AL ROJO VIVO: El odio de la prensa tradicional, un peligro para México
Pocas personas lo saben y aún menos se enteraron, pero Sin Línea Mx fue calumniado por parte de la organización Signa Lab ITESO en múltiples ocasiones de ser uno de los orquestadores de una campaña de desprestigio y hasta de odio contra periodistas, comunicadores y reporteros a través de la red AMLOVE. Nada más falso.
El tiempo ha ido desmintiendo semejante cosa, pues Sin Línea Mx cuenta con el más alto estándar de calidad editorial y colaboradores de la más amplia experiencia académica, laboral, social, crítica e incluso periodística y usted, estimado lector, no nos va a dejar mentir, pues su preferencia nos ha favorecido maravillosamente:
* Más de 307 mil, 658 seguidores en Facebook (de los cuales 219 mil, 894 son likes) al cierre de esta edición.
* Más de 161 mil seguidores en Twitter.
* Poco más de 63 mil, 400 suscriptores en YouTube con de 6.4 millones de reproducciones.
Si nosotros fuésemos parte de una red que distribuye el odio en las diferentes redes sociales, simple y sencillamente no hubiésemos crecido tanto en tan poco tiempo, pues Sin Línea Mx nace formalmente en febrero de este 2019… ¿somos críticos? sí e incisivos… ¿nos defendemos de los ataques? también, es nuestro derecho según el Art. 6º Constitucional, pero aunque hacemos esto, no somos agresivos y mucho menos violentos.
No podemos hablar por los otros medios alternativos, ellos deberán dar sus posicionamientos (y algunos ya lo han hecho), pero lo que sí podemos decir es lo que se ve, lo que se percibe, lo que se nota y lo que se ve, percibe y se nota es un enorme odio hacia todo lo que venga de la llamada 4ta. Transformación, un repudio casi total a todo lo que salga de la boca del Presidente Andrés Manuel López Obrador y una evidente e innegable AMLOFOBIA que se siente en el ambiente.
No hablo desde la vícera como lo hizo, por ejemplo, el hoy ex-secretario de Hacienda Carlos Urzúa en su carta de renuncia, sino desde lo que se ve en la calle, en los medios y en las redes y así como dijimos en su momento que había que esperar al menos 1 año para emitir una evaluación parcial sobre el gobierno de AMLO, es exactamente el mismo tiempo en el que ya podemos hacer una evaluación sobre como han reaccionado la oposición y los medios de comunicación.
Corte de caja: la oposición
Fue precisamente el 1 de julio, a un año de que Andrés Manuel ganó la elección presidencial, que un servidor emitió su primer dictamen de evaluación con la columna “AL ROJO VIVO: Oposición reprobada a un año de perder el poder frente a AMLO“. En aquella ocasión fue sobre la oposición y salió reprobada.
La oposición se sigue comportando como adversario político y no es, como lo dijera la sra. Denise Dresser, que el Presidente eligiera a sus enemigos políticos o porque vivimos (según ella) en un país con estrategias macroeconómicas bananeras, sino que es como realmente se comportan, como adversarios, como enemigos de quien hoy gobierna; no plantean un contrapeso como nos lo intentan vender, sino un combate frontal y sin tregua anteponiendo sus intereses a lo que México necesita.
El buen Chapucero Nacho Rodríguez dijo alguna vez que no viéramos Televisa, Imagen, que no consumiéramos el contenido de los YouTubers como Callo o Chumel y, por el contrario, el estimado Vicente Serrano, titular del noticiero Sin Censura, invitó a verlos y a criticarlos porque, al final de cuentas, también distribuyen contenido y si no los checamos estaríamos siendo ajenos a la compleja realidad en que vivimos. No se trata de seguirlos fielmente, sino de verlos ocasionalmente para estar pendientes de cómo abordan los temas.
La oposición reprobó en el primer semestre de gobierno (y sigue reprobadísima), pero… ¿cómo lo ha hecho la prensa?
Los medios en las mañaneras, muchos reprobados
Quisiera decir que me llevé un buen sabor de boca o al menos algo agridulce, pero no, no es así, los medios han reprobado de una forma aún más vergonzosa que la llamada en las redes #OposicióMoralmenteDerrotada.
En las conferencias mañaneras del Presidente, que ya quisiéramos haber visto desde hace varios sexenios, pues es a través de estas como el titular del Ejecutivo Federal da la cara todos los días al pueblo, a la oposición e incluso al mundo, hay varios reporteros que han hecho su trabajo maravillosamente y por maravillosamente no me refiero a que aplauden y banaglorian a AMLO, sino a la calidad de sus preguntas, al abordaje de los argumentos en el debate y a la forma en que denuncian cuando es necesario.
Desafortunadamente muchos medios, los más, envían a sus reporteros más inexpertos (se nota desde la forma como se expresan y plantean sus preguntas), intentan marcar una línea que pareciera tener la consigna de atacar al Presidente una y otra vez con la misma pregunta, es decir, como se dice coloquialmente, con la misma burra pero revolcada e incluso han llegado a enfrentarlo abiertamente (como en el caso de Jorge Ramos).
Los medios en la famosa mañanera, salvo algunas honrosas excepciones, no se han comportado a la altura.
Los medios tradicionales, expulsados
Ahora, hice un ejercicio de enero a junio de 2019 que aún está vigente en pleno 2021, ver y escuchar medios de comunicación tradicionales. Camino al trabajo, en casa, a través de repeticiones en podcast o en YouTube, el resultado siempre fue el mismo, pues no hubo un solo día en que no se escuchara, no una crítica, sino un ataque muchas veces artero y es aquí donde les pregunto:
* ¿Dónde están los millares de familias indignadas por las estancias infantiles de las que hablaba Ana Francisca Vega?
* ¿Dónde están los miles de mineros encabronados por la lana que supuestamente se robó Napoleón Gómez Urrutia?
* ¿Dónde está el dólar a $25 o $30 pesos que profetizó Loret, la incursión rusa que fraguó Krauze con la Operación Berlín, las fugas de capitales que apocalípticamente anunciaron los “intelectuales” como Castañeda Gutman o Aguilar Camín o los miles de decepcionados que dice Roy Campos de Consulta Mitofsky que existen en el país?
* ¿Cuál es la mierd* a la que se está yendo México según Ricardo Alemán?
Nada de esto ha sucedido. Los medios tradicionales, ojo, después de 2 años de haberlos escuchado hablar una y otra vez, se han dedicado a distribuir entre la población un sentimiento de odio, han creado incertidumbre y han conseguido que mucha gente de verdad crea que AMLO es el culpable de todas sus desgracias.
Perdí mi chamba… ¡culpa del Peje!
Me atracaron… ¡culpa del Peje!
El gobierno de mi Estado no ha cumplido lo que prometió… ¡culpa del Peje!
Tuve bajas en las ventas en mi negocio… ¡culpa del Peje!
Todo, según los medios tradicionales de comunicación, toditito es culpa del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y rara, muy rara vez, los escuché hablar de la responsabilidad de los Gobernadores de los Estados.
¿Qué a quienes escuchaba, preguntará usted con justa razón? Van los nombres…
Ciro Gómez Leyva, David Páramo, Eduardo Ruiz Healy, Tere Vale, Joaquín López Dóriga, Ana Francisca Vega, Ricardo Alemán, Carlos Loret de Mola, Victor Trujillo “Brozo”, Sergio Sarmiento (a este último incluso lo escuche decir que había una manifestación y cierre de calles justo en el lugar por donde yo estaba pasando en ese preciso momento y no había absolutamente nada, es decir, viví una fake news), Luis Cárdenas, Genaro Lozano, Leo Zukermann, Héctor Aguilar Camín, Jorge Castañeda Gutman, Denise Dresser, Pablo Majluf, Valeria Moy, entre otras figuras más.
Como ve, estimado lector, no fue solo radio o solo TV y tampoco un solo medio de comunicación. Fue un ejercicio en que consumí dulces de todos, en serio de todos los sabores.
¿Que cuales son los medios más chayoteros? Con seguridad y después de chutarme 2 años escuchando noticieros le digo que los más chayoteros, intrigosos y “mala leche” están en Televisa y Radio Fórmula y en menor medida en MVS.
¿Cuáles son los medianamente decentes? por increíble que parezca TV Azteca (aunque traemos atravesados los casos que involucran a su dueño Ricardo Salinas Pliego y las críticas absurdas al Dr. Hugo López Gatell) y Radio Centro.
En todos los casos decidí dar el beneficio de la duda y tan lo hice que los escuchaba constantemente y ninguno, de verdad ninguno, salió libre de hacer comentarios o incluso debates AMLOFÓBICOS en todos y cada uno de sus programas.
Los efectos del odio de los comunicadores tradicionales
Esto, estimado lector, es peligroso porque aunque ciertamente la radio y la TV tradicional han tenido bajas en sus audiencias, no es menor ni poca cosa el número de gente que aún los escucha e incluso les cree.
Mienten deliberadamente, engañan a la población y cuando se les cae el teatrito (porque no hay mal que dure 100 años) solo dicen “ud, disculpe, nos equivocamos” y lo fuerte está en que, aunque se disculpan (que no es en todos los casos), ya dejaron una semilla, una intriguita en el imaginario colectivo y es precisamente eso lo que causa el daño más grave porque cada quien lo interpreta como quiere, como le da la gana o como le conviene.
Los medios tradicionales han sido omisos a la responsabilidad que implica el hablar a través de un micrófono o cámara de TV y no tienen idea (o se hacen pend*jos, no lo se porque no me consta) del enorme daño que están provocando en la población de banqueta.
Los medios, como en una escuela, son como ese alumno por el que ya se hizo absolutamente todo y solo queda expulsarlo y canalizarlo a una institución que sí le pueda dar la atención que necesita, solo que en su caso – el de los medios – no hay otro México que los aguante o les crea y ya es tiempo de que se den cuenta de que Peñalandia es y siempre fue un lugar ficticio; la crisis no está en nuestras mentes (como lo dijera Peña Nieto en un discurso con público elegido cuidadosamente, de esos eventos arreglados que tanto le gustaban) siempre estuvo en la realidad y es lo que nos heredaron.
Por lo anterior es que los comunicadores y medios tradicionales están expulsados y sin “V” de vuelta.
Pero… ¿por qué más peligrosos que la red AMLOVE?
Porque la red AMLOVE al final de cuentas se encuentra en un ambiente virtual, pero…
Los medios tradicionales, esos sí están en la realidad y en una bastante inmediata.
De aquí el peligro, porque mientras que detrás de cientos de bots puede haber una sola persona que al final ya no está encontrando el eco que busca, en el caso de los medios tradicionales, detrás de cada televidente, de cada lector, de cada radioescucha, está un individuo que podría de verdad creerse una noticia falsa o lo que diga un comunicador y actuar en consecuencia.
Estos medios deberían ser más cuidadosos y responsables de lo que expresan porque, como dijera Carmen Aristegui, no es saliva, es dinero y, en este caso, la realidad e integridad de cada persona.
Iba a seguir con las redes sociales e internet, que fue lo que originó la intensión de esta columna, pero el tema es tan extenso y complejo que lo dejaré para el siguiente texto, pero le adelanto, también hay “algo” de AMLOFOBIA en la red, desde cuentas de usuario hasta sitios web completos.
Así las cosas.