EL talón de Aquiles
Opinión
Aquiles Cantarell M.
Durante muchos años se ha hablado de lo preocupante que es el tiempo que pasan los pequeños frente a las pantallas de los dispositivos electrónicos. Fenómeno que no es nuevo, pues antes, cuando éramos niños y/o adolescentes este conflicto se le aplicaba y achacaba a la Televisión, ahora los culpables son las tablets, los videojuegos, las computadoras y los smartphones.
Sin embargo, también es cierto que el confinamiento derivado del coronavirus llevó a millones niños, adolescentes y adultos a pasar mucho más tiempo frente a computadoras, celulares y otros dispositivos con pantallas para entretenerse, trabajar y hasta educarse. En la nueva realidad los mexicanos han integrado a su tiempo libre una amplia variedad de actividades ligadas a dispositivos con pantallas.
Por tan sólo dar un ejemplo, según un estudio del analista del mercado Askids, los niños y adolescentes mexicanos (de entre tres a 18 años) pasan 60% de su tiempo libre en actividades con pantallas, e incluso realizan hasta tres actividades diarias que involucran tecnología.
Durante la semana, el periodo de la tarde entre almuerzo y la cena es el que presenta una mayor cantidad de actividades en pantalla, con el uso de redes sociales y las series o películas también teniendo una incidencia relevante durante la noche.
Los fines de semana 73% de los jóvenes mira más tiempo YouTube (1.4 horas en promedio), mientras que el 64% juega más videojuegos (1.6 horas en promedio).
El problema es que la inmensa mayoría de los adultos se preocupa pero no se ocupa de dicha situación y, aun más grave, ve la paja en el ojo ajeno pero no la viga que lleva en el propio, porque, en consecuencia, los adultos tienden a tener su Talón de aquiles, pero en el mundo de los dispositivos móviles, principalmente los celulares.
En México existen más de 88 millones de usuarios de smartphones. Y aquí, nos basamos en una encuenta de HelloSafe empresa que realizó un sondeo acerca del uso del celular en la sociedad mexicana, para conocer la relación que tienen los connacionales con su teléfono celular y su uso diario.
De entrada, el 26.9% de los usuarios afirmaron tener una adicción al celular. Esto representa un alto porcentaje, sabiendo que un número significativo de personas que pueden ser adictas a su teléfono, pero no lo admiten o aun no se dan cuenta.
El 24.5% de las personas dicen pasar más de 5 horas al día frente a su celular, el 52.2% pasan más de 2 horas al día frente a la pantalla de su smartphone, y un 10.1% reconoce dedicar 8 horas al día o más el estar frente a su teléfono.
Y aquí es donde la cosa se pone grave con respecto al “no”, las muestras indican que el 27 % de los jóvenes de 16 a 25 años dicen que no concibe vivir sin un celular —4.2 puntos encima del promedio global, mientras que este porcentaje se reduce al… 0 % para los mayores de 56 años o más.
Ante este panorama, podemos inferir que son muchos los efectos directos y colaterales, por ejemplo el amplio campo de acción que permite actuar libremente a los criminales frente a estos adictos, la poca actividad física de estos ya considerados dependientes tecnológicos y, por que no, una de las razones porqué el mexicano no lee ni se informa. Parafraseando tristemente a aquel famoso barbón , el dispositivo electrónico es el opio del pueblo si perdemos de vista que es sólo una herramienta y no un paliativo social.