Calderón; la destrucción de PEMEX y la deuda pública
Por Akire Lincho
En un período de gobierno del que hay tantas barbaridades que contar, los detalles en el pésimo manejo de las empresas del Estado pasan desapercibidos.
Después de las imputaciones de dos fraudes electorales (2006 y 2012), la colusión con un cártel del narcotráfico, la presunta complicidad del entonces secretario de seguridad con grupos de secuestradores, la implementación de una guerra absurda sin estrategia que dejó “daños colaterales” por 120 mil ejecutados, 20 mil desaparecidos y cientos de miles de desplazados, misma que además profundizó la destrucción del tejido social, la entrega de concesiones mineras sin control por una extensión de 35.5 millones de hectáreas, cercana al 18 por ciento del territorio nacional y el aumento de casi 300 por ciento de la deuda gubernamental, sólo por mencionar algunos de los logros del gobierno de Felipe Calderón, el hecho de llevar a cabo un análisis del desaseado manejo que se hizo de Petróleos Mexicanos en su período ha resultado menos frecuente que señalar otras las atrocidades de magnitud desproporcionada.
Sin embargo, este solo manejo perverso de PEMEX para destruirlo, merecería que se desatara una persecución judicial contra los funcionarios del gobierno en cualquier país del “mundo civilizado” que tanto admiran los neoliberales mexicanos como él, pero que no están dispuestos a emular cuando se trata de rendir cuentas ante la justicia.
Así lo merecería también el caso de la destrucción de la industria eléctrica nacional, con el propósito de ponerla en manos privadas, que perpetró este presidente, y que trataremos en otra ocasión por así merecerlo, pues en esta nos concentramos en revisar solamente las cifras de Petróleos Mexicanos, a quien logró destruir financieramente en un plazo de 2 años.
Precio del barril de petróleo
En el sexenio de Calderón, el barril de petróleo alcanzó su precio más alto en toda la historia; llegó a valer casi 110 dólares en el mercado internacional.
Destrucción de la producción
Calderón recibió la producción de PEMEX en 3’256,000 barriles diarios en promedio durante el año 2006 y, a partir de ahí, bajo la dirección de su gobierno, ésta se mantuvo bajando año con año. Si bien en el sexenio de Vicente Fox la producción de PEMEX ya venía disminuyendo en términos de barriles diarios extraídos, la disminución en la producción durante el sexenio de Calderón acumuló una pérdida en la extracción de crudo por una cantidad de casi mil doscientos treinta y siete millones de barriles en sus 6 años de gobierno, cuando el precio del petróleo se encontraba en su nivel más alto de la historia.
La incapacidad del gobierno en mantener los niveles de producción de petróleo, por lo menos en los montos que se tenían durante el último año del sexenio de Fox, que ya eran menores a los que se producían antes, significó que la hacienda pública dejara de percibir más de 110 mil millones de dólares durante ese sexenio, cantidad equivalente a casi el 11% de Producto Interno Bruto anual de México.
Destrucción de las finanzas
A pesar de lo anterior, debido a los altos precios internacionales que registró el barril de petróleo durante el sexenio de Calderón, las cantidades de dinero recibidas por Petróleos Mexicanos en ese período superaron con creces las expectativas de ingreso proyectadas. Hubiera sido suficiente con administrar dichos ingresos en forma eficiente no solamente para revertir la caída en la producción, sino para que la petrolera continuara siendo una de las empresas más exitosas del rubro en todo el mundo por su nivel de utilidades y se mantuviera como una palanca poderosa del desarrollo del país.
Durante su sexenio, el gobierno de Calderón extrajo petróleo por una cantidad de 9.9 billones de pesos, equivalente a, aproximadamente, el 50% del Producto Interno Bruto actual del país.
Manteniendo una administración medianamente eficiente de Petróleos Mexicanos durante el sexenio de Felipe Calderón, la empresa debería haber reportado utilidades por alrededor del 20% calculado sobre los ingresos de la extracción, lo que representa un margen de utilidad bastante conservador en cualquier empresa de cualquier ramo de la industria, y que era más o menos el margen reportado por PEMEX el primer año de ese gobierno (18.41% sobre el ingreso por concepto de extracción de crudo).
Pero esto no sucedió así. Por alguna razón que nadie entiende, Petróleos Mexicanos comenzó sorpresivamente a arrojar pérdidas financieras a partir del tercer año de la administración Calderón; es decir, a partir de 2009 la empresa empezó a gastar más de lo que recibía por concepto de extracción de petróleo, a pesar de que en esos 4 años siguientes el precio internacional del barril se disparó como nunca en su historia.
En 6 años Calderón logró gastarse prácticamente 50% del PIB del país solamente a partir de los ingresos de producción de petróleo, sin contar la deuda que contrajo el gobierno simultáneamente.
La muy ineficiente administración tecnocrática neoliberal que realizaron en PEMEX todos los ilustres funcionarios calderonistas, egresados de múltiples universidades estadounidenses, solamente pudo arrojar una utilidad acumulada en seis años de 2.91% sobre los ingresos recibidos y esto, como resultado de lo que ganaron en los primeros dos años de la administración. Cualquier administrador que hubiera entregado este tipo de resultados en cualquier empresa privada del mundo, hubiera sido despedido antes de terminar el tercer año. Estos genios financieros rompieron el principio económico que conoce y defiende cualquier ama de casa del mundo: “Gasta menos de los que entra”.
En un escenario de administración con una eficiencia que podría considerarse mediocre para los estándares de rendimiento de la industria petrolera mundial, el primer año de la administración calderonista de PEMEX hubiera pasado la prueba, aunque fuera de panzazo, con un margen de utilidad de 18.41% calculado sobre el monto de los ingresos por extracción de petróleo. Manteniendo este escenario mediocre de rentabilidad para PEMEX durante los siguientes 5 años del gobierno de Calderón, la empresa hubiera reportado utilidades por una cantidad aproximada de 1.8 billones de pesos; sin embargo, solamente presentó utilidades por 287 mil millones de pesos en 6 años, equivalentes al 2.91% de los ingresos totales recibidos.
Saldo de la administración Calderón en las finanzas de PEMEX
Como resultado de la administración que se realizó en Petróleos Mexicanos durante la administración de Felipe Calderón podemos concluir que las pérdidas por concepto de la caída en la producción, derivada de una deficiente administración operativa de la empresa y de la carencia absoluta de inversión para poder mantener la producción, combinada con un ineficiente manejo financiero de la petrolera, arrojaron una pérdida estimada en 3.7 billones de pesos, equivalente a casi el 20% del Producto Interno Bruto anual del país actualmente.
Para poner estos números en perspectiva, basta señalar que estos ingresos hubieran sido suficientes para construir 24 refinerías como la de Dos Bocas, o 50 aeropuertos como el de Santa Lucía, o 26 proyectos equivalentes en costo al del Tren Maya. También es equivalente a multiplicar por 12 veces todo el dinero que el gobierno federal actualmente ha destinado para los apoyos para 8 millones y medio de adultos mayores, un millón de discapacitados, becas a 10 millones de estudiantes, sueldos para 2.3 millones de aprendices y el salario de 400 mil campesinos que sembrarán un millón de hectáreas con árboles frutales y maderables.
Deuda Pública
El gobierno de Calderón no solamente tiró a la coladera casi 4 billones de pesos, sino que además, contrajo deuda pública adicional por otros 4 billones de pesos durante su sexenio; es decir, más o menos la misma cantidad que su administración perdió sólo en PEMEX por la ineficiencia de su gestión; es decir, si su gestión de gobierno hubiera sido medianamente eficiente en la administración de Petróleos Mexicanos no se hubiera tenido que contraer esa cantidad de deuda adicional a los 1.7 billones que ya se tenía como deuda pública cuando él tomo el gobierno.
Hoy los mexicanos tienen que pagar 4 billones de pesos con todo y sus intereses por la ineficiencia administrativa y operativa del gobierno de Felipe Calderón, sin contar con los 4 billones que se perdieron en Pemex y sin contabilizar aun lo que se pudo haber perdido a través de la administración de la CFE.
Esto es equivalente al 40% de lo que producen todos los mexicanos durante un año (PIB anual). En pocas palabras, se perdieron 40 centavos de cada peso producido por todos los mexicanos en un año, sumando lo perdido en la destrucción de Petróleos Mexicanos en ese sexenio y la deuda contraída por Felipe Calderón.
La única inversión relevante que recibió PEMEX a cambio durante el gobierno calderonista fue la construcción de una barda en Tula, que costó 9 mil millones de pesos y que ni siquiera se terminó.