus filas, que terminaron siendo delincuentes.
Pretenden hacer creer a los incautos que la institución política que impulsó sus carreras y los llevó al poder, es ajena a toda responsabilidad generada durante los sexenios neoliberales.
Eso no es así.
Tanto el PAN, como el PRI, son los principales responsables del deterioro nacional que se vive hasta nuestros días.
Ellos formaron a una clase política que se distinguió por ser una de las más corruptas en el mundo.
El hecho de que estos políticos hayan llegado al grado de pactar mercantilmente con el crimen organizado, como si se tratara de un negocio más, mancha no solo a quienes cometieron el delito.
Deja en evidencia a las fuerzas políticas que los impulsaron.
Felipe Calderón y Genaro García Luna, tuvieron una militancia de años dentro de las filas del panismo.
No son empleados improvisados a los que se contrata por necesidad y que resultan malos en el ejercicio de sus funciones.

El PAN llevó de la mano a García Luna y a Calderón desde el inicio de sus carreras políticas.
Les enseñó el comportamiento que debían seguir como funcionarios públicos y representantes populares.
Si el comportamiento de estos dos lamentable políticos es reprobable, la culpa es compartida con el instituto que los formó.

Las declaraciones de Damián Zepeda y Gustavo Madero, confirman que la mentira forma parte de la ideología panista.
El descrédito que padece este partido político en el presente, tiene mucho que ver con la forma en que escondieron o maquillan la verdad en el pasado.

Según ellos, los dirigentes del panismo nunca se dieron cuenta de que tanto el presidente Calderón, jefe inmediato de Genaro García Luna y el mismo secretario de seguridad, tenían tratos criminales con la delincuencia organizada.
No se imaginaron que llevaban al poder a dos personajes deshonestos.
Al menos, eso es lo que declaran hoy en día.
Es dudoso que la sociedad mexicana, tan crítica en este momento y tan informada, dé crédito a esta posición panista, basada en una mentira más.

Acción Nacional está manchada por el comportamiento de sus militantes en el gobierno, que del mismo modo en que lo hizo el priismo, vieron a la administración pública como negocio y no como el instrumento para servir al pueblo.
No se trata de uno o dos panistas. Los nombres de otros políticos y funcionarios del PAN, implicados en situaciones de delincuencia organizada, irán saliendo poco a poco.
A varios se les está investigando en este momento.

Acción Nacional, en lugar de reconocer errores y buscar un cambio que deje en claro que intenta limpiar y mejorar su imagen y forma de actuar, recurre a la mentira en un intento desesperado por allegarse futuros votos, en base a los incautos que caigan en la red de mentiras que teje actualmente.
Así no se hace política, ni se consigue el apoyo social.
No van a ganar puesto alguno en el 2021.

Malthus Gamba

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