Cayeron en su propia trampa
El periodo oscuro de Lorenzo y Murayama terminó por fin después de 17 años de fraudes electorales, dispendio, decisiones parciales, ilegalidades, discriminaciones, favores a sus patrocinadores, movilizaciones rosas pagadas al grito de “El INE No Se Toca”, para en su último día verlos escenificar un último acto trágico-cómico, donde mientras se despedían derramaban lágrimas de agradecimiento y nostalgia.
Durante el último año de la patética representación protagonizada por actores especializados en la simulación y la transa, la oposición desperdició la oportunidad de coadyuvar en un avance enorme hacia la democracia de nuestro país, aprobando la reforma constitucional que pondría los cargos de consejeros del INE en manos de la ciudadanía, mediante su elección por medio del voto popular.
El escenario que se avecinaba para ellos era sombrío, porque teniendo Morena la mayoría en el Congreso, sería ese partido el que gozaría de la posición preferente en la selección de aspirantes a consejeros, pudiendo quedar con una mayoría en el órgano rector del instituto electoral; sin embargo, los partidos de oposición dirigidos por un oligarca corrupto, optaron por oponerse a ella echando mano de todas las herramientas que tuvieron al alcance del dinero.
Lograron bloquearla, pero al mismo tiempo posicionaron a Morena como la instancia que tomaría las decisiones importantes en la elección de los nuevos consejeros, quienes sustituirían a sus paladines del engaño el 3 de abril. Prefirieron optar por empoderar a Morena con tal de intentar detener el avance de la democracia. En pocas palabras cavaron su propia tumba, como lo han venido haciendo con todas sus decisiones disfuncionales a través del tiempo.
Tuvieron la oportunidad de participar en los cambios a las leyes que se propusieron en el llamado Plan B, que no representaban más que una reorganización administrativa del INE para ahorrar dinero disminuyendo el dispendio de ese organismo, pero ellos prefirieron magnificar sus efectos y presentar gran cantidad de recursos judiciales para detener también estos cambios menores, perdiendo así la coyuntura con Morena para negociar lo fundamental en el futuro inmediato.
Con el rollo de “el INE No Se Toca”, como si el órgano electoral no hubiese sido sometido ya a 8 modificaciones importantes durante el tiempo en el que ellos gobernaron, alborotaron a cuanto mal informado estuvo dispuesto a escuchar sus dislates y cayeron en su propia trampa.
Al final del espectáculo lamentable que escenificaron los partidos de oposición junto con sus patiños del INE y sus seguidores desorientados, también se opusieron a la selección de aspirantes que se realizó dentro de las reglas que ellos mismos promovieron para el funcionamiento de ese proceso en el instituto electoral, teniendo que llevarse a cabo a partir de una rifa elocuentemente referida como “insaculación”.
La suerte decidió que resultara seleccionada una aspirante progresista como presidenta consejera, desatando el escándalo especialmente del cártel de la delincuencia denominado como PAN, quien advirtió en boca de su dirigente Marko Cortés, que impugnaría la selección desoyendo su propia consigna de “el INE No Se Toca”. Ahora sucede que los creadores de la frasecita, son los que quieren tocar al INE para evitar que se lleven a cabo los procedimientos mediante las reglas que ellos mismos impusieron en el pasado.
Después de haber convencido a cientos de miles de despistados de que “el INE No Se Toca”, éstos delincuentes deberán ahora convencerlos de lo contrario, porque a pesar de sus esfuerzos vieron con desesperación, cómo la democracia les arrebata un organismo que siempre tuvieron a su disposición para legalizar crímenes electorales. Después de haber perdido la honra durante todos estos años, ahora sólo falta que les quitemos el poder judicial para que pierdan el negocio completo.
Como dice el refrán anónimo: “Aquel hombre que pierde la honra por el negocio, pierde el negocio y la honra”.