“A mí ni me vean, yo solo soy el gobernador”
Por: Miguel Alejandro Rivera
@MiguelAleRivera
“Nos fue de lujo”, dijo Samuel García, gobernador de Nuevo León, a finales de marzo pasado, al salir de una reunión en Palacio Nacional, donde, según él, había acordado con el presidente Andrés Manuel López Obrador, la solución al problema de la escasez de agua que se vive en su estado.
“Vienen buenas noticias para Nuevo León, vienen más participaciones, más aportaciones, el proyecto del tren suburbano, y en general muy contentos y muy agradecidos con el Presidente de tomar a Nuevo León en cuenta”, agregó; entre sus propuestas para solucionar el problema de sequía en ciudades como Monterrey, están la construcción de la presa Libertad para el año 2025, así como explotar cuatro pozos profundos ubicados en las comunidades de Campo Buenos Aires, Campo Pajonal, Camino al Diente y Cerro de la Silla.
En ese momento, Samuel García hablaba del derecho humano al agua y de su compromiso con el “nuevo” Nuevo León; hoy, sus palabras son muy distintas.
El pasado miércoles 8 de junio, dijo: “Ahora la mentada de madre también me llega porque no hay luz, como si yo majara CFE; y ahora resulta que la mentada de madre es porque no hay agua, como si a mí me tocara el abasto de agua. Pues no, señores, el abasto del agua le toca a Conagua, el abasto de luz le toca a la CFE. A Agua y Drenaje le toca organizar con los alcaldes la distribución, pero ¿Qué distribuye si no hay?”.
A menos es honesto: al parecer, Samuel García no sirve para nada. Según sus propias palabras, alcaldes e instancias federales podrían encargarse de la administración pública de Nuevo León, porque si de seguridad hablamos, pues para eso estaría la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y las policías municipales, siguiendo el mismo criterio bajo el que se expresó el gobernador.
Pero, qué pasa con Samuel, si apenas en febrero pasado acusó al exgobernador Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, precisamente de haber desatendido el Agua y Drenaje de Monterrey, por lo que se generó el problema de sequía, y señaló que el gobierno anterior “de manera irresponsable, sin buscar otras fuentes” vació las presas de Cerro Prieto, pues desde 2015 señaló que fue disminuyendo la capacidad de agua en la presa, así como la falta de un plan y una red sin mantenimiento.
Entonces, ¿es o no es responsabilidad del gobierno el problema del agua en Nuevo León?, según Samuel García, cuando otro fue Ejecutivo estatal sí, pero ahora que le toca a él, ya no. Y si no es su obligación, ¿por qué presentó entonces un plan que involucra equipos de bombeo, habilitación de pozos, y otras medidas para subsanar el problema del abasto de agua?
Peor aun, en el marco de la Cumbre de las Américas, García viajó a California para participar como ponente en un evento de la Compact of Governors, que nació inspirada en el trabajo de Arnold Schwarzenegger, ex gobernador de California, y su presentación será, precisamente, sobre el cuidado del agua; se habla de que hasta un premio le dieron por un plan contra la sequía en Nuevo León, que ni se ha ejecutado, y que de ser así, resultados no está dando. El colmo.
Es más fácil encontrar noticias sobre polémicas de corrupción y machismo que giran en torno a Samuel García, que logros en su trabajo como diputado o senador, que ejerció en su pasado como legislador. Así es este personaje que brilla más como figura del internet, que como gobernante, siendo una alerta para el futuro, cuando busque nuevamente un cargo de elección popular, pues, se nota, incluso algún día querrá ir por la presidencia.
Ahí entra su otra queja del pasado miércoles, cuando pidió que dejen de molestar a su esposa, Mariana Rodríguez, pues por redes la acosan, siendo que ella ni siquiera tiene cargo o sueldo como funcionaria del estado. Ah, pero funcional sí es a la hora de buscar votos, siendo pieza clave en campaña y administración, ahora que García ya es gobernador.
Posicionada como “la madre de los niños desamparados de Nuevo León”, Rodríguez es ese ingrediente familiar y tierno que complementa la personalidad de junior con la que carga Samuel García; claro, esto para quien se crea esa novela estilo Peña Nieto y Angélica Rivera. Pero, ahora que las cosas están saliendo mal en su estado, el gobernador ya no aguanta la presión social, y quisiera que todos siguieran encantados con él y su mujer, portando tenis fosforescentes y cuidando niños un fin de semana, como si de juguetes se trataran.
Este personaje, emanado de Movimiento Ciudadano, es una de tantas alertas para la sociedad mexicana a la hora de ejercer el voto; es un caso similar a Sandra Cuevas, quien apenas llegó a la alcaldía de la Cuauhtémoc en la CDMX, fue criticada por los propios habitantes de la demarcación ante el derroche de recursos y sus poco populares políticas públicas; es decir, el problema no sólo son ellos, si no quien se deja llevar por una estrategia de marketing político y los elije.