Por Lucía Deblock
En México están sucediendo un cúmulo de cosas, todas simultáneamente o en una sucesión rápida y sorprendente. Los hechos ocurren a un ritmo vertiginoso que, incluso, muchas veces no permite analizar a cabalidad cada uno de ellos. Como es de esperar, hay algunos que son de especial interés de la sociedad, como ejemplo cito el caso Lozoya, que ha devuelto a los mexicanos una sonrisa que alberga una perseverante fe en que con la 4T, se acabará con la impunidad.
Sin embargo, destaca la noticia del día de hoy que reporta que la jueza federal María Elena Cardona Ramos -jueza de Distrito Especializado en Sistema Penal Acusatorio-, ha otorgado la suspensión definitiva de orden de aprehensión al ex director de Pemex. Aparentemente, la suspensión se habría otorgado porque la orden de aprehensión girada por la Fiscalía (FGR) no incluye delitos que ameriten prisión preventiva oficiosa, como son la delincuencia organizada, el enriquecimiento ilícito o el ejercicio abusivo de funciones. Por lo tanto, el caso ha dado un nuevo giro que nos mantiene expectantes y preguntándonos hasta cuándo logrará escabullirse de la justicia mexicana.
Por otro lado, en su columna de hoy, el periodista Salvador García Soto hace unas revelaciones por demás sorprendentes. Sostiene que tiene en su poder documentos que sustentan movimientos bancarios millonarios provenientes de las cuentas del Ministro Medina Mora, entre los años 2012 y 2018.
Aparentemente giró alrededor de 102 millones de pesos desde sus cuentas en el banco HSBC a diferentes destinatarios y, por añadidura, se adivina que algunos de esos movimientos fueron realizados con la única intención de eliminar el rastro del dinero. Como bien señala García Soto, estos montos superan por mucho los ingresos del Ministro y, por otro lado, revelan propiedades o asociaciones en ciertas empresas que le reportan ingresos adicionales, que no están contenidas en su declaración patrimonial.
Medina Mora ha sido consistentemente relacionado con hechos de corrupción -destacando el periodo de gobierno de EPN-, sin que hasta el momento se le haya comprobado ningún ilícito. Tal vez, este reporte de “actividad sospechosa” realizado por la oficina de la National Crime Agency de Reino Unido, que fue compartido con el Departamento del Tesoro de EEUU sea el primer clavo para armar una investigación que revele el origen de esas cantidades de dinero en manos de un personaje tan políticamente comprometido.
De alguna manera, todos los mexicanos estamos expectantes, sabemos que si algún momento es propicio para acabar con la historia infame de corrupción e impunidad de nuestro país, es bajo el amparo de la 4T, ya sea porque confiamos en el gobierno de AMLO, o porque, sencillamente, fue lo que ofreció en campaña. Sea cual sea el caso, todos esperamos lo mismo.