Desesperación de la oposición ‘fifí’
Primer ejemplo de lo que se vive en el mundo fifí:
Un senador panista, Jules Rementería del Puerto, nos anuncia vía Twitter, que trabaja en un proyecto que tiene como finalidad demostrar que el presidente López Obrador, no se encuentra bien de sus facultades mentales.
El motivo sería la convocatoria a la consulta pública en Mexicali, donde se votó en contra de la construcción de una planta cervecera. Rementería señala que el presidente de México, expuso a los ciudadanos a un contagio masivo con esta acción participativa.
Claro que el senador panista pasa por alto el hecho de que, al encontrarse el país en la fase uno de contingencia contra el coronavirus en ese momento, eran permitidas reuniones menores a cinco mil asistentes.
Su intención es conseguir que se declare loco o incompetente, al presidente López Obrador. A eso le apuesta la fracción panista en el Senado.
Segundo ejemplo.
Claudio X González y Gustavo de Hoyos Walther, titiritero y marioneta reaccionarias respectivamente, se indignan por la cancelación de la planta cervecera en Mexicali. Hablan de que en tiempos de epidemia, es una traición a la patria el detener cualquier obra que pueda generar empleo. Piden que los ciudadanos del país se solidaricen con el grupo radical que ellos representan, para obligar al presidente López Obrador a continuar con las obras iniciadas por la empresa Constellation Brands.
Una consulta democrática en la que los ciudadanos de Mexicali deciden con voto directo, el destino de las reservas de agua en la región, les parece a los conservadores algo irrelevante. Al pueblo no se le escucha, según ellos. Al pueblo se le impone. ¿Si no, para que tener gobierno? Mentalidad neoliberal.
Tercer ejemplo.
Los dirigentes de los partidos políticos conservadores, han publicado sus propuestas para afrontar la emergencia económica que genera la pandemia de coronavirus. En los documentos que presentan PRI y PAN, es apreciable la exigencia (para ellos indispensable), de un congelamiento en los impuestos que debán pagar los empresarios durante los meses que dure la actual epidemia. Solicitan también un programa de apoyo a las grandes empresas, para que los empleos en el país no se vean afectados.
Si no se cumple con estas medidas en apoyo a los grupos de poder económico, se corre el riesgo de que el desempleo se convierta en el corto plazo, en un problema mayor al del coronavirus. Ése es su diagnóstico.
Lo único que pasan por alto estos voceros del capitalismo nacional y extranjero, es que el noventa por ciento de los empleos en el país, los crean las medianas y pequeñas empresas. Solo el diez por ciento del empleo es creado por las compañías de gran tamaño.
Hasta la fecha, las PYMES no han solicitado que se les perdone el pago de sus contribuciones. Trabajan del mejor modo posible, intentando salir adelante, a pesar de la crisis de salud que vivimos.
En la conferencia mañanera del día de hoy, el presidente López Obrador, hizo mención de dos empresarios que han tomado una posición distante y distinta, respecto a la manera en que actúan los personajes señalados anteriormente.
El hombre más rico del país, Carlos Slim Helú, donó la suma de mil millones de pesos, para que el gobierno pueda hacer frente con mayores recursos, a la crisis del coronavirus.
Germán Larrea, dueño de Grupo México y tercer hombre más rico en el país, donó un hospital construido con capital propio, para que sea utilizado en la atención de enfermos contagiados de coronavirus. El hospital se ubica en la ciudad de Juchitán, Oaxaca.
Por otra parte, otro empresario mexicano, Ricardo Salinas Pliego, en una reunión con los directivos de sus empresas, habló de la necesidad de trabajar en apoyo a las políticas económicas y de salud, que implementa el presidente López Obrador. Señaló la importancia de que la oposición “fifí” rectifique el camino y se modere. Convocar a la paralización de la actividad económica en el país, solo tendrá como consecuencia el hambre y escenarios de saqueo y pillaje que nadie desea. La letalidad de este nuevo virus no es grande y por lo mismo, se puede continuar con el trabajo cotidiano, tomando las precauciones necesarias. Esos fueron los puntos centrales del discurso de Salinas Pliego.
Como hemos visto, el mundo “fifí” no es un bloque homogéneo que camine en un sentido, de manera ordenada.
Dentro del empresariado nacional existen personajes que, aún perteneciendo al grupo que fue favorecido en el pasado por el sistema neoliberal corrupto, entienden que el país vive un cambio y que hay que adecuar las formas de pensar, actuar y producir, de acuerdo a lo que exigen los nuevos tiempos. Además, son empresarios que ante situaciones de riesgo nacional, aportan capitales y recursos en apoyo a las necesidades de los grupos más vulnerables.
Del otro lado están los “zopilotes” de siempre. Los radicales de derecha que intentan sacar provecho a toda crisis que se presente. Ellos mismos trabajan para que el daño sea mayor al esperado, con la esperanza de que el gobierno de la Cuarta Transformación se debilite.
En el pasado neoliberal, todos los apoyos económicos se dirigían a la clase empresarial. Los ciudadanos tenían que apretarse el cinturón, para que los dueños de los grandes capitales no dejaran de incrementar su riqueza.
Apoyos directos a los grupos vulnerables, nunca se dieron mientras gobernaros alternadamente priistas y panistas.
Hoy es distinto.
La garantía de una correcta atención médica, es una realidad para todos los mexicanos. La epidemia de coronavirus encuentra a un país preparado, para hacer frente a cualquier problema.
Para finalizar, es conveniente tener en cuenta también, lo que el periódico Reforma publica hoy respecto a la reforma constitucional que otorga el derecho a la continuidad de los programas sociales.
Reforma, habla de “dádivas” que por ley, se mantendrán en el futuro con esta modificación constitucional.
Reforma es el medio “fifí” por excelencia. Su periodismo mentiroso y amarillista intenta golpear permanentemente al gobierno del presidente López Obrador.
Hoy habla de “dádivas”, porque los apoyos sociales van dirigidos al pueblo de México. Cuando se trata de rescates o beneficios para el empresariado, habla de “fomento” a la economía nacional.
Hay combate interno en las filas de la derecha “fifí”.
El ala vanguardista, se da cuenta de que no es posible negar el cambio que vive el país. Para ellos resulta beneficioso terminar con la corrupción e impunidad.
El ala de extrema derecha por su parte, se niega a aceptar ese cambio y lucha a diario por el regreso de un neoliberalismo que hoy carece de fuerza real.
Este sector conservador se estrella a diario contra un muro que no va a poder demoler, por muchos recursos económicos que tenga.
La Cuarta Transformación es una realidad, que no está a discusión. Con todo y coronavirus, los cambios continúan y el ritmo de trabajo no se detiene.
En el ambiente nacional, corre un viento de confianza y seguridad que se contagia.
Hoy el pueblo manda, a través de su gobierno.
Malthus Gamba