Por:
Rafael Redondo
@redondo_ rafa
Como no pasó la Reforma Eléctrica enviada por el Presidente de México a las Cámaras, la oposición de inmediato salió a festejar un triunfo. ¡Por fin!, después de casi tres años y medio.
Siento convertirme en el aguafiestas, pero, la oposición no tiene en realidad ningún motivo para echar campanas al vuelo. El Presidente por su parte, dio muestra una vez más, de una habilidad política extraordinaria.
Si alguien cree que el Presidente no sabía que la Reforma Eléctrica iba a ser rechazada, es un ingenuo y aún le falta mucho para lograr calibrar el tamaño de político que es López Obrador, quien logró, sólo quemando el cartucho de la Reforma Eléctrica, lo siguiente:
1) Aglutinar en un solo bloque a la oposición: ya no hay PAN, PRI, PRD ni MC; hay una masa amorfa, un licuado de izquierda-derecha-centro-sin dirección. Es decir, un grupo sin ideología política definida, que sólo son empleados de los intereses de la élite empresarial, liderados por Claudio X González.
Quién puede entender a este grupo en el que la comunidad gay o las personas a favor del aborto, que apoyaban antes al PRD, esté revuelta con el Yunque y los rancios católicos del PAN, revueltos a su vez, con los expertos en la traza del PRI y revueltos, también, con un MC, de quien de por sí, nadie entiende bien su ideología, pero todas las señales indican que el partido naranja, se limita a “pepenar” estrellas del ex Canal de las Estrellas para convertirlos en políticos, o poner gobernadores de ínfimo nivel como el de Nuevo León.
¿A quién le está hablando este mazacote? Solo a quienes odian al Presidente, pero, el odio no es ideología política.
Por otro lado, ¿quién va a tener simpatía por las élites empresariales y menos representadas por un tipo antipático y torpe como Claudio X González? El bloque opositor, representa en realidad, los intereses de la élite económica y la élite económica difícilmente le es simpática a las mayorías.
Por el contrario, el Presidente demostró que (como ya sabíamos, pero muchos tenían dudas) es un demócrata, que acepta la derrota a su Reforma y respeta las decisiones tomadas en las Cámaras.
2) Cualquier asunto relacionado con la electricidad, a partir de ahora, ya no va a ser responsabilidad directa de la Presidencia: si suben los precios de la electricidad, si los índices de emisión de contaminantes no se reducen, si nunca aparecen las tan cantadas energías limpias, ahora, la responsabilidad directa, cae en la decisión de no aprobar la Reforma por parte de la oposición. De AzI nO aNlo, pasamos a AzI nO KlAuDyo.
3) Buena parte de la población quería la Reforma Eléctrica: todos, estamos siendo testigos del papel que los energéticos están jugando en el conflicto de Ucrania. Es un tema sensible. A pesar de ello, la oposición decidió echarse esa araña encima, y solos se pusieron el traje de traidor. El Presidente, logró colocar a la oposición en calidad de enemigos de México, y ellos aceptaron gustosos este rol.
4) La Suprema Corte avaló la constitucionalidad de la Reforma Eléctrica: Esto, seguramente, en algún momento, tendrá alguna utilidad legal.
5) El litio: el interés real del Presidente, fue desde el principio, que el Estado Mexicano tomara el control de litio. El Presidente está viendo a futuro. La pronta recuperación de Rusia a los niveles económicos que tenía antes del conflicto con Ucrania, aún con las sanciones y pese a la propaganda mediática occidental, se debió, a la habilidad política de Putin y a un factor fundamental: Rusia tiene materias primas, Europa no. López Obrador, quería el litio para que sólo el pueblo de México a través del Control del Estado, fuera su propietario, no los privados. Nadie en la oposición tuvo la visión, para percatarse de ello; incluso, el día de la votación decidieron abandonar el recinto legislativo y hoy, el control del litio, lo tiene el Estado Mexicano.
¿Éste es el éxito que tanto festejan? Bueno, para rematar, la oposición se asesta ella misma, un golpe más:
6) El Art. 27: como parte del festejo, la oposición empezó a diseminar una información falsa, con la intención de descalificar la Nacionalización del Litio. Argumentaron con el artículo 27 constitucional en mano, que, según ellos, la Constitución desde 1917, ya nos hace dueños del litio, que nada se nacionalizó. La pobreza intelectual de la oposición es tan grande, que, de tajo, borraron la labor de Lázaro Cárdenas, pues, según ellos, desde 1917 la Constitución declara que el petróleo, pertenecía a la Nación. Es como creer que, por caminar por Paseo de la Reforma, avenida de mi país y de mi ciudad, puedo construirme un jacal justo al lado del Ángel de la Independencia.
Propiedad de la Nación, no es sinónimo de que el Estado controle un recurso. Propiedad de la Nación, es diferente a Control del Estado.
Propiedad de la Nación: nos describe los activos que son propiedad de México. ¿Eso incluye al petróleo y al litio? sí.
Control del Estado: el Estado, decide tomar algunos de esos activos, para que los derechos de exploración, explotación y aprovechamiento, sean únicamente del Estado, de ningún particular. Eso se logró con éxito con la Nacionalización del petróleo/ Expropiación petrolera. Eso, se logró con éxito, con la Nacionalización del Litio.
Quien afirma que todos los activos del país, desde 1917 están bajo el Control del Estado, está diciendo que, con la promulgación de la Constitución de 1917, vivimos bajo un régimen socialista, donde el Gobierno posee y además controla, todos los medios de producción, lo cual es absolutamente falso.
Esta mentira es tan burda, que golpea aún más a la oposición.
En síntesis, la oposición ya no sólo incapaz y bastante iletrada ahora, también amorfa, está tan borracha por un éxito falso, que no se ha dado cuenta del hábil juego político que realizó el Presidente, quién sale muy fortalecido de cara a las elecciones estatales de este año.
El objetivo macro de la 4 T, recordemos, es uno: separar a la élite económica de la política. Y si detrás de la oposición, esta oculta en realidad la élite económica, AMLO les acaba de asestar un golpe magistral.